Capitulo: 8

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¿Qué es lo que está diciendo?...

- Ese niño... -me acerque a la mesita-.

- T-Tn -se acercó a mi- ¿pasa algo?

- Kee...viin-dije casi en un susurro inaudible-.

-Hey Tn... ¿T-Te encuentras bien?

- Kevin Jonas ... ¡YO LO MATOOOOO! -ok, puede ser que mi furia haya aflorado a mil-.

-T-Tranquila Tn, hablemos sobres esto, p-pero primero suelta esa lampara.

- ¡¿Enserio ese niño se fue de fiesta cuando yo llegue?! -si, quería matarlo con mis propias manos, era comprensible que quizás no quisiera ir a buscarme porque se encontraba cansado y más aún por haber salido hasta la madrugada la noche anterior, pero haber trasnochado y preferir seguir de fiesta en vez de presentarse a su futura esposa es pasarme a llevar-.

-.. Jonas... -mi voz se ponía ronca-.

- Tn, l-la lampara -me señalaba que la dejara en la mesita mientras se cubría como podía tras Klen-.

-Creo que alguien ya se enteró del modo de vida del príncipe de la casa -rió

-¿Qué? -me volteé y vi a un chico muy alto tras de mi-.
- Hola Tn, yo soy Pedro, pero puedes decirme solo Pepe -se sentó en el sofá y continuo- Así es nuestro pequeño Kevin, es difícil acostumbrarse al principio pero lo lograrás.

- ¿Difícil al principio? -no estoy entendiendo- ¿de qué me perdí?

-¿Recuerdas que te mencione que nuestro padre quiso que se casara contigo?

- Si, ¿Qué hay con eso? -por fin baje la lampara que sostenía en mis manos por sobre mi cabeza-.

- Nuestro padre quiso que se casara contigo porque eras buena estudiante en la universidad, reflejabas excelentes calificaciones y presentabas una hoja perfecta e intachable, por eso pensó que eras un buen prototipo de esposa y quizás eso ayude con la mala imagen que Kevin le da por su parte a la familia.

"¿Qué es lo que está diciendo?..."

Pepe me hizo una seña para que fuéramos todos a sentarnos a la mesa del comedor, Jonathan y Tomas fueron por lo que él preparo y ya en la mesa nos dispusimos a cenar, por mientras, los chicos me explicaron mi supuesta situación sobre mi "relación" con Kevin, fue como un balde de agua fría en todo mi cuerpo, ahora comprendí porqué a su padre no le importo que fuéramos unos completos desconocidos, solo le basto que fuera hija de alguien a quien él conocía y saber que yo era una mujer atenta y que proyectaba una buena imagen, el hombre simplemente quería ocultar las faltas de su hijo tras de mí, no le importaba si había o no amor en este compromiso, solo le importaba que su hijo menor se casara para tener una cuidadora y una pantalla para las fiestas y reuniones familiares. Fueron muy atentos al contarme como era su historia, las fiestas que nunca acababan, el dinero que desperdiciaba a montones, en las peleas que le gustaba meterse y sobre las innumerables chicas que pasaban por sus manos, si, muchas, la boda era una pantalla, una ilusión y él podía seguir haciendo lo que quería mientras que yo lo acompañara para que no ocasionara problemas, básicamente sería su niñera y una más de su lista, esto no está bien porque... definitivamente, siendo sincera conmigo misma, esperaba algo diferente.

- Ya es un poco tarde, deberíamos irnos a la cama -dijo algo somnoliento levantándose de su asiento-.

- Opino lo mismo, será mejor descansar.

- Bien, en ese caso me iré a la habitación -hable levantándome igual y siguiendo a Pepe quien me mostraría mi cuarto-.

Todos subimos a la segunda planta, Mario y Klen me ayudaron con mi equipaje dejándolo en la habitación que prepararon para mi llegada, me despedí de cada uno de los chicos y me dispuse a recoger mis cosas para luego entrar a la habitación, ... quedé enamorada el cuarto era precioso, realmente no podía dejar de mirar los mueves, la cama, las almohadas y la decoración, en la habitación predominaban los tonos grises, blancos, negros y rosas- "Definitivamente estaré cómoda aquí"- solté una risa por lo bajo, debía admitir que quedé muy a gusto con el lugar.

-  Así que aquí estoy -me tiré a la cama- en mi nuevo hogar...-pasé un par de minutos mirando el techo y pensando en mi partida de ___  junto con mi llegada a Estados Unidos - ¡Es cierto, ya me estaba olvidando! -me levanté velozmente y corrí a mi bolso- ¡Aquí estas!

Me dispuse a sentarme en un pequeño sillón y digitar el número telefónico de mi familia, tecleaba veloz pero cada vez mis dedos iban más lentos al ver la hora que estaba en la pantalla, ya era tarde y probablemente todos ya estuviesen durmiendo en casa, pasé tanto tiempo con los chicos que las horas se me pasaron volando hasta el punto en que se me olvido el cambio de horario que había entre mi país y aquí, estaba algo deprimida puesto que quería escuchar las voces de mi familia, solo me quedo escribirle un mensaje a mi hermana para no preocuparla y que supiese que estaba bien, MENSAJE ENVIADO, escuchar ese sonido me deja un poco más tranquila. Pasado algunos minutos me quedé desempacando mis cosas aprovechando que debía ponerme mi pijama, fue rápido el colocar la ropa en su lugar, pero ¿Dónde rayos está la pijama?, me di una palmada en la frente al recordar el momento exacto en donde lave esa prenda de ropa y jamás la recogí, "Excelente Tn, ¿ahora qué usarás?", no quería dormir con la ropa que traía puesta, lo pensé dos veces, trague saliva y salí de mi cuerdo en dirección a las habitación que estaban en el pasillo, sin mucho esfuerzo vi como una luz salía de una de las habitaciones, me acerque y sin más remedio llame a la puerta tratando de no despertar a los demás.

- ¿Si? -abrió sorprendido al reconocer aquella silueta- ¡Tn!, ven pasa.

- Gracias -entre al lugar y pude ver a un José durmiendo plácidamente y a un Klen sonriente- ¿Aún sigues despierto?

- Si, dormí mucho durante el día antes de salir a buscarte, ahora terminaba de hablar con Mario sobre un par de cosas de la empresa, probablemente ya me vaya a dormir a mi habitación.

- ¿Y tú por qué aun sigues despierta? -pregunto algo extrañado- ¿No puedes dormir?

- La verdad es que -me avergoncé- quería saber si tenían algo para dormir, resulta que se me olvido traer mi pijama.

- ¿Solo es eso? -rio mientras caminaba por la habitación, se detuvo en unos cajones y saco una polera grande- ¿Te servirá esto?

- Si Si, con esto está bien -tome la prenda muy agradecida- de verdad lamento haberlos molestado.

- No te preocupes, si necesitas algo solo avísanos -se acercó a mí y nuevamente acaricio mi cabeza- ahora ve a dormir que mañana te espera un largo día.

Asentí y me despedí de ellos, me devolví a mi cuarto y me cambié mi vestido por la polera para dormir, ya en la cama abrí las colcha, edredones y me metí dentro de estas, apague la luz de la mesita de noche y poco a poco sentí como mis ojos se comenzaron a cerrar a causa del sueño, no paso mucho tiempo y logre quedarme dormida, por alguna razón me sentí feliz aquí, por fin luego de días sentí que podía dormir en paz.

[martes, 04:00 am.]

Debe ser una broma, ¿qué demonios está pasando?, era de madrugada y me desperté de golpe al sentir ruido en la primera planta, al principio me asuste, pero no pude evitar sentir curiosidad, me levanté de la  cama y abrí cuidadosamente la puerta para no meter ruido y despertar a los chicos, camine descalza por el pasillo e intente bajar lo más sigilosa posible por las escaleras, "¿Tn por qué eres así? ¡Te meterás en problemas!", mi cabeza no paraba de repetir aquello, pero lo único a lo que estaba completamente atenta era en aquel sonido, eran unas pequeñas risitas que provenían de la cocina, no tarde mucho en llegar a ese cuarto, ahí vi un par de figuras en la oscuridad, poco a poco sentí como una de ellas poso sus ojos en mí, envuelta en miedo no lo pensé dos veces, prendí la luz y para mi sorpresa...

- ¿Q-Qué es esto? -solté bajo mirando a la pareja que se encontraba en la habitación en una posición...

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora