Capitulo: 87 No sé como entender a esa mujer

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Volviendo el tiempo atrás y pensando lo ocurrido ese día, cuando nos topamos no teníamos como hacer de la situación menos incomoda, él no esperaba verme allí y yo no esperaba sus mentiras, ninguno tenía planeado lo que iba a decir, las cosas pasaron a final de cuentas y no terminaron de la mejor forma, tal vez Charlotte no se equivoca al decirme que ambos tenemos el derecho de escuchar lo que el otro tiene para decir, es necesario un cierre y espero que algún día me atreva a que se dé.

Pasé ese día completo pegada a mi amiga, me costaba acostumbrarme a la idea de que se fuera y me quedará sola en este lugar, tal vez ya era tiempo de pensar las cosas por mi misma y ver lo que quiero hacer de ahora en adelante, pese a que no quiero alejarme de ella ahora debo destacar lo positivo que puede hacerme el tener tiempo a solas. La despedida fue muy emotiva, nos abrazamos con mucha fuerza y cariño, lo único que me dejaba con mucha alegría era el hecho de que tuviera las intenciones de venirse aqui y mucho más de que desde hoy era la novia oficial de Tomas, hay tantas cosas lindas que nos han pasado estos días que me pone feliz que se vaya con tan buenos recuerdos de aquí, traté de no preocuparla diciéndole que estaría bien por mi cuenta y que no haría ninguna estupidez en su ausencia a lo que ella sonrió y rió quedándose más tranquila con mi respuesta. Bajamos las escaleras rumbo a la recepción para luego salir hacía la calle, ya fuera pudimos divisar el taxi que Charlotte pidió para irse al aeropuerto, una vez más nos despedimos con algo de tristeza, las despedidas no eran cosa nuestra, nos vimos y le recalqué que estaría bien, ella solo asintió y al terminar nuestra conversación se fue en dirección al auto y se fue. Al no tener al taxi en mi rango de visión volví al Hotel para subir a mi habitación, cuando entre me senté en el sofá y comencé a pensar en las palabras que me dijo en relación a Kevin, era complicado el tema para mí, saqué el móvil de mi bolsillo y le conecté los audífonos, me quedé escuchando música hasta quedarme dormida, hace mucho no ocupaba la música como método de escape, aunque debo admitir que fue una buena idea, las cosas que pensé y las letras de las canciones me ayudaron a relajarme y a pensar bien las cosas, creo que me tomaré un tiempo antes de hablarle, pero si... definitivamente Kevin y yo debíamos juntarnos y conversar.

Nueve de marzo, el cumpleaños de Klen había llegado y estuve una semana vuelta loca buscando un regalo para él, cada vez que le preguntaba qué regalo quería me respondía que con mi presencia era suficiente y como no estaba en mis planes cubrirme con papel de regalo debía pensar en otra opción. Hoy me levanté más temprano de lo normal, Deborah se había quedado a dormir, ambas estábamos invitadas a la celebración que le harían a Klen por lo que decidí ir a comprar su regalo cuando acompañara a mi amiga a su trabajo, hoy entraba más tarde ya que solo debía cubrir un turno de una compañera que se encontraba enferma, le pagaban las horas de trabajo por lo que no dudo en aceptar la oferta. Anteayer logré sacarle información a Mario para ver que le gustaría recibir al cumpleañero y me enteré que en varias ocasiones había visto un conjunto deportivo en una de sus tiendas favoritas, ya con el presente en mente tenía todo resuelto para la noche de hoy, los chicos quisieron hacer algo similar a la fiesta de tuvo Mario por lo que lo convencieron de terminar el día bailando y disfrutando en el Club Lux Hutter, todos acordamos en estar allí alrededor de los 21:30 y Tomas amablemente se ofreció a pasarme a buscar y a dejar junto a los demás. Cuando Deborah y yo ya nos encontrábamos listas para salir, cerré con la llave la habitación del hotel y nos fuimos al elevador para bajar a la primera planta, fuera del lugar caminamos y nos subimos al taxi que nos estábamos esperando.

- Me imagino que me acompañaras al trabajo.

- Por supuesto que si, nunca me negaría a un café gratis por la mañana.

- Va por la cuenta de la casa, eso si que antes de cualquier cosa debo ir a buscar un par de cosas a mi taquilla, mi novio me envió un mensaje y dejo sus llaves donde mi primo, ambos estudian juntos y cuando no estoy aprovecha de ir donde él para avanzar en las materias, como mi pareja estudia y trabaja es complicado para él a veces.

- Vaya, si que se esfuerza bastante, debe ser un buen chico.

- Si lo es, en verdad cada día me enamoro más de él -me vió emocionada- es probable que hoy lo conozcas, ojalá se alcancen a ver.

- Lo mismo espero, hablas tantas cosas sobre él que ya me entro la completa curiosidad de conocerlo en persona.

- A todo esto... ¿estás bien con salir hoy?

- Si, me siendo muy animada y me deja más tranquila que Kevin y Annie no estén.

- Cierto, se me había olvidado ese detalle, ¿te lo contó Tomas?

- No, me lo contó Mario -suspiré- de hecho, contarme que Kevin había pedido una semana libre para irse junto a Annie a Miami fue lo primero que hizo antes de soltar el tema de celebrar el cumpleaños de Klen todos juntos.

- Me imagino que fue idea de Annie, ¿cómo puede pedirle una semana de pareja pasando por encima del cumpleaños de su hermano? -se notaba que estaba molesta- No sé como entender a esa mujer, fue mi amiga desde hace mucho, pero no puedo creer que por años halla soportado a alguien como ella, con esa actitud, mentalidad y temperamento... ¿O yo soy como ella?

- ¡No, no, no y no! -no podía dejar que ella pensase así- Tu y Annie eran las mejores amigas y andaban en los mismos pasos, pero ya no. Annie tomó su camino y tu seguiste el tuyo, eres una linda chica que ha decidido sentar cabeza, quieres ser independiente, buscaste trabajo y ahora estas trabajando y conviviendo en pareja... Deborah tu no eres como Annie y quiero que te grabes eso bien en la cabeza.

- Es un alivio y es muy lindo escuchar eso -me sonrió tímidamente- Realmente te agradezco que a pesar de todo lo que vivimos hace meses me hayas dado una segunda oportunidad.

Ambas habíamos forjado una buena relación con el tiempo, mientras más toxica y fastidiosa se volvía la rubia más cercanas nos íbamos volviendo nosotras, Deborah se ha portado de lo mejor y a sido un gran apoyo para mí, comparte amistad con Kevin y conmigo, cosa que admiro ya que tiene una visión bien objetiva de nosotros pese a lo ocurrido, habla con él y habla conmigo, sin embargo, jamás a dejado que su amistad de hace años y su amistad como chicas influya con su pensar. Cuando llegamos al Starbucks pagamos el taxi y nos bajamos, las dos entramos al lugar en donde saludamos a las amigas y compañeras de Deborah, ella mencionó que debía ir dentro a la pequeña habitación en donde estaba una de sus compañeras que supervisaba y que aprovecharía de ir a buscar la llave de repuesto que tenía de su apartamento, dejé que se fuera hasta desaparecer por esa puerta, mientras tanto caminé hasta el mesón para ver que más me podía comprar, de repente sentí la campanilla sonar.

- Lo siento joven, aun no hemos abierto -se disculpaba la mujer- pero estará abierto al publico en unos 10 minutos más.

- No, no, no te preocupes -se oía bastante simpático el chico- vengo a buscar algo que tiene mi novia, me dejó un mensaje diciendo que podía esperar aquí.

La chica asintió y rió ante el error, cuando estuve escuchando la conversación llamó mi atención el hecho de que el chico también venia a buscar algo que tenia su novia, algo en su voz se me hizo poco común, como si ya huera escuchado esa voz millones de veces. Estaba por voltear a ver al hombre que estaba junto a mí cuando quedé petrificada al ver el reflejo del chico en el vidrio, rápidamente me giré dándole la cara.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora