Nuestro amor es como los vampiros. Que se deshace con el sol.
Me senté en una esquina de mi balcón a observar la luna. Recordando la noche anterior en dónde todo pintaba color rosa y en donde imaginé conocer al hombre que tenía frente a mí, pero en realidad no sabía nada de él, solo lo que quería saber.
Tenía la vista borrosa gracias a las mil lágrimas que querían desbordarse por mi rostro, reprimí mi llanto en un gemido.
Esto me lo tengo merecido por tirarme al abismo sin un paracaídas, por lanzarme al agua sin saber nadar.
El pecho me quema, nunca había sentido tanta decepción. Nunca había tenido tantas ganas de salir corriendo y abrazar a alguien, como tener que retenerme y atarme al palo de mi cama, que esa idea no estaría nada mal. Así que así es como se siente un corazón roto. No puedo crees que me haya enamorado de un monstruo y no darme cuenta.
Me puse los audífonos y puse la radió, parece que todas las emisoras conspiraron contra mí. Me arrebaté los audífonos y cerré los ojos.
🌠🌠💫💫
Escuché el cantar de los pájaros, al abrir los ojos toda la luz del sol me pegó en la cara. No puedo creer que haya dormido en mi balcón. Todo el cuerpo me dolía, decidí tomarme el día y mi padre estuvo de acuerdo; siempre lo está.
Tuve la intención de ir a ver a Mariana, pero no quería causar otro escándalo ni que sufriera por mi culpa. Pero tener esa sensación me pone mal, seguro que ella la está pasando mal y no pude hacer nada. También quería cortar el árbol que estaba frente a mi habitación, pero que culpa tiene un pobre árbol.
Decidí ir a la ciudad, tome mi cuaderno y lápiz y salí de mi casa, el día estaba nublado, a mí me encantan, pero hoy se sienten más tristes de lo normal. En el camino veía a muchas parejas felices. ¿por qué ahora me doy cuenta de esas cosas?
Un perrito llegó acariciarme así que me agache y comencé a sobarle su pancita. -Pongo siempre ha tenido muy buen gusto -levanté la vista.
-Alan -dije alegre.
-Hola -me incorporé.
-Yo también tengo un dálmata.
-¿En serio?
-Si, bueno lo encontramos con mi mejor amigo.
-Deberíamos salir los cuatro -comenzamos a caminar hacía el parqué.
-Eso sería genial.
-Eso es -señalo mi cuaderno.
-Solamente son unos dibujos antiguos.
-Pues quiero ver esos dibujos antiguos -nos sentamos en unas bancas y él comenzó a ver mis dibujos
-Te gusta el universo.
-Me encanta.
-La luna te sale muy bien.
-Gracias. Sabes esta vez haré una excepción.
-¿Excepción?
-Sí, esta vez haré un humano con su mascota.
-Nunca he sido modelo.
-No te preocupes, estoy segura de que lo harás bien
-Alan se agachó dejando una pierna arriba y otra abajo, mientras tomaba el rostro de Pongo con sus dos manos. Comencé a dibujar rápido, Pongo comenzaba a impacientarse y a Alan comenzaron a dormirse sus piernas. Luego de hacer los trazos Alan se sentó a mi lado y pongo salió corriendo. Comencé hacer las sombras y rellenar los trazos.
Después de varios minutos se lo entregué a Alan.-Guau te quedó muy bien - su rostro se iluminó y no dejaba de admirar su dibujo. Eso me hizo sentir bien.
-Muchas gracias.
-Lo enmarcaré y lo pondré en mi habitación. ¿Cómo apareces en instagram?
-Ah yo no tengo - dije apenada.
-¿Facebook, twitter, snapchat, whatsapp? -negué con un ligero movimiento de cabeza. -¿Cómo te comunicas con los demás?
-Por señales de humo -solte una pequeña risa.
-Que graciosa.
- Huso cartas ¿Si sabes que aún existen? -me echó una mirada de: claro que lo sé -No tengo muchas personas con quien hablar y las únicas dos que han estado conmigo las tengo cerca, siento que la tecnología nos está arruinando de algún modo, estás más al pendiente del mundo de tu celular que olvidas lo que está pasando a tú al rededor lo que realmente importa. No necesitó una red social para que las personas me conozcan.
-Ahora me siento un tonto fanático de las redes sociales.
-No quería que te sintieras así, la verdad es que nunca antes tuve que exponer mi punto de vista, nadie antes me lo había preguntado. Pero está bien que te guste, no te juzgaré por eso, todos tenemos nuestro estilo de vida.
-Bueno pues uno de estos siempre es útil- comenzó a mover su celular -que tal si te caes a un poso, con una carta no podrás llamar a alguien, en cambio con un celular puedes llamar al 911.
-Trataré de nunca caerme a un poso -comenzamos a reír
-¿Podemos tomarnos una selfie?
-Ah... - dude un poco.
-¿No sabes? -pregunto asustado
-Sí, sé. Solo que no me gusta tomarme fotos. Me encanta la fotografía, pero no me gusta fotografiarme.
- A mí también me gusta, deberíamos de intercambiar fotografías.
-Tengo muchas en mi casa ¿Quieres venir?
-Solamente si te tomas una foto conmigo -hice un mohín y nos tomamos una selfie.
-Está también la enmarcaré. - Alan es realmente dulce, expresivo, simple y alegré. Muy diferente a Jos.
Caminamos hasta mi casa, Pongo estaba exhausto le di un poco de agua y se quedó en la planta baja. Con Alan subimos hasta mi habitación.
-Guau tienes una enorme luna en tu techo.
-Mi padre la hizo cuando tenía 5 años. -Cuando oscurece ¿brilla?
-Si y se ve increíble.
-Quiero un padre así -reímos. Le mostré mi colección de fotografías.
-Así que todo esto también lo tiene tu mejor amigo y tu padre.
-Sí.
-Tienen mucha suerte.
-¿Compartes las tuyas?
-Algo así, las llevó a una galería.
-Eso es increíble - dije emocionada.
-Puedes venir conmigo, estoy seguro de que te aceptarán. Eres muy buena.
-Gracias.
🌠🌠💫💫
La noche cayó y Alan se fue, su compañía me hizo bien. Quedamos que mañana me llevaría a la galería en dónde trabaja estoy muy emocionada. Estaba buscando las fotografías que llevaría, Alan me dijo que llevara las diez mejores que tuviera, pero no sé cuáles son las mejores.
Alguien toco mi puerta con dos golpes, sabía quien era.
🌠🌠💫💫
¿Quién cree que sea? No olviden dejar su comentario y voto en serio que me emociona que lean mi novela, pero me emocionaría más si comentaran y me dijeran que cosas les gusta y que cosas no 😚
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Hasta que las estrellas se evaporen (Terminada)
Teen FictionEl dolor que sientes no es como el fuego que puedes apagar con un poco de agua. El fuego se extiende por todo el cuerpo dejándote vulnerable a él, no puedes pensar en otra cosa más que en el sufrimiento mismo. Dejándote derrotado en el suelo mientr...