El dolor que sientes no es como el fuego que puedes apagar con un poco de agua. El fuego se extiende por todo el cuerpo dejándote vulnerable a él, no puedes pensar en otra cosa más que en el sufrimiento mismo. Dejándote derrotado en el suelo mientr...
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A veces hay cosas inexplicables, como cuando encuentras el verdadero amor y por azares de la vida debes separarte de él.
Algo tan injusto e inhumano; hacerte elevar hasta el cielo para luego arrojarte al infierno.
Hay dolores inexplicables, esos dolores que te aprietan el pecho, que te ahogan en el llanto y te dejan en la oscuridad, de esos que ni gritando logran salir que se quedan para siempre, haciendose paso hacia lo más profundo de tu ser, destruyendo todo lo que hay dentro. Dejandote sin esperanza.
Esa clase de dolor lo sentí por primera vez el día que te marchaste.
