Capitulo: 3 Decisión drástica

243 16 0
                                    


Mis lagrimas comenzaron a asomarse por mis ojos, no podía creer lo que mi padre estaba diciendo, casarme con el hijo de un empresario, un chico al cual no conocía en lo absoluto, ¿me vendió?, vendido a su hija por salvarse a él, ¿es una broma de mal gusto?, pagaré por los errores de otra persona, esto no puede ser verdad.
Pronto llego mi madre y mi hermana a la habitación, mi padre salió del lugar a penas caí al piso, mi madre me abrazaba mientas sollozaba junto a mí, la abrace con fuerza y miraba como Sarah lloraba mientras me acariciaba mi cabeza, era cierto, no era un mal sueño sino que era la realidad, me hubiese encantado tirar todo los papeles que tenía mi padre en su escritorio y decirle que no aceptaba tal estupidez, pero no era solo él, si la empresa caía también mi madre, mi hermana y yo, apreté mis puños y mire hacia techo, "No lo hagas por él, hazlo por ellas" era todo lo que escuchaba en mi cabeza, luego de unos minutos mi padre volvió con un vaso con agua en la mano, se acercó a mí y me lo entrego, actué con calma y trate de relajarme aún más, bebí un poco y tome aire.

-Kevin Jonas, él es uno de los hijos del empresario más famoso de Estados Unidos.
-¿Kevin Jonas ?... -Dije-.
-T-Tn -pronunció por lo bajo-.
-Hija...
-¿Qué sucede? -soltó él sin entender-.
-Kevin Jonas... -por fin logré ocupar mi cabeza en algo e hice memoria- El hijo menor de siete hermanos, cuyo padre es el empresario con más prestigio en Estados Unidos... -hice una pausa para luego observar con ojos llenos de furia a mi padre- y el mafioso más temido, chantajista y respetado que hay.  
Nuevamente el silencio se apodero del lugar, nadie dijo absolutamente nada, me gire para ver a mi madre... , ella es una gran mujer, trabajaba como enfermera en el hospital más importante de la capital, dejo su trabajo cuando me tuvo a mí ya que encontró que debía retirarse para poder encargarse completamente de su hija, seguí con mi mirada a Sarah, quien tenía la mano sobre su boca calmando su sollozo, ... ese anillo en su dedo era precioso, entiendo las palabras de mi padre al decir que yo era su "única carta", puesto que mi hermana estaba casada hace más de 1 año con uno de sus principales accionistas en la empresa, era imposible que cancelara ese matrimonio para casarla nuevamente con otro hombre, en vez de hacer tal acto era demasiado obvio que su hija menor y soltera seria la clave para salvarlo de la enorme catástrofe en la que él se había metido.

-Veo que lo conoces, es extraño en ti -sentándose en el sillón-.

-Leo bastante y me informo, eso es muy distinto a "conocer" -remarque esta última palabra- Sé quién es el empresario más grande en Estados Unidos por los reportes y por los diarios, no es difícil imaginar a alguien más que sea un "modelo" de empresario y que tenga 7 hijos.

- Si ese es el caso sabrás algo sobre los chicos.

-Solo que son siete y algunos que otro nombre se me hacen familiar -me levanté y me quedé de pie- fuera de eso, no sé quiénes serán esos sujetos.

-Yo creo que ya es demasiado por un día -limpiando sus lágrimas- Tn vamos a tu habitación.

- O-Opino igual -mi madre se incorporó parándose junto a mi padre- fue un día demasiado impactante y agotador para todos, por lo menos para mí y ustedes niñas -miro a mi padre por unos segundos- tendrán cosas que hacer, lo queki es yo, tengo un par de cosas que seguir hablando con su padre.

-De acuerdo, en ese caso nos vemos después mamá.

-Si no hay nada más de que hablar, me retiro.

Fui acompañada por mi hermana hasta la segunda planta, abrí la puerta de mi habitación y le hice una señal de que podía entrar, me senté un instante en la cama y al tiempo después me tiré hacia atrás apoyando mi cuerpo en aquel colchón que tanto me encantaba.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora