La reacción de todos me confortó, no dijeron mucho sobre mi cambio de look más que lucía genial, creí que dejar mi cabello sería la parte más difícil, pero creo que me ayudó a aceptarme más y a sentirme más fuerte. A veces es necesario un cambio radical.
Todos estábamos en el aeropuerto esperando a Jos, es raro que aún no esté aquí. Después de 15 minutos veo a Jos a través de las personas, lleva una maleta en la mano, viste una camisa gris, unos jeans negros, unos converse negros y una gorra negra, pero no veo sus alocados cabellos salir de la gorra.
Al verme sonríe y me deposita un beso en los labios-¿Lista? -pregunta emocionado.
-Ah, si -aún seguía buscando sus cabellos, lo notaba raro. Le quité la gorra y no podía creer lo que estaba viendo -¿Qué hiciste? -solte alarmada.
-Quería verme igual a ti
-Pero no tenías que hacerlo.
-¡Ay! Pero qué tierno -comenzó a bromear Freddy.
-Cállate Leyva -Jos se volteó a su amigo, pero luego se giró nuevamente hacia mí.
-Todos necesitamos un cambio radical.
-Gracias, amor. -sus ojos se abren como platos.
-¿Así que solo tenía que raparme para que me dijeras amor? - sé que nunca lo había llamado de esa forma, pero a pesar de que nunca se lo había dicho, él siempre será mi amor - hace tiempos que me hubiera rapado.
-No exageres -digo apenada
- Me encanta cuando te sonrojas -se acerca a mí mordiendo la parte baja de mi oreja, pasando una electricidad por todo mi cuerpo, explotando en calor por todo mi rostro. Él sonríe y muerde mi labio inferior dejando un beso en el mismo.
-Bien, par de tórtolos, su vuelo está por salir -llega Freddy a separarnos -disfruten su viaje - no sé por qué su tono se oía juguetón, ¿y si Jos piensa? Ay Dios.
-Ya vete -Jos lo empuja.
Freddy me da un abrazo -Tú tranquila
-Sabes que no me ayudas.
-Vayan a comerse a New Nork -Ariel y Alonso se despidieron de mí.
-Serán los pelones más tiernos -todos rieron ante la broma de Bryan.
-Gracias -digo sarcásticamente.
-No olvides tomar muchas fotos
-Tomaré muchas para ti -le di un abrazo a Alan, Jos llego a jalarme
-Bien, nos vemos el lunes.
-Cuídala bien -le advierte mi padre
-Con mi vida.
-Adiós pa -lo envuelto en un abrazo
-Sigue las instrucciones al pie de la letra
-Lo haré -grito Jos mientras nos alejábamos.
Subimos al avión.
Estaba nerviosa, jamás había subido a un avión.El avión comenzó a elevarse y me tensé un poco, sentí la cálida mano de Jos sobre la mía.
-Todo estará bien -su mirada me tranquiliza, Dios como puedo amarlo tanto -deje caer mi cabeza sobre su hombro.
Comenzó a cantar para tranquilizarme, nada mejor que su voz para hacerlo.
Después de un largo rato comencé a ver los edificios a través de mi ventana, una vista realmente hermosa, saque mi cámara para tomar una fotografía de ese gran espectáculo, los últimos rayos del sol atravesando las ventanas de los edificios, me aleje un poco para incluir a Jos en la fotografía, hermoso al igual que el fondo que lo acompañaba.
Al aterrizar, baje algo mareada. Pero nada que no pudiera controlar.
Logre ver a un tipo bien vestido parado frente a un auto negro muy elegante con un rótulo que indicaba que nos estaba esperando.
-Hola, Rolando -Jos lo saludo.
-Señor Canela -Jos volteo los ojos.
-Creí que la formalidad había quedado atrás.
-Lo siento, señor -antes de que terminaran tomo una pausa -Jos
-Mucho mejor. Te presento a mi novia, July -Rolando, puse cara de asombro para luego saludarme.
-Mucho gusto, es la primera vez que él señ.. Que Jos presenta a una novia.
-Es porque es la primera -Jos deposita un beso en mi frente y yo siento mi rostro enrojecerse.
-Mucho gusto Rolando -digo apenada.
Subimos al auto, tomada de la mano de Jos, viendo los edificios, apreciando cada cosa, se siente tan bien. Me sorprende que Rolando no haya mencionado nada sobre nuestros cabellos, quizás Jos habló antes con él.
Al bajar del auto siento el frío de diciembre en mi rostro. Me coloco un gorro de lana y frotó mis manos.
Comienzo a notar la enorme casa que hay frente a nosotros. Una hermosa casa.
-Aquí crecí -la voz de Jos me saca de mi asombro, pero noto cierta melancolía en ella. Tomo mi mano y comenzamos a caminar hacia la entrada, Rolando se encargó de llevar las maletas. Al entrar me quedé aún más asombrada, una casa muy reluciente, todo muy bien amueblado, sacada como de una película. Veo a un hombre alto, apuesto y muy varonil salir del despacho.
-Llegaron -su voz tan varonil como su porte.
-Creí que ya no te encontraría.
-Hice tiempo para verlos, pero ya estoy por salir. ¿Así es como le hablas a tu padre después de tanto tiempo? -el señor se acerca y le da un gran abrazo a Jos, noto la incomodidad en él, pero sé que deseaba tanto ese abrazo aunque quiera aparentar lo contrario -tú debes ser July
-Sí, señor.
-Llámame Roberto.
-Mucho gusto, Ro..berto -la informalidad no va conmigo y menos con un señor tan distinguido y padre de Jos, mi novio.
-Tendremos tiempo para que te acostumbres, eres muy linda, me alegró que al fin Jos haya sentado cabeza, pensé que siempre sería un rompe corazones. -Sonreí avergonzada -ahora podrá casarse y seguir mi legado siendo un hombre responsable -su comentario me tomo por sorpresa, consideré que Jos había hablado con ellos, ¿o solo era Rolando siendo discreto? -¿Dime se cortaron el cabello para ser iguales?
-Perderás tu vuelo si sigues hablando -la frialdad en la voz de Jos me recordó al chico que conocí hace mucho.
-Bien, la casa es suya. No hagan tanto desastre -el señor Canela tomo sus maletas y salió de la casa.
-Lamento eso - su voz aún tenía ese tono frío, pero trata de suavizarlo cuando me habla -planee esto sabiendo que él no iba a estar.
-Tranquilo, quizás esto ayude a que arregles todo lo que te atormenta -le acaricie la mejilla -quiero irme sabiendo que el pasado ha dejado de atormentarte.
-El pasado es pasado, ahora quiero vivir mi presente.
-Tienes que amigarte con tu pasado para disfrutar tu presente y mejorar tu futuro - el sonríe
-Eres todo un caso
💫💫💫💫
Una nueva aventura para esta loca pareja.
Déjenme en sus comentarios que les pareció este capítulo y no olviden dejarme su voto ❤⭐
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Hasta que las estrellas se evaporen (Terminada)
Teen FictionEl dolor que sientes no es como el fuego que puedes apagar con un poco de agua. El fuego se extiende por todo el cuerpo dejándote vulnerable a él, no puedes pensar en otra cosa más que en el sufrimiento mismo. Dejándote derrotado en el suelo mientr...