Capitulo: 9 No tuve interés en reconocerte

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- ¿Q-Qué es esto? -solté bajo mirando a la pareja que se encontraba en la habitación en una posición comprometedora-.

- ¿Y tú quién diablos eres?

Trágame tierra, yo y mi estúpida curiosidad, sé que el mejor escenario era quedarme en cama y seguir con mi sueño restaurador, pero no, torpemente decidí bajar a la cocina para encontrarme con una pareja en las suyas, no veía muy bien ya que no tengo tan buena vista y porque quedé aturdida por la luz que encendí, ok, y quizás porque aún estoy un tanto dormida, en el lugar la mujer se encontraba con un top ajustado y una mini falda sentada con las piernas abiertas sobre la mesa abrazando por el cuello a un chico que se encontraba entre estas, era casi imposible no ponerme nerviosa ante aquella situación, me sonroje por la vergüenza que sentí en el momento y más aún por el tono de voz de la pregunta saber que aquellos chicos podían estar molestos.

- Te lo volveré a repetir -se bajó de la mesa quedando junto al chico- ¿Quién diablos eres?

- Oye Deborah, tranquilízate -abrazándola por la cintura y mirándome fijamente- debe ser la novia de alguno de mis hermanos.

- Tienes razón Kookie, pensé que podía ser una ladrona o algo así jeje.

Realmente me pasó por una ladrona, ¿enserio tengo esa pinta?, esta mujer se ve insoportable y su tono de voz conmigo no me gusto para nada, ¿qué se cree?, independientemente de quién sea ella debería... esperen... que yo sepa aquí viven los hermanos Jonas y actualmente yo, este chico no me conocía pero..., rápidamente refregué bien mis ojos mientras caminaba en dirección a ellos, al sacarlas manos de mi vista quede perpleja, era Kevin, el chico de las fotos de mi teléfono, "haber... Tn recapitulemos, te acabas de encontrar a tu prometido por primera vez en la cocina y ESTE PEDAZO DE IDIOTA ESTA CON UNA CHICA, ¿debe estar jugando, no? ¿Ni siquiera sabe quién soy?"

- Ya te he dicho que no me gusta que me digas así -le hablo a la mujer algo molesto y luego volvió su mirada hacia mi- será mejor terminar esto en mi cuarto, me parece que ocuparan este sitio.

- Oye no seas así, sabes que me encanta llamarte de esa forma.

- ... -¿de verdad no sabe quién soy?-.

La chica caminó por delante de él, probablemente conocía perfectamente el camino hasta su habitación, el chico se quedó unos minutos más viéndome y siguió su camino, al pasar a mi lado seguí con mi posición, no entendía cómo era posible que no supiera de mí y mucho menos que no tuviera idea de qué día llegaba yo como para relacionar mi presencia en este lugar, "debe ser la novia de alguno de mis hermanos" hipotéticamente la tuya idiota, tomé algo de aire sin voltearme a verlo, me sentía tranquila y eso era buena señal.
- ¿Ni siquiera tuviste tiempo de mirar alguna foto mía? -pregunté en tono calmado mirándolo de perfil- Pensaba que lo harías, aunque sea por curiosidad Kevin.

Él se detuvo en seco, la mujer lo miro extrañada ante mi comentario, él solo se volteó a verme y no pronuncio ni una sola palabra, todo el lugar se quedó en silencio, fue casi imposible no sentirme incomoda por su mirada, me veía de arriba abajo algo perdido.

-Conoces mi nombre, tú debes ser ... -se veía que no hacía mucho trabajo por recordar- ¿Cómo era?

-No interesa, ya me voy a la cama, buenas noches -fue lo último que dije antes de salir de la cocina e ir hacia la escalera para irme a mi cuarto-

Era algo deprimente, no se dio ni el tiempo de saber de mí, quizás está en contra del compromiso, pero por lo menos podría poner algo de su parte, la decisión es de su padre después de todo, aun así, podría, aunque sea pensar un poco en mí ya que hasta sus hermanos se dieron el tiempo para conocer más sobre mí, sin dejar de lado su descaro de estar comprometido y seguir metiendo mujeres a su cama. Me acosté nuevamente e intenté pegar mis ojos, mi mente estaba en otro lugar, siendo sincera específicamente en las voces que aun lograba escuchar..

Era algo deprimente, no se dio ni el tiempo de saber de mí, quizás está en contra del compromiso, pero por lo menos podría poner algo de su parte, la decisión es de su padre después de todo, aun así, podría, aunque sea pensar un poco en mí ya que hasta sus hermanos se dieron el tiempo para conocer más sobre mí, sin dejar de lado su descaro de estar comprometido y seguir metiendo mujeres a su cama. Me acosté nuevamente e intenté pegar mis ojos, mi mente estaba en otro lugar, siendo sincera específicamente en las voces que aun lograba escuchar a lo lejos, de a poco sentí a más de una persona subir por la escalera, "idiota" pensé, me senté en la cama y busque en la mesita mi teléfono y mis audífonos, "realmente no estoy para esto", puse la música lo más alto que pude e intente perderme en el sonido, puede que esté exagerando pero quería hacer de este compromiso algo positivo o verlo así, pero al parecer posiblemente no podré hacerlo pese a que quiera.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora