Alec
La sonrisa que se desliza por los labios de la abuela Margot hacen que las diez horas de vuelo valgan realmente la pena. Llevaba años sin verla y estar nuevamente en sus brazos es como volver a estar en casa.
Por otro lado, la pequeña Kendall suelta un pequeño grito de felicidad al ver al curioso canino llamado Sky mover su colita de lado a lado, y no duda en salir corriendo tras él.
La abuela nos da un breve recorrido por su casa y nos enseña la habitación de huéspedes que ocuparemos mientras estamos aquí. No me agrada tener que someter a mi familia a esto, pero ahora mismo es lo único que tenemos mientras consigo un trabajo para poder buscar un mejor lugar para ofrecerles.
-¿Y David?- pregunto al no ver rastros de él. El señor David se ha encargado de mi abuela durante años. Al inicio sólo parecían tener una gran amistad, pero conforme pasaban tiempo juntos, se convirtió en algo más.
-Oh, él salió a conseguir un par de cosas que hacen falta para que estén cómodos aquí- responde con dulzura.
-Mamá, realmente gracias por esto- la voz de mi madre se escucha débil y no dudo en estrecharla en mis brazos.
-No te preocupes, cariño. Juntos afrontaremos esto.
Y con eso, la abuela se suma al abrazo reconfortando a mi madre. Desde el pronóstico de los médicos sobre Kendall, se le ve algo inquieta y vaya que la entiendo. Pero también sé que debemos ser fuertes por ella para poderle brindarle momentos hermosos a su corta vida.
[...]
Para cuando la noche cae en California, me encuentro mirando fijamente el techo con los brazos cruzados sobre la cabeza mientras pienso en la chica de hermosos ojos verdes.
La forma en la que sus ojos me miraban. Joder, lo hacía como si fuese yo quién colocara las putas estrellas en el cielo.
La manera en la que sus labios se movían sobre los míos era el mayor de los pecados.
Su voz, su cabello, su cuerpo...
Aquellas cicatrices que tanto la avergonzaban sólo la hacían ver aún más perfecta para mí.¿Estás pensando ahora mismo en mí también, Mackenzie? ¿Aún me amas o me odias?
De sólo pensarlo se me parte el corazón, pero no la culpo. No puedo hacerlo. Fui yo quien decidió alejarla. Y aunque fui yo quién tomó la decisión de acabar con lo nuestro, en el fondo sabía que ella tenía razón. Lo nuestro no funcionaría jamás, sin embargo quise intentarlo.
No sabía todo los obstáculos que se interpondrían entre nosotros, así que quise protegerla, aunque eso implicara romperle el corazón.
La llamada que recibí la otra noche en la cabaña aún me tenía preocupado. Más que huir de Londres, necesitaba hacerlo. Huir de ellos y de aquella estupidez que había cometido.
Estaba desesperado por el dinero que requería una de las quimioterapias de Kendall, y al no tenerlo, decidí buscarlo de otra manera. Me involucré con tipos que no debía. Ellos no tuvieron inconvenientes en prestarme cierta cantidad de dinero y aunque en ese momento lo agradecí, lo cierto era que cuando el tiempo para pagar se iba agotando no supe qué hacer. El insomnio se volvió mi mejor amigo y los cigarros un fiel aliado.
Ellos me propusieron distribuir cocaína como forma de pago, pero me negué rotundamente.
Nunca les mostré un punto débil.
Algo o alguien con lo que pudieran sobornarme, porque sabía que si lo hacía, estaría acabado y ellos terminarían por controlarme a su antojo al descubrir mi talón de Aquiles, así que fui muy cuidadoso.No sabían una mierda sobre mí, más que trabajaba en el taller de Tyler. No sabían nada, y no tenían a nadie a quién pudieran usar en mi contra, no lo tenían, hasta que en una noche ellos me vieron con Mackenzie.
El no tener aquella gran suma de dinero me estaba enloqueciendo, y aún más desde que ellos me relacionaron con Mack. Quise demostrarles que la castaña no me importaba en lo absoluto, así que me aislé en aquél departamento durante cuatro días para evitar verla.
Aquellos sentimientos que sentía por la castaña tenía que reprimirlos si no quería que algo malo pasara con ella. Y no sé si fue muy estúpida o terca cuando esa noche tocó a mi puerta. No pensaba abrirle. Me estaba tomando todo mi autocontrol intentar evitarla pero lo que sentía por esa chica era tan fuerte que ni yo lo podía entender.
Desde entonces ellos quisieron joderme de maneras inexplicables. Sus amenazas consistían en que si no pagaba todo su jodido dinero, la usarían a ella para saldar la cuenta. La sangre me ardía de tan solo pensar en aquellos asquerosos tipos tocando un sólo cabello de Mackenzie.
No quería seguir exponiéndola. No quería que ella pagara por mis mierdas, así que me propuse en conseguir el dinero a como diera lugar.
Empecé a extorsionar a la madre de Genny sobre su aventura que tenía con Mark, pero ella no cedió. Un buen día, Tyler me comentó sobre un tipo que estaba engañando a su esposa con su secretaria. Todo parecía sacado de una telenovela, y aunque al principio creí que era mentira, lo comprobé por mi propia cuenta. Cuando no estaba con Mack y no me encontraba en el hospital, me dedicaba a observar y estudiar cada movimiento de aquél sujeto, y cuando tuve todo lo que necesitaba, simplemente lo encaré.
El hombre no quería cooperar por más que yo le daba cientos de oportunidades, así que simplemente usé alguna de las fotos que les había hecho juntos y las envíe a su casa cuando obtuve la dirección.
Mi mayor error: No haberme dado cuenta que esa dirección era la misma de la casa de Mack.
Cuando me enteré del error tan grave que había hecho, quise compensar a Mack. Sé que soy un estúpido y que destruí a una familia en mi agonía por recuperar un dinero de manera fácil, y su padre me hizo saber lo hijo de puta que fui cuando estrelló su puño en mi rostro.
Cuando Mackenzie preguntó sobre mi rostro magullado, no tuve más alternativa que contarle una verdad a medias. Sí que me había metido en un gran problema, pero más que eso, había destruido a su familia.
Cuando le conté a Adam sobre la estupidez que había hecho, él simplemente me aconsejo que debía decirle la verdad a ella, pero no podía. Sabía que si lo hacía, Mackenzie nunca me perdonaría.
Y ahora que estoy aquí pensando en lo imbécil que fui con la única persona que se merecía lo mejor de mí, sólo espero poder llevarme ese secreto a la tumba. No quiero que Mackenzie se entere y termine odiándome más de lo que creo que ya lo hace.
//...//
Hola mis amoressss, espero que se encuentren muy bien. Ya desde este punto empezamos a ver como toda aquella oscuridad finalmente se aclara. Quiero agradecer por todo su cariño y porque ya somos más de 100k de leídas. Muchas gracias.
Que tengan feliz tarde de domingo, mientras que yo me encuentro en camita enfermita:(
Los amo demasiado.
XOXO
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SCARS ✔
Teen FictionMackenzie Jones ha sido víctima del Bullying por cuatro años consecutivos. Cursando ya su último año escolar, el chico roto de ojos verdes parece despertar su curiosidad y todo lo que le rodea. Negativo. Eso eran ambos. ¿Y qué si las leyes de la m...