Sé que no es viernes y normalmente siempre escribo un día antes de publicar, pero en esta ocasión tengo mucha emoción de que lean este capítulo, ya que al igual que ustedes también lo estaba esperando, es un poquito largo, pero vale la pena. Sin más que decir, disfruten y nos leemos en otro cap.
XOXO.Cuando escucho su voz es casi imposible no sentirme en calma, y mucho más cuando aquél tipejo hace lo que él le dice. Vuelvo a sentir como el alma me regresa al cuerpo y el aire corre nuevamente por mis pulmones.
-¡Tranquilo, amigo!- dice alzando las manos en el aire- Yo sólo quería charlar, pero ya me voy...
Lo siguiente que se escucho es como el auto del hombre cobra vida y sale disparado del lugar. Suelto un fuerte suspiro y paso las palmas de mis manos por mi rostro.
-¿Estás bien?- pregunta.
Asiento incapaz de responder.
-¿Te ha hecho daño? - niego al ver el miedo en sus ojos. Alec da cortos pasos para acercarse a mí y me toma por sorpresa cuando alcanza mi mano y tira de mí para estrecharme entre sus brazos. Su calor corporal es reconfortante y me hace sentir segura. Una parte de mí quiere alejarlo, pero otra sólo quiere acercarlo aún más.
Cuando deshace el abrazo, acuna mi rostro y me mira detallando cada parte de mí rostro. Yo hago lo mismo. Debajo de sus hermosos ojos verdes se encuentran unas muy pronunciadas ojeras. Me tomo mi tiempo para estudiarlo de pies a cabeza. Lleva una camisa blanca muy sucia, jeans desgastados y unas botas trenzadas.
Mis ojos vuelven a los suyos.
-¿Tú lo estás?- frunce el ceño ante mi pregunta. Tal vez esperaba que le pediría que se marchara tal cual como lo había hecho en el los baños del instituto.
Da un asentimiento antes de responder.
-Sólo lo estaré si tú lo estás.
El corazón me da un vuelco de felicidad. Una sonrisa tímida se desliza por mis labios. Sé que debo disculparme por haberlo tratado tan mal esta mañana, es por eso que empiezo a decir:
-Y-yo...lamento lodeest- pero antes de que termine de disculparme, me interrumpe poniendo su dedo índice sobre mis labios.
-Shh...no, no tienes que disculparte. Sé que debí contarte, debí habértelo dicho, pero estoy seguro de que eso no cambiaría nada. Sabía que Genny y Ashton tramaban algo, pero nunca me imaginé que sería algo tan bajo como eso.
Sus manos dejan de tocar mi rostro y veo como retrocede unos cuantos pasos hasta tomar asiento en el sucio asfalto. Tomo lugar a su lado y proceso sus palabras. Sé que tiene razón, no cambiaría nada porque probablemente no le habría creído, ¿o sí?
-¿Quién te...dijo questaba aquí?- el alcohol hace que mi voz sea lenta y torpe.
Ignorando mis palabras, decide preguntar:
-¿Cuánto haz bebido?
Ruedo los ojos al ver la facilidad con la que ha esquivado mi pregunta
-Dos. No, espera...cinco, o quizá seis...¡No lo sé!-una risa me asalta mientras siento una punzada de dolor en mí cabeza.
-Joder, estás ebria-afirma.
-¡No lo estoy!- trato de sonar indignada ante el tono seguro de sus palabras, pero al final fracaso y continúo riendo.
-Muy ebria- murmura.
Su expresión sería me hace dejar de reír. De repente siento una incontrolables ganas de llorar sobre su hombro. Muerdo mi labio inferior para distraer mi mente sobre lo que quiero soltarle, pero no lo consigo. Tengo que decirlo y tiene que creerme. Tengo que sacar del pecho lo que tanto me duele.

ESTÁS LEYENDO
SCARS ✔
Teen FictionMackenzie Jones ha sido víctima del Bullying por cuatro años consecutivos. Cursando ya su último año escolar, el chico roto de ojos verdes parece despertar su curiosidad y todo lo que le rodea. Negativo. Eso eran ambos. ¿Y qué si las leyes de la m...