Capítulo 45

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Alec

¡Jodeeer!

La rabia se expande por cada célula de mi cuerpo haciendo que mis manos se aferren al volante con mayor fuerza. Debo detenerme, o de lo contrario, podría chocar con lo primero que se me atraviese en el camino. Estando ya lo suficientemente lejos del vecindario de Mackenzie, aprovecho y estaciono frente a una gran calle desolada solamente para descargar la ira que emana de mi cuerpo con lo único que tengo cerca: un bote de basura.

Después de todo, es lo mejor. Al final de cuentas me iré y ella me odiará aún más por eso. Siempre he sabido que no hay nada-ni nadie- que consiga atarme a permanecer en Londres. Todo lo que me rodea aquí no es más que una mancha de malos recuerdos que quiero borrar, y aunque siempre lo supe, una parte de mí decidió entregarse para amar a la castaña de ojos verdes.

Lo nuestro no funcionaría, pero aún así, lo intenté. Estaba cansado de huir y finalmente creí encontrar a alguien que me hacía feliz con tan sólo sonreír. Por primera vez estaba dispuesto a todo. Me abrí ante a ella como jamás lo había hecho con cualquier otra persona. Dejé que viera la parte más frágil de mí, esa de la que no me siento orgulloso. Enfrenté mis demonios y volví a toparme de cara con el pasado para que eso no nos afectara a ambos, pero en cuestiones del amor, no hay batallas que se luchen solo.

Sé que estoy haciendo lo correcto al dejarla ir, y saberlo hace que duele mucho más.

[...]

Miro la hora en mi celular sólo para confirmar que no he podido pegar ojo en toda la noche, y todo por pensar en ella. ¿Por qué no sales de mi mente? Y, ¿qué es esta sensación de vacío que me oprime el pecho?

La silueta de mi madre entrando a la sala me obliga a incorporarme sobre el sofá.

-¿Te acabas de despertar?- pregunta y yo no dudo en asentir para no preocuparla. Me regala una cálida  sonrisa y toma lugar junto a mí- La chica de ayer- comienza a decir, pero se detiene repentinamente- Lo siento, sé que no debería preguntar sobre tu vida personal...

Que mencione a la castaña me toma por sorpresa, pero aún así consigo  restarle importancia. No necesito atormentarme al recordar lo cruel  que fui la noche anterior.

-No tiene importancia, mamá- trato de explicar-Lo que sea que había entre ella y yo, se acabó.

Sus cejas se fruncen ligeramente.

-¿Es por mí? ¿A caso he ocasionado una pelea entre ustedes?- pregunta con la preocupación adueñándose de su voz.

-Te aseguro que no tienes nada que ver en esto. Solamente no soy bueno para ella- me paso las manos por el rostro para hacerle saber a mi madre que tener este tipo de conversaciones a las tantas de la mañana es lo último que me apetece hacer.

-¡¿Pero qué dices?! Eres el chico más dulce que conozco, ¿por qué no serias bueno para esa jovencita?

¡Pero mira que cabezota es!

Me levanto del sofá y camino en dirección al baño, ignorando por completo su pregunta.

-Ten listas tus maletas, la abuela estará feliz de vernos- digo antes de cerrar la puerta.

[...]

 
Mackenzie

No paran.

Mis lágrimas no se detienen.

Lo he echado a perder todo, otra vez...

Quiero pensar que lo que dijo anoche fue sólo para alejarme de él y que realmente sí sintió todas esas cosas cursis por mi, más allá de haber sido solamente "experimento".

Agradecí que mamá no hiciera preguntas al verme , pues le bastó con saber que no me sentía bien con la idea de dejarla a ella sola en casa y eso me alivió.

Desesperada en no seguir pensando en aquél chico que consiguió romper mi corazón en cuestiones de segundos, me propongo en ordenar mi habitación para despejar mi cabeza un poco.

Con un suspiro empiezo a sacar varias cosas de mis gavetas mientras I Never Wanna Lose You resuena en mi habitación. Aprovecho para ojear algunos libros viejos y en uno de ellos encuentro una hoja doblada en medio de las páginas. Al tomarla entre mis manos me percató de que se trata de la misma carta que me entregó Jonathan por parte de Kiara. Me siento mal al no haberla leído el mismo día en que me la dio, pero estaba tan emocionada con la idea de tener mi primera cita con Alec que mi mente se nubló por completo y no pensó en otra cosa que no fuera él.

Desdoblo la hoja y empiezo a leerla.

" No soy buena en esto. No me van las cartas, así que sólo diré las cosas tal cuál las siento.

¿Te he dicho lo importante que eres para mi? Creo que mis acciones tal vez han demostrado lo contrario, pero lo cierto es que te quiero. Eres mi mejor amiga. Sabes todo de mí al igual que yo sé todo de ti. Jamás me había sentido tan mal como la vez que me partí un hueso, ¿recuerdas lo mucho que lloraba en aquél entonces por mi muñeca rota? Vale, pues aquél dolor se multiplicó al ver que Genny te había hecho algo tan cruel y despiadado. 

Sé que si te lo hubiera dicho , las cosas habrían sido diferentes. Tal vez aquella humillación te la habría ahorrado, pero haga lo que haga, jamás voy a poder disculparme por eso.

Jamás te había visto tan feliz como lo estabas al hablar con Ashton. Tus ojos desbordaban un brillo de ilusión y no quería ser yo la que lo apagará. Debí escuchar a aquél rarito de Blackner y decirte las cosas como eran. Debí protegerte, pero no lo hice...

Quiero pensar que esa lección te servirá de por vida para no confiar en cualquier persona. Elije bien a quién abrir tú corazón, porque eres valiosa, Mack.

Me voy de intercambio y espero que para cuando vuelva nuestra amistad mejore, o al menos logre conseguir tu perdón. Te quiero de vuelta. Lamento si no he estado en tus momentos más difíciles, estoy dispuesta a intentarlo esta vez. Entenderé si no quieres volverme a hablar, sólo quería que supieras que te quiero.

Con cariño ,

Kiara. "

Mis ojos vuelven a llenarse de más de lágrimas en el momento en que mi madre abre la puerta de mi habitación y entra.

Quiero dejar de llorar, pero no puedo detener aquél dolor que me oprime el corazón.

-¿Cariño, estás bien?- pregunta preocupada mientras avanza en mi dirección.

Quiero decirle que estoy bien y que no tiene que preocuparse, pero las palabras se atoran en mi garganta. puedo contestar. No consigo decir nada, así que ella simplemente me abraza.

-¿Qué pasa? ¿Te duele algo, cielo?

Toma mi rostro entre sus manos y clava la mirada en mis ojos.

- El corazón- consigo decir- Me duele el corazón, mamá.

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