Capítulo 11

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Mackenzie

Que Jonathan se hubiera presentado así de la nada en el instituto me tomó por sorpresa. Después de todo, creo que solo intenta ser amable por lo ocurrido en la fiesta pasada, pero aún así lo aprecio.

Cuando vi la forma en la que Alec lo miraba, no pude evitar tomarlo del brazo y llevarlo fuera de su campo de visión para evitar cualquier confrontación entre ellos dos.

La curiosidad que siento por el tema que los une, es grande. Tan grande que justo ahora estoy mordiendo mi lengua para evitar soltar cualquier estúpido comentario pata no incomodar a Jonathan.

Kiara aparca su auto en frente de su casa y todos nos disponemos a bajar. Su madre y su nuevo padrastro no se encuentran dentro, por lo que ella me ha propuesto pasar el rato viendo algo interesante en la tele y Jonathan no ha dudado en unirse a nosotras gustoso.

Pasamos el rato buscando algo interesante y luego debatimos entre si pedir pizzas o ir directamente a algún restaurante cercano.

-Lo siento, chicas. Pero me niego a mover mi trasero justo cuando ya he encontrado comodidad en este pequeño sofá- dice Jonathan mientras testea algo en su celular- Listo, en diez minutos estaremos comiendo.

Kiara rueda los ojos y suelta una risa. El ambiente es cómodo y disfruto de la compañía de ambos. No sacaré nada sobre el tema de él y Alec, al menos no por ahora, pero necesito respuestas y estoy dispuesta a encontrarlas.

[...]

Para cuando cae noche ya estoy de regreso a casa tratando de sacar las llaves de mi cartera, pero gracias a la poca iluminación se me hace una tarea difícil. Pasan varios segundos cuando logro encontrarlas y abro la puerta. Sé que no hay nadie esperándome en casa porque que papá seguramente estará en la empresa, mamá en el hospital, y Chad....bueno, quién sabe.

Voy hasta el refrigerador y saco el helado de menta que mamá compró hace pocos días, es mi favorito. Lo pongo en un vaso junto a una cuchara para luego subir las escaleras rumbo a mi habitación y disfrutar del delicioso sabor del helado en mi boca.

Después de comer, me dispongo a darme una relajante ducha. Diez minutos después me encuentro completamente vestida con un simple pantalón chándal y una camisilla. Mi cabello húmedo cae por encima de mis hombros y por un momento me pierdo en mis propios pensamientos, recordando las palabras de Alec. 

«No me interesas en lo absoluto, así deja de crearte falsas expectativas» Fue lo que dijo. Ni siquiera a alguien como él le podría interesar.

La forma en la que sus ojos me miraban no pasó desapercibida ante mis ojos. Se veía enojado. Tampoco me pasa desapercibido el hecho de que Genny últimamente no ha intentado atacarme, mucho menos  ha lanzado alguno de sus comentarios hirientes como antes, pero eso no elimina de mí mente todas las cosas horribles que me ha hecho.

Mi vista recae en mi cama, donde se encuentra mi preciada libreta de escritos, la misma que Alec me entregó el otro día en los baños del instituto. La tengo conmigo desde que las burlas empezaron. Me siento en el borde de la cama y la tomo en mis manos. El material marrón que la cubre está un poco desgastado, y sí, sé que esto es ser masoquista, pero no puedo evitarlo.

" 26.08.2017

Duele, todo duele.
Es como si nunca se detuviera: Las burlas, las lágrimas y el ardor de la sangre sobre mí piel.

SCARS ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora