El dolor que sientes no es como el fuego que puedes apagar con un poco de agua. El fuego se extiende por todo el cuerpo dejándote vulnerable a él, no puedes pensar en otra cosa más que en el sufrimiento mismo. Dejándote derrotado en el suelo mientr...
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July
Esta mañana no me sentía bien. Amanecí con un fuerte dolor de cabeza, tome algo para calmar mi dolor, pero nada parecía funcionar, por primera vez note preocupado a mi padre tanto que no fue a trabajar, le hubiera dicho que se fuera. Pero no podía ni levantarme de la cama. Las punzadas iban aumentando. Mi padre me dio una pastilla y eso me dejó profundamente dormida.
Al despertar estaba algo mareada, tal vez era por pasar todo el día acostada.
Baje a ver si aún estaba mi padre, la verdad es que tenía mucha hambre y esperaba que mi querido padre me tuviera una deliciosa cena.
Al llegar al comedor noté que mi padre estaba hablando con Alonso, cuando me vieron llegar se quedaron callados.
-No tienen por qué dejar de hablar -Alonso se acercó a mí y me ayudo a llegar a la mesa -sabes que puedo llegar sola -me senté en una de las sillas.
-Sabes que me gusta ser caballeroso -me dio un beso en la frente y se sentó en la silla que se encontraba a mi lado -me preocupo no verte en clases. Estoy aquí desde la tarde.
-¿Hicieron mucho? No sé que me paso hoy. -note como Alonso y mi padre intercambiaron miradas.
-Serviré la cena. - mi padre comenzó a poner los platos en la mesa y a servir la comida.
-Ariel te manda saludos.
-Al menos mi enfermedad sirvió para que ustedes estuvieran solos - moví mi dedo de forma picarona en su brazo.
-No digas tonterías. Somos amigos, así como tú y yo.
-Tú y yo, somos mejores amigos; hermanos. No tienes eso con Ariel lo he visto. Ya no lo niegues, no a mí.
-Cambiando de tema, Jos se vio preocupado por ti. Ayer paso la noche en mi casa.
-Escuche gritos provenientes de su casa anoche. -comencé a devorar la pasta que hizo mi padre.
-Discutió con su familia, por eso fue a mi casa.
-¿Sigue peleando con Freddy?
-No, ya se arreglaron. Él quería hablar contigo, Para disculparse.
-¿De verdad? -Alonso asintió mientras se llevaba un bocado de comida a la boca.
-Ese tal Jos me cae bien -se sentó mi padre con nosotros.
-Porque no lo conoces bien.
-Tú tampoco lo conoces bien -me acusó Alonso.
🌠🌠💫💫
Las palabras de Alonso me retumbaban en la cabeza. Y me dolía aceptar que tenía razón.
Me puse al día con los apuntes de mi mejor amigo. Quería distraerme y pensar en algo que no fuera Jos.
