Capitulo: 46 Solo quiero amar y ser amada, ¿es eso tan dificil?

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Es un día tranquilo en la ciudad y últimamente no he tenido tiempo de darme gustos por estar trabajando como niñera durante toda esta semana, ha sido mucho esfuerzo ya que el empleo a fin de cuentas no es tan fácil, pero todo esto lo vale para poder tener el dinero suficiente para pasar el mejor día de la vida junto a mi novio Christopher, quien se encuentra de cumpleaños. Hoy tuve la brillante idea de sorprenderlo, le dije que me había salido un trabajo de último minuto y que la chica me necesitaba con urgencia por la mañana, él acepto eso y me dijo que no había problemas puesto que podríamos vernos por la tarde, coordiné con su madre para que me dejara el día anterior las llaves de su casa ya que ella debía trabajar ese día y le pareció un bello gesto la sorpresa que quería darle a su hijo, así que apenas desperté tome el regalo que le compré y salí corriendo de mi casa hacia la pequeña tienda en donde iría a retirar su torta favorita, no demoré mucho haciendo mis cosas, eran las 11:15 am. y yo ya me hallaba fuera de su casa.

Estaba muy ansiosa, nunca había hecho esto y tenía sentido ya que él es mi primer novio formal, me acerque rápidamente a la puerta trasera y con sumo cuidado introduje la llave en la cerradura para abrir, al estar en la cocina dejé la torta en la mesa para poner las velitas, inflé un par de globos y cuando ya me encontraba lista tomé su regalo rumbo a su habitación,...sin embargo, al llegar a la sala comencé a sentir unos ruidos extraños, mi mente se quedó en blanco en ese momento.

- ¿Esos...son gemidos? -mi voz era muy baja puesto que con suerte me llegaba algo de aire-.

Mis movimientos fueron automáticos, dejé la bolsa en el suelo y sigilosamente subí las escaleras, mientras mis oídos se llenaban cada vez más de esos sonoros ruidos provenientes de la habitación de mi chico, cuando llegué en frente de la puerta los gemidos y el sonido de la cama eran demasiado fuertes ya que la puerta estaba entreabierta, sin mucho que perder la abrí lentamente encontrándome al chico que tanto amaba con la maldita peliroja que me hacia la vida imposible en la universidad.

- C-Chris...-mil lagrimas rápidamente se deslizaron por mis mejillas al ver tan horrible escena en frente de mi-.

Sobre esa cama en donde yo me había entregado al hombre que creía que sería el amor de mi vida estaban Isabella y Chistopher teniendo sexo, verlo a él sobre ella penetrándola fue la imagen más dolorosa que había visto, los sonidos de la marquesa chocando con la pared, de las piernas de él chocando con los muslos de esa perra y esos gemidos llenos de placer me mataba, no tardaron mucho en darse cuenta de mi presencia cuando me atreví a entrar al cuarto.

- A-Amor, ¿qué es lo que haces aquí? -se salió sobre ella e intento tapar su miembro con el cobertor-. 

- Solo vine a desearte un feliz cumpleaños Chris...-bajé mi mirada, realmente estaba muy molesta- fue una sorpresa con la que me ayudo tu madre.

- Tn te juro que esto no es lo que parece.

- ¡Te estabas montando a esa peliroja y me dices que no es lo que parece!

- ¿Chris de verdad vas a darle ese discurso? -la chica solo se recostó y se acomodó en la cama- que yo recuerde este "no es lo que parece" se ha repetido como siete veces.

-¿Q..Qué? -no podía creer lo que acababa de escuchar-.

- ¡Isa podrías callarte! -se veía bastante nervioso, no había forma de que se escapase de esto-.

- ¿Isa? ¿tan cercanos son?, hasta donde yo sabía cada vez que la mencionabamos cuando hablábamos te refinarías a ella como "la zorra" de la universidad.

- Bueno, para que veas que tu noviecito tiene otros gustos al parecer -se sentó en la cama, esta vez dejando visible su cuerpo- y muchos mejores a comparación tuya.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora