Capitulo: 83 Seguire tu plan

108 8 0
                                    

- ¿H.. Hay más?

- Si -la tortura proseguía- A la mañana siguiente desperté mal por no recordar lo ocurrido, estaba por sacar a Annie de la habitación hasta que se puso a llorar, sollozando me dijo que quería pasar tiempo, que me extrañaba y que me necesitaba más que nunca, que por esa razón viajó para verme, ella quería estar conmigo ya que le hacía bien a ella y...

- Al bebé -mi mundo se desmoronó en ese preciso instante, verla llegar y sentarse junto a él acariciando su vientre me hizo sentir de una forma horrible. No quería creerlo, Annie no podía estar embarazada- Tengo casi dos meses de embarazo, él doctor me dijo que era de suma importancia cuidarme emocionalmente por lo menos al máximo los primeros tres meses, pero no podía ocultarle a Kevin que iba a ser padre, hubiese sido injusto para él.

- Es por esa razón que quiero que se cuide -tomó su mano- se vendrá a vivir al apartamento, ya hablé con mi padre y le dije que Charlotte se quedaría en la pieza de invitados por lo que no se pasará por aquí por algún tiempo.

- ¿Por qué inventar tanta escusa?, ¿POR QUÉ NO SIMPLEMENTE NOS SEPARAMOS Y HACEN PÚBLICO SU EMABRAZO?

- ¡NO! -la quedé viendo, a qué venía eso- Lo que quiero decir es que no quiero que la familia Jonas se vea afectada por esto, además no quiero que durante el embarazo me vea envuelta en líos sería muy estresante -miró a Kevin- Kevin y yo acordamos que estaré aquí el tiempo que se pueda, luego comprará un apartamento para que viva allí y me irá a visitar para pasar tiempo conmigo y llevarme a los chequeos médicos.

- ¡Ya estoy harta de este juego!, no aguanto más, me largo.

Corrí hacía mi habitación ignorando a todo mundo a mi paso, cerré la puerta con fuerza y saqué como pude la maleta, abrí el armario y empecé a sacar toda mi ropa de allí, quería alejarme lo máximo posible de esta situación, era una locura y no quería ser parte de ella, eché los aparatos electrónicos y mis lociones, también busqué mis zapatos, sin embargo, cuando estaba apunto de meterlos en la maleta alguien agarró mi brazo.

-  ¿Podrías calmarte un poco? -observó mi equipaje- ¿Q..Qué haces?

- No pienso quedarme en la habitación de invitados viendo como juegan a la familia feliz, me voy de aquí.

- ¡Hey!, no tienes por qué irte, esta también es tu casa.

- ¿Enserio?, porque no lo parece, ¿qué pensabas haciendo que todos me mintieran?

- Y.. Yo...-tragó saliva-.

- Pedro y Tomas se vieron involucrados desde un principio, Tomás poco menos me evitaba para no tener que tocar algún tema sobre ti y ¿Mario?, enserio también quisiste involucrarlo a él, pero eso no es todo -me acerqué a él dándole golpes en el pecho con mi dedo índice- LLAMASTE e INVOLUCRASTE a mi mejor amiga Charlotte en esto, ¿cómo puedes caer así de bajo?

- S.. Solo pensé que cuando te enteraras del embarazo de Annie te lo pasarías mal y necesitarías apoyo -eso fue algo que me hizo parar en seco, subí mi mirada hasta encontrarme con la suya dejando a la vista mis ojos cristalinos-.

- Sabes Kevin Jonas... lo del embarazo me hubiera dolido, sin embargo, lo hubiese entendido perfectamente ya que ustedes tuvieron una relación...PERO que me digas que te acostaste con ella eso SI DUELE.

- Tn...

- De todas formas, si hubiera necesitado contención la mejor que podría haber tenido era la tuya. Eres un grandísimo idiota al pensar que con volver con ella vas a ser feliz.

- ¿Qué sabes tú? -le herí el ego-.

- Lo suficiente como para darme cuenta de que no quieres que ese bebé sufra y que por esa razón quieres ser un buen padre, pero te tengo noticias, no por estar con su madre te hará serlo. Una relación padre-hijo es muy distinta a la de pareja, puedes amar a tu hijo y no necesariamente a tu pareja.

- Tú sabes que entre Annie y yo hubo algo fuerte, funcionará.

- Si había algo tan "fuerte", ¿por qué mierda terminaron entonces? -se quedó en silencio- ¿Eso era?, como termino con una chica, luego voy por la más cercana.

- No digas eso, sabes que te amo y...-se percató de las palabras que acababa de pronunciar-.

- Si me amaras no hubieras permitido que Annie entrara a nuestras vidas de esa forma -lagrimas comenzaron a caer, pero esta vez de parte de ambos- Sabes como soy, te amo y nunca te hubiera negado que vieras a tu hijo, no tenías por qué tomar esta decisión por ti solo ya que yo también existo...

En fracción de segundo pude ver detrás de él a Charlotte y a Tomas pasar por el pasillo, pude percibir el sonido de las llaves del auto de Tomas y en ese preciso instante mi teléfono comenzó a sonar, era Charlotte. No tenía más que hacer en ese apartamento, Kevin limpió sus lagrimas y aun no podía terminar de creer que piense que esto con Annie funcionará. Tomé mi maleta bajándola de la cama y poniéndola en el piso, Kevin no levantó la mirada en ningún momento, respiré con fuerza y suspiré, todos los lindos recuerdos hechos junto a él se acababan de quedar en un rinconcito en el fondo de mi corazón, todo acabo, Kevin Jonas y yo estábamos terminando definitivamente lo que pudo haber sido una linda historia. Pensé algunas cosas por unos segundos y sin darle más vueltas me acerqué a él,  al percatarse de mi cercana presencia decidió subir un poco su rostro lo que me facilitó hacer mi cometido.

Todo me pareció que fuese en cámara lenta en ese momento, sin previo aviso posé mis labios sobre los suyos sintiendo una vez más, después de tanto tiempo, esa suavidad tan característicos de ellos, tomé su rostro entre mis manos para intensificar aun más el beso percatándome de las mejillas mojadas que aún tenía Kevin, me daba pena, soy sincera al admitir que extrañaría cada parte de él, todo de él lo amaba y me dolía de sobre manera que esto acabarse así. Sentir ese beso cargado de sentimientos era lo que necesitaba para esto y es que... sería el último, sentir nuestros labios en sintonía me daba una satisfacción que no esperaba sentir, esos labios me estaban comenzando a enloquecer, mi juicio poco a poco se iba desvaneciendo y lo poco que quería que durara el beso se me estaba yendo de las manos. Cuando me percaté de que sus manos estaban apoyando en mi cintura y su lengua pedía a gritos entrar, decidí parar. Me alejé lentamente de él separando a duras penas nuestras bocas, mis lagrimas eran las protagonistas del día pues no dejaban de aparecer, nos miramos fijamente por unos segundos sabiendo perfectamente lo inevitable que se venía.

- Tómalo como una despedida -triste aún por lo ocurrido, cogí mi maleta y caminé hacia la puerta pasando completamente de él- Después de lo de hoy dudo que vuelva a pasar...

- Lo entiendo... no es para menos... ¿te veré por aquí otra vez?

- Dudo que venga por el apartamento por ahora.

- ¿Dónde te quedarás ahora? -se notaba preocupado-.

- Seguiré tu plan... me iré al Hotel junto a Charlotte, luego veré que haré más adelante... adiós.

- Adiós Tn...

Al finalizar nuestra conversación salí destrozada de la habitación para irme con mis cosas hasta el auto, en el camino ignoré a la rubia que estaba viendo televisión acariciando su vientre, no quería cruzar palabra alguna con ella y pensándolo bien era lo mejor. Cerré la puerta y me alejé de la entrada encontrándome con Tomás y Charlotte, Tomas se ofreció a llevarnos y claramente no iba a negarme a ello, durante el trayecto todo estovo en silencio, Charlotte me abrazaba en el asiento mientras me daba mimos, siendo franca me ayuda demasiado tenerla aquí en un momento como este, gracias a Dios pude optar por la opción de irme al Hotel porque si no hubiera estado no hubiera tenido cabeza para salir del apartamento. Tenía bastantes cosas en que pensar, pero para mi mala suerte mi mente estaba en su limite y poco a poco inició el fallo de mi vigilia, no quería saber nada ni de nadie, solo quería dormir un día entero sin tener nada que hacer, necesitaba consuelo y desconectarme del mundo por un tiempo y agradezco que Charlotte sea la indicada para eso.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora