El dolor que sientes no es como el fuego que puedes apagar con un poco de agua. El fuego se extiende por todo el cuerpo dejándote vulnerable a él, no puedes pensar en otra cosa más que en el sufrimiento mismo. Dejándote derrotado en el suelo mientr...
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E
ra bueno tener a los dos de los tres hombres que más amo en este mundo. Jos y mi padre se emocionaban por cada anotación de su equipo favorito, nunca me entusiasmo el deporte, a mí solo me gustaba verlos felices.
Jos se despidió de mi padre y lo acompañé hasta su motocicleta.
-Te veo más tarde en el balcón -me susurro en el oído.
-¿Qué? -dije confundida
-Aún no pienso despedirme de ti -me beso en la comisura del labio y arranco su motocicleta. 💫💫🌠🌠
No sabía si ponerme mi pijama o quedarme como estaba, creo que me quedaré con esta ropa.
Comencé hacer mis tareas. Estaba apuntó de cerrar los ojos cuando un ruido me despabilo el sueño. Jos Estaba tocando la puerta de mi balcón.
-Recuérdame quitar ese árbol.
-Fuera más fácil si pudiera mandarte un mensaje, ¿dime tengo que buscar una paloma mensajera para hablar contigo?
-Sería muy romántico.
-Es muy anticuado - puse los ojos en blanco y él me tomo de la cintura para luego besarme como solo él lo sabe hacer.
💫💫🌠🌠
-Compraré un colchón pequeño, estar en el suelo no es muy cómodo -la verdad a mí me bastaba estar abrazada a él y ver el cielo nocturno no necesitaba de un colchón.
-Tiene que ser muy pequeño.
-Lo haré yo mismo.
-¿Sabes hacer colchones?
-Claro, sé hacer muchas cosas -vi una nota de lujuria en sus ojos. Le di un codazo en el estómago -auch, solo estaba bromeando -me elevo el mentón y agacho su rostro para poder besarme.
Mi alarma comenzó a sonar
-¿Por qué tienes una alarma?
-Son las dos, quise marcar mi tiempo.
-¿Por qué?
-Porque necesitamos descansar y hacer tareas, no podemos descuidar nuestros estudios.
-No puedo creer que hayas puesto una alarma -dijo divertido.
-Tengo alarmas para todo -le dediqué una sonrisa y él rodeó los ojos.
-No necesito descansar.
-Bueno señor vampiro, tal vez usted no, pero yo si, así que ve a casa y ten mucho cuidado.
-¿Puedo quedarme aquí? -juntos las manos y puso ojos de perrito arrepentido.
-Mmmm no.
-Que crueldad -me dio un beso corto y bajo del balcón.
Mi alarma sonó a las seis y media, me di una ducha muy rápida y bajé a desayunar. Tome mis cosas y salí de la casa.
Jos ya estaba esperándome.
-Sabes madrugar -me tomo de la cintura y me dio un beso que pensé que jamás se iba a terminar, me subí a la motocicleta y nos fuimos a la escuela.
Ahora en la cafetería nos sentábamos todos juntos, el grupo de Jos y el mío, antes solo éramos Alonso y yo, y ahora se sumaron cuatro personas increíbles. Aunque podía ver la incomodidad entre Ariel y Freddy, mi amiga siempre ha sido muy natural, pero podía ver aun el recelo que le tenía a Freddy, esperó que el día que Alonso lo sepa no se ponga mal, ya que es cosa del pasado.
Entre más tiempo pasábamos juntos, más unidos, nos volvíamos, la hora de la refacción se convertía en una ostia para todos los demás, ya que entre todos mis amigos se encargaban de hacer una revolución.
Iba hacía mi quinta clase, Freddy llego corriendo y me tomo del brazo. Siguió avanzando sin disminuir su ritmo.
-¿Freddy? -lo llamé algo asustada. Me di cuenta de que iba a entrar al baño de hombres. Me detuve y negué con la cabeza a Freddy, no le importó mi resistencia y entro al baño y le puso seguro a la puerta -¿Qué haces? -dije apenas en un susurro.
-Nadie nos puede escuchar
-¿Por qué? -mi tono de voz le causo gracia a Freddy que estaño en una carcajada.
-Te alarmas por cualquier cosa.
-No es gracioso - me queje
-Jos me había dicho que te gustaba el misterio.
-¿Qué misterio hay en esto?
-Pasa que mañana es el cumpleaños de Canela, creí que querrías saberlo.
-¿Mañana? -dije alarmada. Freddy se encogió de hombros mientras asentía
-¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Te lo estoy diciendo ahora, él quizás no te lo diga porque a él no le gusta festejar su cumpleaños.
-¿Por qué? -volvió a encogerse de hombros.
-Siempre hemos ido a antros y... -se detuvo al verme -bueno nada que requiera pastel y regalos.
-Bueno, tal vez eso cambie.
-Solo no invites a su familia, eso lo arruinaría todo -eso me molesto, pero ya tendré otros cumpleaños para reunir a su familia.
