El dolor que sientes no es como el fuego que puedes apagar con un poco de agua. El fuego se extiende por todo el cuerpo dejándote vulnerable a él, no puedes pensar en otra cosa más que en el sufrimiento mismo. Dejándote derrotado en el suelo mientr...
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El hijo pródigo regreso, en este caso el novio pródigo. Ninguno de los dos dijo nada, su rostro no mostraba ninguna expresión. No sé que decía mi rostro, pero sé que mi mirada mostraba mucha decepción. Cuando camine hacia la puerta, Jos se levantó y camino detrás de mí.
-¿Piensas decir algo? - giré a verlo.
-¿Puedo defenderme? -sus palabras salían torpemente. Al parecer fue hacer su tradicional fiesta.
-Es mejor que te vayas -apreté fuerte la mandíbula para no romper en llanto, no por ser débil o frágil, sino porque me emputaba saber que nada de lo que hiciera haría cambiar en algo a Jos.
-No quiero -a pesar de que hablara con torpeza, podía sentir el pesar que le causaban mis palabras o mi expresión misma.
-Quiero que te vayas, mañana que estés
-No, dime lo que tengas que decir ahora -trato de caminar, pero sus pasos eran torpes y término cayendo, se sostuvo del marco de la puerta y se recostó en ella, su vista se quedó clavada en el cielo -temo que si me voy no querrás que vuelva a regresar. -yo también temo eso.
-¿Sabías lo de la fiesta? -él asintió lentamente.
-Lo lamento. Yo... Creo que me sentí abrumado.
-¿Abrumado? - solté con ironía
-July. La última vez que tuve una fiesta de cumpleaños fue cuando tenía 10 años y fue la última vez que mi padre estuvo conmigo. La razón por la que no quise celebrar mi cumpleaños desde entonces es porque no quiero recordar mi antigua vida.
-Pero era cuando realmente eras Feliz.
-Ahora es cuando realmente soy feliz, cuando estoy contigo.
-Ahora no estamos hablando de eso.
-Cuando escuche a Freddy hablar de la fiesta me entro una ansiedad horrible, a tal punto de entrar en pánico. Lamento haberte decepcionado otra vez, en serio lo lamento -hundió su rostro entre sus piernas y pude escuchar sus sollozos. Me senté a su lado.
-Yo lamento haber hecho todo esto sin siquiera pensar en lo que eso te produciría. Solo quería que fuera especial.
-No ves que con solo estar a mi lado, cualquier cosa lo hace especial -tomo mi mano y se la pego al pecho. -te amo July.
-Ahora no -susurré. Comenzó a ponerse de pie y me ayudo a levantarme.
-Vendré en la tarde, si aún quieres verme.
-Tal vez sea mejor que nos miremos el lunes en la escuela -note cierto enojo en su mirada, pero asintió y comenzó a bajar, cerré la puerta y me tumbe en la cama.
No estaba acostumbrada a lidiar con estas peleas, a pensar tanto que la cabeza y el corazón dolieran tanto. Quería dejar pasar eso y dormir tranquila, pero se me hacía imposible, sé que Jos me necesitaba y yo le necesitaba a él, pero estar con él terminaría por sacarme canas verdes.
Desperté a eso del medio día. Al bajar noté a mi padre y Alonso viendo la televisión, sé que mi padre está furioso con Jos por eso no le dije que viniera, voy a esperar a que a mi padre se le baje el enojo.
-Buen día -me senté al lado de Alonso y simulé ver lo que sea que estuvieran viendo. Pero mi mente solo divagaba a lo que estuviera haciendo Jos. Quería estar enojada con él, eso hubiera funcionado si no me hubiese explicado la razón por la que no fue a la fiesta y prefirió ir a emborracharse. Ni siquiera sé como va a estar mañana.
De reojo vi que mi padre se levantó para ir a la cocina.
-Él vino a verte verdad. -Alonso comenzó hablar conmigo, pero aún con la vista puesta en el televisor.
-Sí.
-Me llamó hace un rato, preguntándome como estabas. Todos están muy enojados con él, incluyendo tu padre.
-Lo sé - dije desparramándome en el sofá
-¿Y tú? -esta vez volteo a verme. Clave la vista en mis manos.
-Ayer lo estaba, pero cuando vino a decirme sus razones, simplemente yo.
-¿Ahora con qué salió?
-Creo que puede ser un trauma psicológico, no lo sé. Él no está bien y si lo dejo.
-Estaría peor. -asentí.
-Ya no puedo estar lejos de él.
-Ni él de ti. July como tu mejor amigo está en mi obligación conducirte por el lado del bien, pero Jos también es mi amigo y de alguna u otra forma siento que él quiere que interceda por él.
-Solo quiero que él esté bien, pero bien de verdad. Que su felicidad no dure solo unos segundos. Aún hay muchas cosas sobre él que no sé.
