mi peligrosa obcecion

Capitulo: 27 ¿Conmigo?

Después de eso Kevin subió y se encerró en su habitación, Tomas se quedó conmigo viendo lo de mi inflamación, me puso hielo por bastante tiempo en el labio y cuando ya terminamos me dijo que lo acompañara a su cuarto para darme una pomada para la hinchazón, así que sin más apagamos las luces de la sala y subimos, mientras pasábamos por las primeras habitaciones pude percatarme de unos leves gemidos que provenían de un cuarto, era algo que me esperaba que pasase así que por primera vez no le di mucha importancia a lo que estuviera haciendo Kevin con una chica, cuando llegamos a su habitación Tomas me paso el envase con la pomada, nos despedimos y por fin pude irme a mi habitación, lo primero que hice fue enviarle un mensaje a mi familia, últimamente habían estado desaparecidos de las redes sociales y eso se me hacía algo extraño, era probable que estuvieran muy ocupados por lo que comprendía la situación, me cambie al pijama, retire mi maquillaje y me eche a la cama para dormir.

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Ya era de mañana y me desperté muy enérgica, había descansado muy bien esa noche por lo que estaba lista para comenzar mi día, ayer había conversado bastante con Tomas y me dijo que se encargaría de decirle a Pepe que no iría a trabajar y que me tomaría el día, al recordar eso me sentí relajada, me estiré unos minutos y luego salí de la cama rumbo a la puerta, mi estómago sonaba muchísimo y por la hora ya era tiempo del esperado desayuno, abrí la puerta y para mi sorpresa estaba la chica rubia y detrás saliendo Kevin de su habitación, ella me observó de arriba abajo, seguía con el vestido de ayer y con una chaqueta encima, ella se veía contenta al principio, pero al parecer le molestó un poco mi presencia.

-Te queda bien esa polera Tn, es lindo que Tomas se preocupe por ti.

- Gracias Annie, aunque no entiende mucho tu comentario.

- Pues ya sabes, es un gesto "adorable" que duermas con ropa de tu novio.

- ¿Cómo? -levante una ceja, esto se estaba poniendo interesante- Tomas no es mi novio.

- En ese caso -se burló- tienes buen gusto.

- Annie podrías para.

- Si, la verdad -estiré la remera en mi cuerpo- esta polera es muy linda -lo observé a él con una sonrisa- tienes buen gusto Kevin.

- ... ¿C-Cómo? -Annie lo miro desesperada por una respuesta-.

- Bueno -bostece- no sé ustedes, pero yo tengo mucha hambre, con su permiso.

Y me dedique a bajar las escaleras, debo admitir que esa chica no me caía muy bien y hacerla sentir desentendida se me hizo divertido, baje radiante hasta la primera planta y al llegar a la cocina me encontré con Mario , Jonathan y con Jose.

- ¡Buenos días chicos! -dije feliz-.

- Buenos días segundo Sol -reí al recordar que él era el primer Sol.-

-Buenos días Tn - José me sonrió al verme-.

- Vaya, parece que por fin alguien logró dormir a gusto.

- Si y fue lo mejor, no me duele nada y no tengo jaqueca -me senté- es un buen día para mí. - Kevin en ese momento entró al cuarto-

- Tn, ¿Podemos hablar? es urgente.

- ... ¿conmigo?

- ... ¿con ella? - Jose, Jonathan y Mario preguntaron en coro apuntándome, trague saliva, se veía inquieto-

*¿Qué paso ahora? *