Capítulo 52

1K 97 32
                                    

El viento volvió a soplar con fuerza, trayendo de vuelta el fantasma de tu recuerdo. Sinceramente aún no entiendo porqué me sigo aferrando a esto, pero supongo que la idea de ponerle fin a lo que una vez fue lo mejor de mi vida me aterra un poco, porque entonces sé que te habré perdido para siempre.

Las dulces palabras que solías susurrarme cada mañana, poco a poco se desvanecen con el tiempo.

Me mentiste, pero además de eso, traicionaste la confianza que un día deposité en ti y te burlaste descaradamente de mí.

¿Dónde quedó aquél noble caballero de armadura de acero que un día juró protegerme de todo aquél que quisiera lastimarme?

Hiciste las maletas y te marchaste como un cobarde.

No luchaste por mí.

¡Carajo! Ni siquiera luchaste por nosotros.

Te fuiste dejando lo amargo de un adiós instalado en mi corazón, pero está bien, no te preocupes...

Yo también sabía que lo nuestro no funcionaría y sin embargo me arriesgué a amarte.

Porque sí, al final yo sí me enamoré de ti.

Suelto un suspiro al terminar de leer la última carta que escribí para él hace tan solo un par de semanas. No voy a mentir, me duele ver mis sentimientos plasmados en una hoja de papel y saber lo fuerte que pueden llegar a ser mis emociones, y que aún así, a él no le importó.

El timbre de mi casa suena sacándome de mi propia burbuja de pensamientos y me aproximo al espejo para inspeccionar mi aspecto. He quedado con Connor a ver un maratón de películas de terror esta noche, así que todo tiene que salir bien.

Aún recuerdo la forma tan bochornosa en la que nos conocimos. Cada vez que salía a correr me lo topaba y terminaba pasando los mejores treinta minutos de mi vida. Connor es gracioso y me hace reír tanto que todo parece doler menos cuando estoy cerca a él. Tampoco soy estúpida, por la forma en la que se me queda viendo la mayor parte del tiempo, sé que le atraigo.

Bajo las escaleras de dos en dos y llego a la puerta principal. Agradezco que Chad no esté en casa y que mamá haya vuelto al trabajo para no tener que responder a un vergonzoso interrogatorio. Abro la puerta y me encuentro de frente con Connor. Las comisuras de sus labios se elevan al verme y extiende la caja que lleva en sus manos a mi dirección.

-¿Qué es eso?- pregunto haciéndome a un lado para permitirle pasar.

-Provisiones- anuncia dejando la caja sobre el sofá- He traído maíz para preparar palomitas, chocolates por si te apetece, dulces salados y un tarro de mantequilla de maní con galletas. Ah, y he traído un top de cinco películas que probablemente aún no hayas visto.

Una risa ronca brota de mi garganta.

-¡Vaya, si que te esmeraste!- bromeo y tomo el maíz- Tu elige la película, yo iré a preparar las palomitas- digo.

SCARS ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora