MACKENZIE
Todo sucede tan rápido que no me doy cuenta que Alec pasa por mi lado y sale de la habitación hecho una furia. Todo esto parece una broma, una muy muy muy retorcida, teniendo en cuenta los acontecimientos: Me entero que Laila sale con mi hermano, Alec se reencuentra con su madre y seguido a eso, se da cuenta que el verdadero culpable de haber violado a Evangeline fue Mark, su padre.
Me apresuro en ir por Alec para evitar que haga cualquier estupidez de la que pueda arrepentirse después. Salgo lo más rápido del departamento y cómo no, él ya no se encuentra en el corredor. Bajo las escaleras a pasos agigantados y es casi imposible evitar que mis pies no tropiecen entre ellos, sin embargo me las apaño y logro salir del edificio con la respiración hecha un asco. Una camioneta sale del aparcamiento a toda marcha y se pierde entre la oscuridad de la noche.
-¡Alec!- grito, pero eso no hace que se detenga. Tiro de las raíces de mi cabello en un gesto cargado de frustración. Las lágrimas se agolpan en mis ojos y justo cuando estoy apunto de perder la cabeza, veo el cabello pelirrojo de Adam al otro lado de la calle con una chica a su lado. Mis pies se mueven por instinto como si tuvieran vida propia y me aproximo a ellos pese a la falta de oxigeno que reciben mis pulmones.
-¡Necesito tu ayuda!- digo, o más bien grito cuando ya estoy cerca.
Sus ojos me estudian e inmediatamente se percata de que algo va mal.
-¿Qué ha pasado?- pregunta confundido.
-Es Alec…-mi voz suena afectada por las lágrimas que descienden por mis mejillas- Si no hacemos algo ya, va a cometer una locura. ¡Necesito llegar a casa de su padre!
- ¿Él está en casa de su padre? ¿Por qué él querría ir allí?
-Porque su padre ha hecho algo muy malo y él no dudará ni un segundo en hacérselo pagar.
Asiente no tan convencido y le susurra algo a la chica de piel morena que se encuentra junto a él. No planeo decirle que el padre de Alec es el responsable de la violación de Eva, porque eso no me corresponde hacerlo a mí, sin embargo mis pocas palabras parecen bastarle.
El chico de cabello pelirrojo me dice que aguarde unos pocos minutos en lo que él busca las llaves de su auto. Para cuando regresa, el sonido de una bocina me hace sobresaltar. A diferencia de Alec, él tiene una furgoneta pequeña de color gris. Me adentro en la parte trasera del vehículo en completo silencio mientras escucho los latidos de mí corazón con más fuerza.
Durante el recorrido me muerdo las uñas en un vano intento por desaparecer los nervios que se han instalado en mi cuerpo. Es algo que suelo hacer cuando siento que una situación se me sale de las manos.
-Perdón por esto Madeleine, no pretendía que nuestra primera cita fuera así- se disculpa Adam mientras que besa el dorso de la mano de ella, acto que me hace apartar la mirada.
Cierro los ojos e intento imaginar que las cosas no se saldrán de control, pero una pequeña parte de mí sabe que estoy equivocada.
[...]
ALEC
Me salto varios semáforos mientras que conduzco más allá de la velocidad permitida. Cuando entró en el antiguo vecindario que me vio crecer siento como cada parte de mí cuerpo se tensa ante la cantidad de malos recuerdos que empiezan a invadir mi cabeza. Estaciono frente a la casa de mi padre y bajo de la camioneta. El frío aire golpea mi rostro mientras camino hacía la puerta. El chirrido que esta produce al deslizarse me eriza la piel. Me adentro en el lugar y voy directamente hasta la sala, pero no encuentro ningún rastro de Mark que me indique que está cerca. Recorro los pasillos que dan a las habitaciones y éstas se encuentran completamente vacías.
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SCARS ✔
Teen FictionMackenzie Jones ha sido víctima del Bullying por cuatro años consecutivos. Cursando ya su último año escolar, el chico roto de ojos verdes parece despertar su curiosidad y todo lo que le rodea. Negativo. Eso eran ambos. ¿Y qué si las leyes de la m...