Capítulo 61

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July

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July

Llegamos al hotel, fui por un botiquín y limpié la herida de Jos. Este chico no puede simplemente ignorar los comentarios estúpidos. Mientras limpiaba su herida, él no despegó su mirada de la mía. ¿Aún le seguiré pareciendo bonita? No se lo preguntaré, sé que dirá que sí, para no hacerme sentir mal.

Subí a mi habitación, me cambié y me des maquillé. Me metí a la cama, pero como ya es costumbre no podía dormir, jugaba con mis dedos mientras tenía la mirada clavada en el techo.

La cabeza me dolía un poco, pero ya me estoy acostumbrando a vivir con ese dolor, ya es parte de mi cuerpo.

☄☄💫💫

A la mañana siguiente, tome una ducha rápida y me arregle un poco, no quiero que Jos note que me trasnoche. Este lugar es muy grande para una sola persona. Llegue hasta la cocina, Jos ya se encontraba ahí haciendo el desayuno.

-Buen día.

-Hola amor - amor, eso suena tan bien, sonríe y llegue a darle un beso en la mejilla iba a separarme, pero él me tomo cintura y comenzó a besarme, los besos mañaneros son los mejores. Comencé a oler algo quemado y me percaté que los huevos se estaban quemando

-¡Jos, los huevos!.

-Lo sé, no lo controló.

-¡Esos no! -me soltó de inmediato y quito el sartén del fuego.

-Creó que tendré que hacer otros -reímos

-Así que no lo puedes controlar -comencé a burlarme. Jos se encogió de hombros y siguió cocinando.

Al terminar el desayuno, retomamos el paseo por la gran ciudad grande, hermosa, llena de personas, edificios, paisajes, me encargué de fotografiar cada momento.

-Te tengo un regalo -Jos me entregó una caja roja con un listón dorado, la destape y saqué lo que había dentro, un hermoso vestido rojo, un vestido muy sensual.

Eleve una ceja y reí -¿en serio?

- Es para esta noche, te llevaré a un lugar muy elegante y quiero presumirte por todo el universo.

-¿Y tú qué llevarás?

-Ya verás.

Al anochecer, alguien llego arreglarme, quise protestar, pero mi novio me lo impidió.

La señora, de unos 35 años, muy linda y elegante, comenzó a maquillarme y peinarme, me sentía rara con tanto maquillaje. Quiso ponerme una peluca, pero me negué rotundamente. Al final me puse el vestido y los tacones, no eran muy altos, pero no estaba acostumbrada a usarlos.

Al verme al espejo no parecía verme a mí, me veía mucho mayor, más linda y muy sensual, el vestido se pegaba a mi piel y me quedaba muy arriba de las rodillas, de arriba era una manga larga y del otro lado era descotado.

Hasta que las estrellas se evaporen (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora