Capitulo: 102 Niño o Niña

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Como nuestros asuntos en la oficina del doctor habían terminado nos dispusimos a despedirnos del doctor López, pero no sin antes coordinar una hora con él para hacerme un ultrasonido, por lo menos de esta forma sabría cómo se encontraba el bebé y en unas cuantas semanas más podía venir nuevamente a corroborar el sexo del pequeño. Ya con todo listo salimos de la consulta rumbo al auto que teníamos afuera estacionado, al subirnos en el empezamos a hablar de todos los cambios que vendrían con el bebé, Mario insistía con que me fuera al apartamento a vivir con ellos lo antes posible, Tomas por su lado me decía que más adelante teníamos que comenzar a comprar las cosas para el cuarto del bebé, nos hallábamos muy entretenidos hablando del tema, sin embargo, luego de unos minutos Deborah y yo nos centramos a hablar de lo que era realmente importante en ese instante...Annie. Aprovechamos el momento en que Mario mencionó que había pedido hablar a solas con el doctor para que no le diera la noticia a los demás chicos, al padre y mucho menos a Kevin, que era preferible que yo los sorprendiera, fue en esa ocasión que soltamos lo que había ocurrido dentro de la oficina cuando él se hallaba fuera, al principio ambos estaban con ese semblante radiante escuchándonos, pero cuando mencionamos a la rubia ese pequeño rayo de luz desapareció de sus rostros, Deborah comentó que de casualidad botó unos papeles que se encontraban sobre el escritorio del doctor y que al momento de recogerlos para ponerlos en su sitio un documento en específico había llamado su atención, los hermanos quedaron boquiabiertos cuando les mencionamos que Annie se estaba atendiendo con el doctor López, no podían creerlo y mucho menos luego de oír que se había atendido con él el día anterior.

- A ver, déjame ver si entendí... ¿Ella está aquí en New York ? -preguntó el chico sin apartar su mirada del camino-.

- Al parecer si, el tema aquí es que no le ha dicho nada a nadie, ni siquiera lo ha publicado en sus redes sociales y es lo primero que siempre hace.

-  Esto es confuso - Tomas se dirigió a mí- ¿Kevin sabe de esto?

- Absolutamente nada, hasta ahora pensábamos que se encontraba en Miami o por lo menos eso es lo que hablábamos por videollamada.

- Esta chica es rara, actúa como si tuviera dos vidas por separado.

- Debe ser broma ¿no? -rió-.

- Igual no es una mala teoría, por como van las cosas es algo que me esperaría de ella.

- Bueno, sea cual sea la situación final quiero que esto se quede entre nosotros -hablé sería refiriéndome al asunto de la rubia- quiero ser yo quien hable con Kevin, además lo pensé mejor y... -debía pensar con la mente fría y no por impulso- necesito ayuda de ustedes.

- No sé porque algo me dice que una vez más jugaremos a ser detectives.

- Digamos que es algo así -no quería lanzarles la bomba de Adam sin tener pruebas antes, debía actuar con la cabeza fría y no por impulsividad- Y a raíz de eso necesito que me hagan un favor.

- Claro, ¿qué necesitas? -se notaba muy risueño- Tu ordenas, nosotros acatamos.

- Bien -sonreí- en ese caso luego de desayunar con ustedes necesito ir a la Empresa.

- ¿Y por qué quieres ir tú allí? -preguntaron ambos al unísono mientras el mayor estacionaba el auto-.

- Porque tengo unos asuntos que resolver, cosas mías ya saben -abrí la puerta del auto- necesito estar allí cerca de las 12:30 o a las 13:00 a más tardar.

- Yo puedo ir a dejarte, no tengo problema alguno.

- Muchas gracias Mario, bueno, teniendo ese tema resulto lo mejor será ir con los chicos dentro -terminé de hablar tomándome del brazo de mi amiga-

Ya afuera, enseguida nos dirigimos al apartamento de los chicos, caminamos en dirección a la puerta y Tomás sacó las llaves para abrirla. Después de aquello todo fue bullicio, cuando ingresé al lugar Pedro, José y Jonathan gritaron "Felicidades" abriendo una botella de champagne dándome la bienvenida en casa, se podían observar una cantidad de globos impresionante, estaba sumamente sorprendida y es que no me esperaba un recibimiento así, al parecer Mario se encargó de informarles la noticia a los chicos sobre mi embarazo, con la discreción de no contárselo aun a mi esposo, incluso había un lienzo colgado en una de las pareces de la sala que me hizo soltar un par de lágrimas, ¿cómo era posible que compraran tan rápido un lienzo así?, en aquella tela tenía escrito
"Felicidades por el nuevo miembro de la familia que viene a darnos luz y alegría", me sentía sumamente agradecida y feliz por el bello gesto que tuvieron. Era impresionante que se dieran el tiempo de salir y comprar cosas para el desayuno, Jonathan me dijo que era una ocasión especial y que debíamos tener un buen arsenal para comer, en la mesa había de todo, pan, embutidos, huevos, distintas frutas, diferentes mermeladas, cereal, café y jugo. Los chicos luego de abrazarme me tomaron de ambas manos guiándome hasta el sofá para que pudiese sentarme.

- Chicos en verdad no era necesario que hicieran todo esto -dije observando todo lo que había a mi alrededor-

- ¿Cómo que no era necesario? -tomó mis manos- Tn estas embarazada, eres la esposa de nuestro hermano y futura madre de nuestro primer sobrino.

- Bueno, no sabemos si primero o segundo -habló el chico un tanto amargado recordando a Annie- En fin, eso no es algo que importe... ¿Será niño?, me encantaría tener un pequeño sobrinito al cual enseñarle.

- ¿Niño?, yo proferiría que fuese una niña, así tendríamos a una pequeñita Tn corriendo por toda la casa.

- NI ... ÑO -pronunció sin siquiera mirar al mayor-.

- NI ... ÑA -dijo Jonathan desafiante-.

- ¡NIÑO!

- ¡NIÑA!

- ¡NI-ÑO! - José se puso en frente de él-.

- ¡NI-ÑA! -no dejaban de levantar la voz-.

- ¡Hey, los dos! -golpeó a cada uno en la cabeza con un periódico que encontró cerca- Sea niño o niña querremos a ese bebé con todo nuestro corazón y seremos los mejores tíos que podrá tener.

- Ahora que terminé de servir el champagne me imagino que es momento de brindar -habló el chico pasando con una bandeja que traía unas copas-.

- Para ti hay un delicioso jugo de naranja -dijo acercándose a mí y extendiéndome la copa con jugo- hay que empezar a cuidar ese embarazo desde hoy.

- Muy cierto -toqué mi vientre- de ahora en adelante debo hacer algunos cambios en mi alimentación -sonreí-.

En ese instante Pedro levantó su copa y todos imitamos su actuar, cuando les oí decir a los hermanos lo contentos y ansiosos que estaban por la llegada de este bebé me sentí sumamente emocionada, cada uno habló de lo feliz que serían con este pequeño en sus vidas y en lo mucho que lo mimarían, es increíble como recién se va formando y ya recibe una cantidad inmensa de amor por parte de su familia, adoraba el hecho de que sus tíos estuvieran tan animados con la noticia, con solo ver sus reacciones no hallaba la hora en que Kevin llegara para ver su reacción... habían tantas cosas en las cuales pensar, donde será su habitación, cómo será su cuna, también me pregunto qué le gustaría tener a Kookie si un niño o una niña, pero en fin, sé que amará a este bebé desde el primer día en que se lo diga.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora