Capítulo 31

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ALEC

No sabía la sorpresa que iba a llevarme al responder la llamada de Gemma aquella noche. Tampoco sabía qué era lo que hacía en la casa de Mark, pero entonces, después de esa llamada lo entendí todo.

Un mes de retraso. 

Gemma tenía un jodido mes de retraso. Hice todo para no perder la cordura mientras que la mente me jugaba una mala pasada.

¿Cómo había podido ser tan irresponsable? Recuerdo la última vez que lo hicimos, pero en aquél entonces no sabía lo que hacía con claridad. Mi mente estaba hecha un verdadero lío desde que vi a Mack frente al taller de Tate aquella tarde. Recuerdo que ese mismo día la castaña se enojó conmigo por haber “insinuado" cosas sobre ella.

Me siento como un completo capullo, aún sintiendo todas estas cosas por Mackenzie, seguía acostándome con Gemma. 

Las palabras de la chica de voz frágil llegan a mi mente “Tranquilo, sabes que mi periodo no es regular, tal vez es sólo el estrés. Mañana iré  a hacerme el exámen de sangre y saldremos de dudas. Lo que menos quiero es causarte problemas con tu novia. Lo siento, no quería preocuparte, pero tenía que decírtelo .” Su voz sonaba calmada, pero no me hacía falta ver su rostro para saber que era todo lo contrario. Y seguido a eso, me colgó.

Mucho menos me esperé la reacción de Mack ante esa llamada. Claro que siempre voy a querer preferirla a ella, pero no podía poner de lado a Gemma con lo que acababa de soltarme, y sí, fui un ingenuo al pensar que su enfado desaparecería a la mañana siguiente, porque no fue así.  Por alguna extraña razón la castaña sentía que Gemma era algún tipo de amenaza para ella, y a decir verdad, lo único que quería era estrecharla fuertemente en mis brazos y hacerle saber que es la única que tiene su nombre tatuado con sangre en mi corazón.


[...]

Mis párpados pesan y siento que la cabeza me da vueltas. Necesito un café. No he podido conciliar el sueño con todo lo ocurrido, y ahora me encuentro con Adam, mientras que le cuento toda la mierda que me pasa.

-Las mujeres y sus estúpidos celos- responde el pelirrojo dándole una calada profunda a su cigarrillo.

-Ni que lo digas- resoplo.

Adam me mira estudiando cada detalle de mi rostro. Sus cejas se fruncen con ligereza y sus ojos se entrecierran un poco mientras se encarga de expulsar el humo de su boca.

-¿Qué piensas hacer si sale positivo?- pregunta segundos después. 

Cuando Gemma me llamó en el instituto, me avisó que estaba por entrar al hospital para realizarse el exámen de sangre, así que desde entonces he estado con los nervios de punta.

-No lo sé- paso las palmas de mis manos por mi rostro como si eso ayudara en algo- Lo que sé es que me aseguraré de que no les falte nada. No estoy listo para tener un hijo, pero desde luego el bebé no tiene la culpa de lo irresponsable que fui.

El chico frente a mí suelta un fuerte suspiro antes de negar con la cabeza.

-Estas loco, pero aún así, te apoyaré en todo lo que necesites- promete-¿Qué te ha dicho la policía?- pregunta entonces y agradezco el cambio de la conversación. 

-Hace poco me llamaron. Están haciendo un par de investigaciones y han puesto a Mark bajo arresto hasta que se demuestre lo contrario.

Mis manos se pierden en la mata castaña de mi cabello.

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