-Esto es una mala idea- repito.
Posiblemente es la quinta vez que lo digo y él no hace más que reírse de lo asustada que estoy. ¡Carajo!, ¿en qué estaba pensando cuando decidí subirme a su camioneta? Los ojos de Alec me miran burlones mientras que yo lo fulmino con mi mirada.
-Será divertido, relájate. Te hará sentir mejor.
No, no, no.
Después de haber estado conduciendo alrededor de veinte minutos para llegar a exactamente nada en específico, me contó su increíble plan. Sarcasmo a eso último amigos, sarcasmo.
¿Cómo se supone que lanzar papel higiénico y huevos a casas me hará sentir mejor? Además, ¿cómo es que él sabe que me siento mal? Tengo el presentimiento de que observarme es su pasatiempo.
Ahora mismo nos encontramos caminado por una calle baja que realmente no conozco. Alec ha cumplido su parte del trato al darme sus zapatos, pero éstos me quedan tan grandes que tengo que asegurarme de no perderlos a medida que avanzamos.
Nos detenemos en una enorme casa blanca y mis ojos buscan los suyos inmediatamente. Una sonrisa diabólica surca sus facciones y eleva lo que lleva en las manos. Una caja entera de huevos, mientras que yo llevo cinco rollos de papel higiénico.
-¿Si sabes que hay mucha gente necesitando todo esto?- le digo intentando que entre en razón.
- Sí, no soy ajeno a las noticias que nos abarcan cada día.
-Entonces, ¿Por qué quieres desperdiciarlo de esta forma?
Alec suelta aire fuertemente de la nariz y me mira incrédulo.
-¿Sabes de quién es esta casa?- niego con la cabeza y él rueda los ojos- Es de Genny.
Mi ceño se frunce mientras proceso sus palabras. ¿Acaso esa gran casa es de Genny? ¡Vaya, sus padres sí que tienen una verdadera mansión! Me quedo observando la fachada de la casa por unos largos minutos, pero me viene una pregunta a la mente, ¿qué pretendía hacer el castaño de ojos verdes?
-¿No se supone que estás con ella en todo esto?¿Que también eres mi enemigo?- inquiero. Alec me mira como si una loca estuviese frente a él.
-¿Enemigo? ¿En cuál guerra?- pregunta ceñudo.
-En está- digo obvia y nos señalo con mi dedo índice.
-No te drogas, ¿verdad?
Le lanzo una mirada asesina, ¿por quién me toma?
-Mira, no tengo ni puta idea de lo que estás hablando, pero sé que te hará sentir mejor hacer esto- la intensidad de su mirada me obliga a apartar la mía para fijarla en los grandes zapatos que llevo puestos- Además- añade- Genny se lo merece, ¿no es así?
Mis ojos vuelven a toparse con los suyos. Una sensación extraña me recorre cuando sus ojos bajan por todo mi cuerpo, haciéndome tragar saliva. Luego de hacerme un breve recorrido con sus ojos, deja la caja de huevos en el suelo mientras toma algunos en sus manos.
- Este va por ti- dice.
Lanza el huevo con tanta fuerza que éste no duda en estrellarse contra la pared blanca, echando a perder la pintura. Mis ojos quedan tan abiertos que temo que se me salgan en cualquier momento de la cara.
-Tu turno- dice ofreciéndome uno.
Dejo los rollos de papel en el suelo y tomo su mano para tomarlo. Mi corazón late con fuerza y no estoy segura de hacer esto.
-No voy a hacerlo, no puedo...- trato de sonar autoritaria pero Alec niega con la cabeza y se acerca a mí.
- ¡Venga, mujer, hazlo!- ánima- Sé que quieres hacerlo.
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SCARS ✔
Ficțiune adolescențiMackenzie Jones ha sido víctima del Bullying por cuatro años consecutivos. Cursando ya su último año escolar, el chico roto de ojos verdes parece despertar su curiosidad y todo lo que le rodea. Negativo. Eso eran ambos. ¿Y qué si las leyes de la m...