Capitulo: 95 Te amo pequeña... nunca lo olvides

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ATENCION!
🔞🔞🔞

- Realmente no sé de donde saqué la idea de fingir que podría resultar esto de la familia feliz, me siento un estúpido... -se levantó de mi regazo y me vio a los ojos- ¿sabes cuánto tiempo estuve metiéndome en la cabeza la falsa idea de que la amaba? Hasta ahora mi momento más feliz en todo este periodo ha sido ahora, justamente cuando yo estoy aquí y ella en Miami.

- Kevin... -ambos compartíamos el sentimiento, efectivamente para los dos fue una desgracia que Annie volviera aparecer-.

- Lo peor de todo es que nunca me podré perdonar por lo que hice, sufriste tanto tiempo a causa mía, que no sé qué hago hablándote... soy peor que basura.

- ¡Kevin basta! -ya entendí, no tiene que seguir torturándose- No digas eso... -puse mis manos en sus mejillas observando aquellos ojos rojos fijamente- agradezco que te hayas sincerado conmigo...pero te pido que ya no te trates así.

- ¿Por qué no hacerlo si es la verdad? -su voz se rompía- Mentí diciendo que amaba a alguien cuando en realidad no sentía eso y... Tn ni siquiera fui capaz... de decirte que te amo y que ese amor es el que me hace sentir tan inmensamente culpable, me odio... -bajó la mirada-.

- ... Kookie -no lo pensé dos veces y lentamente me acerqué a su rostro, verlo tan frágil me hizo sentir una sensación que no había sentido antes, él se sobresaltó ante mi inesperado actuar que cayó boca arriba sobre su lado del sofá, peligrosamente fui colocándome sobre él quedando de nuevo a una corta distancia-.

-... ¿T..Tn...? -era tierno al no tener idea de lo que estaba pasando, ese aire inocente me estaba matando-.

No pude resistirme más, acerqué mis labios a centímetros de los suyos percibiendo su aliento, su respiración ya se encontraba agitada y el color rojo se había apoderado de sus mejillas, provocativamente comencé a rozar nuestros labios, en cosa de segundos cerró sus ojos deseoso por lo que pasaría, de a poco saqué mi lengua para recorrer sus labios de lado a lado provocando que se estremeciera bajo de mí, con delicadeza deposité un tierno beso en sus labios los cuales saboreé como la primera vez. Progresivamente el beso fue cambiando de intensidad, lo profundice más al integrar nuestras lenguas, las cuales dejamos que jugaran entre sí, mi pulso cada vez iba en aumento y mi respiración se hacía entrecortada, no percibía tantas cosas desde hace mucho, me sentía rotundamente excitada por la situación y al parecer mi compañero también, minutos después me separé de él y me dediqué a observarlo, sus ojos cansados y esa actitud tímida que tenía era algo nuevo para mí, no se estaba comportando como el fogoso Kevin que controlaba la situación, ahora por el contrario, su comportamiento se asemejaba al de un chico tímido y primerizo, como si estuviese a punto de tener su primera vez.

Lentamente fui despojándolo de su abrigo dejando solamente su camisa, verlo así de agitado prendía esa llama que hace mucho necesitaba que apareciera, poco a poco fui desabotonando los botones de su camisa proporcionándome una vista perfecta de su torso, fui depositando pequeños y cortos besos sobre su pecho bajando hasta donde estaba el botón y cierre de su pantalón, lo abrí y baje con cuidado su cremallera, me quedé allí, entretenida jugando con aquel bulto cubierto por su bóxer, lo apretaba y masajeaba haciendo que la erección fuera aumentando aun más, Kevin solo gemía al sentir aquellas caricias que le estaba proporcionando, sus ojos entre cerrados y esos sonidos que hacía lograban aumentar mi excitación. Al percibir aquel palpitar bajo mis manos no dudé ni un segundo en sacar su miembro fuera de su ropa interior, al verlo listo para iniciar nuestro juego me levanté del sofá para quitarme el suéter y los pantis que traía, me quité las botas y me despoje de lo que estorbaba de ropa, acto seguido me monté sobre el quien se hallaba listo para recibirme, me apoyé con una mano sobre su pecho y con la otra posicionaba su virilidad en mi entrada, fui bajando pausadamente para que él sintiera cada parte de mi interior, Kevin se llevó una mano directamente a su rostro tocando su cabello, soltó un gemido ronco de esos que me encantaba oír, de a poco comencé a moverme sobre él generando que sus gemidos aumentaran al igual que los míos, ahora yo estaba llevando el ritmos sexual. Con el paso del tiempo su respiración se volvió profunda y sus jadeos eran recurrentes, esa cara de placer que traía era la mejor vista que podía tener desde esta posición, mientras más minutos trascurrían mayor era la velocidad de mis movimientos y de sus embestidas, todo era como la primera vez, un sentimiento indescriptible que me hacía estremecer, hacer el amor era algo único con él y lo deseaba demasiado como para privarme de aquello.

Y finalmente pasó lo que tanto anhelábamos, el tan esperado clímax de nuestro encuentro, la penetración se hizo más intensa y enérgica, tiempo después mi cuerpo se hallaba en su límite, seguí montándolo con fuerza hasta que sus gemidos me indicaron que ya estaba por venirse, mis brincos se hicieron más rápidos y sin previo aviso sentí mis músculos contraerse y su miembro palpitar fuertemente en mi interior, ambos lanzamos un gemido que resonó por toda la habitación, los gemidos de Kevin fueron aumentando más y más hasta pegar uno con fuerza, sostuvo mis piernas con firmeza y fue exactamente en ese instante que sentí esa sensación cálida fluir dentro de mí.

Ya bastante agotada caí sobre él, la virilidad de el segundos después salió de mí, sentí una sensación de satisfacción inmensa recorrer todo mi cuerpo, era fascinante, con cuidado me hizo a un lado y se levantó de su sitio, se acercó a mi posición y me levantó en sus brazos para llevarme hasta la cama, fue un gesto tierno de su parte, al llegar me depositó con suma delicadeza a la cama y se acostó junto a mí, nos vimos fijamente a los ojos sin decir palabra alguna, sus manos buscaron las mías y las colocó sobre su pecho permitiéndome sentir sus latidos, los cuales estaban a gran velocidad, sonreí y él hizo lo mismo. No había nada que pudiese hacer, estaba perdidamente enamorada de él, recorrer cada parte de su cuerpo era como una adicción para mí, tanto que incluso podría volverse peligroso, no quería que esta historia acábese solo por la llegada de la rubia, pese a los altos y bajos no iba a dejar que Kevin aguantara todo el peso de esta situación él solo, yo... definitivamente, de ahora en adelante siempre estaré para él.

"..Te amo pequeña... nunca lo olvides..."

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora