Capitulo: 70 Te amo Tn...

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Escuchar esas palabras saliendo de su boca provocaban que mi corazón una vez más palpitara sin para, no sabía que responderle y era de esperarse, me había leído el pensamiento, lentamente fui acercando mi cara a la de él uniéndonos en un tierno y profundo beso. Me hallaba sumamente feliz y ¿cómo no estarlo?, acababa de escucharlo decir que me amaba, desde que comencé a sentirme atraía por él siempre quise oír que dijera algo así, no puedo negarlo y los chicos tuvieron la razón, yo amo a este hombre, él... en todo momento ha sido la persona que he querido a mi lado.

- Te amo Kevin Jonas  -pronuncie acariciando su rostro cuando nuestros labios se separaron-.

-¿Cómo es que lo haces Tn? -imitó mi actuar y acarició mi cara sonrojada-.

- ¿Hacer qué? -estaba exhausta, como a él me costaba calmar mi respiración-.

- Eres como algo indispensable para mí, como una droga, eres única y no puedo evitar pensar en hacerte mía cada vez que te veo... yo... -su expresión era única, su olor me embriagaba y esa expresión mordiendo su labio inferior al verme me provocaba una sensación eléctrica que me recorría todo el cuerpo- Maldición Tn, ¿en qué instante te volviste tan adictiva para mí?

Una vez más, otro beso se dio a lugar, sus labios buscaron deseosos a los míos como si hace mucho quisiese hacerlo, ¿acaso hace mucho se estaba reprimiendo?, su lengua jugaba con la mía de forma armoniosa mientras pegábamos aun más nuestros cuerpos de lo que ya estaban, ¿puede ser... que quiera una segunda ronda?, su boca se separó de la mía y bajó hasta quedar en frente de mis pechos. Gemí. En definitiva, él quería seguir, llevó una de sus manos hasta mi intimidad y con sus dedos comenzó a complacerme, no iba a resistirme, al contrario, yo también quería seguir si él lo deseaba, ahora solo quería disfrutar de sus caricias y dejarme hacer lo que Kevin tuviese en mente, que de inicio al segundo round.

A la mañana siguiente pude percatarme que la casa estaba en total silencio, a duras penas intenté abrir mis ojos y es que después de lo de anoche con suerte podía pensar en salir de la cama. Al abrirlos pude ver que a mi lado no se encontraba mi esposo, me senté sobre la cama como pude aún media somnolienta y comencé a buscarlo con la mirada, lo vi, se encontraba atando sus zapatos a los pies de la cama, "es cierto, se me había olvidado ese detalle por completo", Kevin comenzó a trabajar en la empresa y no era extraño verlo levantado sabiendo que seguramente debe ir a trabajar dentro de poco, me siento mal, puede que sea culpable de que deba ir a trabajar cansado por estar teniendo juegos sexuales hasta tarde conmigo. En fin, me quedé observándolo por unos momentos y una pequeña risita interna se apoderó de mí al recordar lo ocurrido la noche anterior, varios recuerdos venían a mi memoria incluido el torso desnudo de mi esposo, enseguida me coloqué como un tomate recordando cosas más "interesantes", "Joder Tn eres una maldita pervertida", estaba tan hundida en mis pensamientos que no me percaté de que Kevin me estaba viendo sentado al final de la cama.

- Así que lograste despertar -rió- cuando sonó mi despertador con suerte te moviste un poco.

- ¿Qué hora es? -no estaba muy segura, todo se veía muy oscuro-.

- Son las 6:15 de la mañana -se dirigió hasta donde estaba yo para darme un beso en los labios y luego uno en la frente- y tu deberías seguir durmiendo, con suerte dormimos tres horas así que por lo menos tú duerme por mí -me sonrió-.

- Lo siento -le hice un puchero-.

- No te preocupes, a mi no me molesta dormir poco... por esa situación -su mirada era penetrante y su sonrisa se ladeó, ¿me estaba provocando otra vez? Debía ser broma. Luego de eso se alejó de mí tomando su maletín y yendo a la puerta- Además, si debemos pedir disculpas por algo debería ser a los chicos, no sabemos cuánto hallan escuchado.

- ¿Q-Qué? K-Kevin, tú-

Y se fue de la habitación dejándome sola en el lugar, una vez más mis mejillas comenzaron a tomar color, tomé las tapas de la cama y me enrollé como un burrito, se me había olvidado completamente ese detalle y ahora él me lo recuerda, "¡Qué vergüenza!", no podía imaginar que uno de los chicos halla podido escuchar, debo admitir que Kevin y yo gemimos bastante pero no creo que halla sido tan fuerte... o eso espero, traté de no darle mucha importancia al tema y seguido hice caso al consejo de Kevin de seguir durmiendo. Después de ello pasaron unas cuantas horas, me desperté por la bulla que se oía desde la cocina y por el enorme sonido que proporcionó mi estomago por el hambre, me levanté de la cama y me coloqué mi pijama junto con un suéter para salir del cuarto, caminé por el pasillo y mis pensamiento fueron una vez más al acontecimiento ocurrido por la noche, deseando de corazón no pasar un momento embarazoso le pedí a todos los Dioses no haber sido oída, sin mucho más que perder me dirigí hacia los autores del ruido proveniente de la cocina.

- B-Buenos días chicos.

- Buenos días Tn -me sonrió José mientras servía su taza de café-.

- ¡Buenos días Tn!, no pensaba verte tan pronto por aquí -soltó Mario el comentario algo divertido-.

- ¿P-Porque lo dices Mario? -no,no,no,no. Ya sé a dónde va esto-.

- ¿Estuvo bueno? -me vió pícaramente mientras me guiñaba un ojo, el pobre José escupió el café, era probable que no había caído en cuenta a lo que se refería su hermano- Me imagino que si.

- Creo que no deberíamos hablar de eso ahora -dije mirando de reojo al chico que miraba sonrojado su taza-.

- Tn no es mi culpa que muchos hallan estado un cien por ciento atentos en la película o que duerman como un tronco, además -se colocó a mi lado y me guió hasta una silla para sentarme- Tampoco es como si Kevin y tu no metieran mucho ruido, la verdad es que si prestabas atención se podía oír muy bien com-

- Creo que es algo de parejas, no arruines la intimidad ajena -José le tapó la boca para que no pudiese hablar más del tema-.

- Ahora creo saber quiénes pueden haber oído lo de anoche.

- Los más pervertido he de imaginar -rió- tienen un oído bastante agudo, yo que tu no me acercaría a Yoongi por hoy y es probable que Pedro ya le esté preguntando cosas raras a Kevin.

- Que vergüenza... -me tape la cara, estaba roja como un tomate- Lamento que no hayamos sido más discretos.

-Esta bien, me alegro mucho de que las cosas entre ustedes vayan cada vez mejor.

- Kevin se ve distinto y actúa diferente, ha sido un cambio positivo que él decidió hacer y debo admitir que desde que llegaste fuiste parte fundamental para ese cambio. Me hace feliz saber que ahora están juntos.

Me sentía sumamente agradecida de que les gustara la idea de nuestra relación, poniéndome un poco critica siento que esto fue muy rápido luego de lo sucedido, sin embargo, hay pequeños detalles entre nosotros que venían pasando desde hace ya mucho, lo amo demasiado al punto de no poder imaginarme estar lejos de él, lo único que quería era estar con alguien con el que me sintiera protegida y amada, y al parecer finalmente pude encontrarlo. Mario siguió intentando averiguar los detalles de mi noche de pasión, Jose tenía razón al mencionar que solo los pervertidos de la casa fueron capaces de escucharnos y pensándolo bien posiblemente se debía a la cantidad excesiva de porno que venían, "maldito Mario, será como un hermano para mí, pero bien que se tenía escondida esa parte pervertida". Mientras que hablábamos aproveche de prepararme el desayuno, cogí una taza y me serví un poco del café que preparó Jose.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora