Capitulo: 81 Que... Que es ese sonido

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- ¡No quiero ir a ninguna parte! Por favor entiendan -no sabía lo que estaba pasando, Mario salió de la sala en busca de un vaso de agua para mi mientras Jose se me acercaba para calmar mi estado. No quería calmarme, solamente quería entender lo que ocurría- Lo siento Jose -sin dudarlo pasé a su lado y lo empujé para que callera al sofá, al dejarme el camino libre me tiré sobre Tomas una vez más apegando mi cuerpo al suyo, dejado mis manos en su pecho y viéndolo a la cara- Tomas sé que es tu hermano, pero yo soy su esposa y es injusto que todos quieran esconderme algo, en verdad.... necesito ver ese mensaje, te lo digo como cuñada y como amiga... por favor.

- No creo que la idea de que lo leas sea la mejor.

- ¡Léelo tú entonces!, ¿qué pone? -mi cara ya estaba llena de lágrimas, no tenía nada que perder... ya no. Aun algo pensativo dudaba en decirme el contenido del mensaje, lo leía una y otra vez si saber que contestarme- ¡TOMAS!

- Pone que... -suspiró- pone que Kevin habló con tu amiga Charlotte para que viniera  para pasar tiempo contigo... llega de sorpresa mañana a un Hotel.

- ¿C...Con qué fin?

Sentí que mi pecho explotaría en cualquier momento, mi respiración cada vez se me dificultaba más y con suerte me podía mis piernas por los nervios. Mario llegó a la sala y se quedó de pie viendo la escena que se estaba desarrollando al igual que Jose, quien se encontraba aun sobre el sillón. Bajé la mirada dejando de ver la cara de mi cuñado al ver que no obtenía respuesta de parte de él, me sentía decepcionada de que supieran y manejaran información de ese tipo a mis espaldas y no fueran capaces de hacerme frente en un momento como este. Dejé de sostener con fuerza la camisa de Tomas y en ese instante el tomó mis manos entre las suyas.

- Con el fin de que ella te entretuviera en el Hotel por algunos días, en realidad los chicos no llegan en tres días más... llegan mañana por la tarde.

- Ya veo... t...todo este tiempo...uste-

- ¡TN! -gritó mi nombre apenas vió que mi cuerpo impactó sobre el piso-.

- Maldición, ¡Hey! -se acercó velozmente a mí intentando despertarme- ¡TN! -no había reacción alguna por mi parte- ¡MARIO, LLAMA AL DOCTOR LÓPEZ!

- ¡CÁLMENSE UN POCO!... -sacudió su cabello con las manos- Bien, Jose pásame la manta que está sobre el sofá y Mario, mientras llevo a Tn al auto llama al Dr. Lopez y dile que lo esperaremos en el Hospital.

Mis ojos no se abrían, pero podía percibir a lo lejos el alboroto que se estaba formando fuera de mí. Todo se vuelve más y más borroso, de vez en cuando lograba abrir mis ojos, sin embargo, esos momentos de lucidez eran mínimos y breves, fue entonces cuando las voces que sentía comenzaron a alejarse poco a poco hasta el punto en que se hicieron inaudibles y nulas para mí, solo recuerdo que sentí que mi cuerpo dejo de estar tenso y mi pecho se liberó de aquel peso.

"¿Qué... Qué es ese sonido?"

Había un ruido que sentía que me estaba empezando a volver loca, intenté abrir mis ojos los cuales cedieron progresivamente, con cuidado y sin levantarme de la cama en donde estaba volteé para observar detenidamente la habitación, ahí podía percibir a la maldita maquina cardíaca que veía mis latidos con ese pitido que empezaba a odiar, aún con la vista borrosa pude percatarme de objetos que no eran desconocidos para mí, ya había dado con mi paradero, sabía perfectamente donde estaba. Me volteé hacia unas dos sombras que estaban sentadas en las sillas a mi lado.

- ¿Q...Qué hago en un hospital? -pregunté intentando moverme-.

- ¿T-Tn? - Charlotte me vio feliz de que despertara, se giró hacia Tomas y lo despertó- Tomas mira, mira. Tn despertó.

- ¡¿Qué?! -me vio directamente a los ojos- ¡Tn! no sabes lo feliz que me pone que estés bien -se acercó a mí para abrazarme- no sabes lo preocupados que nos tenías.

- Lo siento -agaché mi cabeza- les pido perdón por preocuparlos así, además Charlotte -me dirigí a ella- Lamento que tu primera emoción al venir  de nuevo haya sido de pánico, sé como te pones cuando me ocurre algo.

- Si, pero ya hablaremos de eso -miró a Tomas- Tomas fue muy amable y se tomó todo el tiempo del mundo en explicarme lo ocurrido mientras Mario y Jose te cuidaban aquí.

- Hace poco cambiaron de turnos con nosotros, ahora ellos están esperando los resultados de los exámenes que te hicieron.

- ¿Exámenes? -me levanté un poco para poder sentarme en la camilla- ¿Tomasqué fue lo que me ocurrió?

- Ayer te desmayaste Tn y desde entonces no habías despertado.

- Espera, ¿Q-Que hora es?

- Son las 11:40 de la mañana Tn -rió dulcemente-.

- Eso quiere decir que ustedes pasaron la noche aquí cuidándome.

- Exacto -Tomás me acarició la cabeza y me sonrió-.

Luego de eso la puerta de la habitación se abrió dejando entrar a José junto a Mario, los cuales se sorprendieron y se sonrieron al ver que estaba bien. Estuvimos hablando los cuatro dentro cuando de la nada el Doctor López irrumpió en el cuarto sin previo aviso, pero por su cara al parecer traía buenas noticias.

- Bueno chicos, los exámenes completos ya se analizaron y tengo los resultados, me preocupaban los exámenes de sangre -le pasó los papeles que traía a Mario- pero al parecer no tienes absolutamente nada en ellos.

- ¿Eso quiere decir que estoy bien?

- Eso quiere decir que los exámenes no arrojaron nada, todo fue descartado así que podemos dejar la parte física de lado.

- ¿Cómo es eso doctor?

- Pues que no es nada físico lo que produjo el desmayo, ¿Tn has pasado por una situación de estrés recientemente? -no me dio tiempo de abrir la boca ya que los tres chicos junto a mí respondieron en mi nombre-.

- Si...

- Mmm ya veo... -me observó- dígame una cosa, ¿usted tiene algunos problemas tensionales?

- Se podría decir que sí.

- Lo que le pasa es que no tiene mucha tolerancia a las situaciones de estrés, le afecta mucho lo físico y anímico.-explicó mi amiga.

- Entiendo, en ese caso quiero que la lleven a casa y que Tn trate de relajarse, intenta evitar cualquier tipo de problemática, ¿De acuerdo?

- Lo intentaré -le sonreí a lo que él correspondió mi gesto-.

Cuando me dieron el alta salimos del hospital en dirección al auto de Mario para volver al apartamento, sentía mi cuerpo pesado y mi cabeza aún daba vueltas, quería necesariamente un baño de tina apenas llegáramos a casa, debía hacer lo posible por mantener la calma. Nos tomó algunos largos minutos llegar al apartamento, pero nos logramos entretener hablando durante el trayecto para que el tiempo se nos pasara rápido, ya al llegar Jose y Charlotte me ayudaron a entrar a mi cuarto para poder cambiarme, Jose salió dejándome a solas con mi amiga.

- Así que Tomas te puso al corriente de algunas cosas -solté sin mirarla mientras quitaba mi ropa-.

- Si, veras... me contó lo ocurrido ayer y bueno, creo que con eso comprendí un poco la llamada que me hizo Kevin. Iba a venir para mi tercera semana de vacaciones, pero él insistió que lo mejor sería venir antes a verte.

- Al parecer pensó en todo.

- Sabes -se colocó en frente de mí ayudándome a ponerme mi bata- Kevin me dijo que me llamaría cuando llegara porque quería hablar sobre algo importante conmigo... parecía preocupado.

- ¿Tú crees que él ya se sepa de que yo me enteré de su mentira? -me recosté sobre la cama- se quedó una semana más en Hong Kong sin motivo alguno, no tengo idea de porque decidió quedarse allá y mucho menos... que habrá hecho.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora