Capitulo: 31 Un leve sonrojo que se via en su rostro

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Todo era hermoso y me tomo bastante tiempo ver detenidamente la ropa, pero para mi sorpresa hubo una que capto mi atención al instante, el conjunto era un tipo de vestido blanco manga larga, era corto y tenía los botones en fila a un costado de este, la ropa era simple ante mis ojos pero al probármelo realmente me encanto, al salir del probador los dos chicos se me quedaron viendo y haciendo un gesto con sus manos de aprobación, al dirigirme a la caja para pagarlo me sorprendieron al decirme que venía con más cosas, el conjunto era la ropa que escogimos más unos zapatos de tacón alto, una pulsera, un collar y un pañuelo a elección.
Sali demasiado feliz de la tienda, Klen cargo mis bolsas y Mario me imitaba gritando y asiendo mis locuras por el lugar, era muy probable que viniera en otra ocasión a esa tienda, sinceramente es de mi gusto y el trato que se le da a los clientes es muy gratificante, al llegar al auto nos percatamos de la hora que era, me puse un tanto nerviosa al saber que cada vez queda menos tiempo para el encuentro que me esperaba, comenzamos nuevamente nuestro camino rumbo a una peluquería, los chicos encontraban que ir a la casa nos haría perder más tiempo a diferencia de donde íbamos que estaba de camino al restaurant, no fue mucho el tiempo que tardé allí dentro, me maquillaron un poco, principalmente se enfocaron en mis labios y en mis ojos con un maquillaje sutil y por último se encargaron de mi cabello, el cual secaron y le hicieron algunas ondas, cuando terminé Mario me paso mis bolsas para que me fuera a cambiar al servicio, en el momento en que me asome por la puerta el salón completo se me quedo viendo, me dio algo de vergüenza ya que no estaba acostumbrada para nada a esto, pronto salimos, dimos las gracias por la buena atención y nos subimos al auto por fin rumbo a nuestro último destino.

- C-Creo que será mejor que nos vayamos a casa.

-Ni lo pienses TN, no vinimos hasta aquí para que ahora te arrepientas de venir -Klen hablo mientras se estacionaba en frente de la entrada-.

- Lo sé, es solo que hay muchas personas fuera, sinceramente no quiero arruinarlo.

- No lo arruinaras, solo se tu misma y todo saldrá bien.

- Solo relájate, piensa que únicamente eres tú y nadie más -Mario me paso mi bolso- si te sacan fotos solo sonríe y si te preguntan no conteste nada a los medios, ya que de eso se encarga papá.

- Bien, entendido -dije para luego tomar algo de aire y abrir la puerta-.

Todo el lugar se hallaba lleno de fotógrafos, yo solo los miré e hice lo que anteriormente me había indicado Mario, camine por ese pasillo de gente dedicándoles una sonrisa, muchos seguían sacando fotos, otros simplemente dejaron de hacerlo para verme, esto debía ser porque probablemente llamaba la atención por mi look, reí para mis adentros, no tarde mucho en pasar hasta la gran entrada del restaurant, al estar dentro trate de ver si podía divisar a Kevin por ahí, de la nada una mano se posó en mi hombro lo que provocó que me girara, era un hombre bien vestido el cual era una de las personas que trabajaba en el lugar, le dije el nombre de mis acompañantes y el me guío hasta la mesa en donde se encontraban. Fue algo extraño, el Sr. Jonas me saludo con normalidad y feliz, realmente parecía muy agradecido por haber asistido a esta cena, por otro lado se hallaba Kevin quien había captado mi atención desde que llegue, no dejaba de mirarme y por alguna razón pensé que había apartado su mirada por un leve sonrojo que se vía en su rosto, quizás eran imaginaciones mías, pero trate de no desviar mis pensamientos hacia otro lugar, él se paró y se colocó detrás de la silla, yo me senté y él me acerco a la mesa.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora