Capitulo: 16 Algo sucedera

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-Gra...Gracias -le dedique una sonrisa tierna y algo temerosa-.

Él solo me seguía observando y al cabo de un momento hizo lo mismo pronunciando un "de nada", me fui a mi habitación y entre al cuarto de baño, estuve dentro unos 20 minutos aproximadamente, la verdad es que su consejo me sirvió, si bien aún no me daba sueño pude meditar mejor sobre la situación que acababa de pasar con anterioridad, ya me encontraba un poco más tranquila y eso era bueno, luego de la mala situación que pase con Adam, probablemente fue ahí donde todo el alcohol se fue de mi cuerpo, me sentía bien aunque algo cansada, seque mi cabello y lo alise para evitar el frizz que solía ser mi némesis, busque algo que ponerme y encontré la polera que me regalo Klen para que la ocupara como ropa de dormir, me la puse y salí de mi cuarto, ya habían pasado varias horas desde que había comido algo y mi estómago ya comenzaba a rugir, baje las escaleras y fui a la cocina para prepararme algo, al llegar me sorprendí al encontrar a Kevin en short y polera de dormir, estaba tomando agua y se encontraba con el cabello húmedo, probablemente hizo lo mismo que yo.

- ¿Aun sigues en pie? -me miro algo sorprendido-.

- Si, es que no puedo dormir con el estómago vacío -sonó haciéndose presente- ¿ves? Me prepararé algo.

- Te creo -rió- pero ya es muy tarde, te demorarás mucho, mejor pidamos una pizza.

- ¿Se puede a esta hora?

- Claro que si, en algunos lugares hacen reparto, no te preocupes, yo me encargo.

- De acuerdo -sonreí-.

Tomo su teléfono, marcó el número y llamó, sabía manejarse mucho en eso pues parecía que conocía al chico que contesto al otro lado de la línea, habían dicho que tardarían unos 15 minutos como máximo en llegar, estaba feliz, al fin comería algo y seria comida deliciosa, nos fuimos juntos a la sala a esperar al chico, no pude evitar notar la mirada de Kevin sobre mí, por un momento recordé la mirada penetrante que sentí en el Club, sacudí mi cabeza y volví en mí, él al principio se veía pensante y luego se puso algo serio.

- Es linda esa polera tuya Tn.

- No es mía, es que tuve un problema con mi pijama al llegar y como no tenía que usar los chicos me prestaron algunas prendas que no ocupaban -me apunte a mí misma- esta es de Klen .

- Si, se me hacía conocida ya que esa la ocupaba bastante -camino hasta la escala- pero no está bien que ocupes ropa ajena.

Fue lo último que dijo antes de subir a la segunda planta, sentí que entró a su habitación así que no quise ir a molestarlo, prendí la televisión y me quedé viendo un programa de Idols, me estaba entreteniendo viéndolos, eran muy divertidos y había tanto hombres como mujeres, estaba tan atenta a la pantalla que no sentí al chico que se encontraba tras mi espalda, me tiro algo en la cabeza lo cual cayo luego a mis piernas.

- ¿Y esto? -la estire para verla bien- ¿es una polera?

- Si, no creo que sea bueno que ocupes ropas que sean de otro hombre -se sentó a mi lado- si necesitas algo para dormir ocuparas eso.

- ¿Estás bien con esto? -era demasiado raro en él y la verdad no quería que lo hiciera porque se viese obligado a hacerlo-.

- Si -se recostó más en el sofá- cada vez que necesites una solo me lo pides.

- D-De acuerdo, gracias por el detalle -estaba algo en shock, qué le había pasado-.

Hablamos bastante tiempo, no era tan mala persona como yo pensaba, por primera vez pudimos hablar tranquilamente y sin miradas de odio o mala cara, era agradable cuando estaba así, "su sonrisa era linda" pensé, podría jurar que en más de una ocasión me sonroje sin motivo alguno, mientras él no lo note creo que no hay problema, estábamos riendo viendo el programa cuando tocaron la puerta, por fin llego la comida, él fue a abrir y le entregó el dinero al joven, estuvieron conversando un momento, luego se despidieron y cerró la puerta, se sentó nuevamente en el sofá y colocó la caja entre nosotros, seguimos hablando mientras comíamos los trozos de pizza, nos la estábamos pasándola de la mejor que no nos dimos cuenta en que minuto habían llegado los chicos, estos se encontraban cerca de la puerta viéndonos con ojos como platos, me imagino que esto era algo nuevo para ellos, "lo era para mí", Kevin solo se dispuso a mirarlos con cara divertida y seguía comiendo el último trozo de pizza, yo por mi parte solo les dedique una cálida sonrisa, "Bienvenidos".

- ¿Alguno podría ser tan amable de explicarme esto?

- ¿Desde cuándo que ustedes se llevan bien?, esperen - Klen hizo una pausa y nos miró algo confuso a ambos- ¿ustedes se hablan?

- Si, ¿acaso hay algo raro con eso? -Diijo Kevin y lo miro un tanto indiferente-.

- ¡Si!, hasta hace unas semanas no se hablaban y ni siquiera se veían -Mario tomó aire-, y hoy por alguna razón están aquí sentados riendo como si fueran los mejores amigos.

- Digamos que fue una buena velada, pasaron un par de cosas que es mejor dejar de lado, pero por lo menos nos llevamos mejor.

- Y eso es lo importante -colocó su brazo alrededor de mi cuello- así que no hay nada de que asombrarse...

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora