Capitulo: 85 En verdad los extrañaba muchisimo

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Estaba viendo los últimos detalles cuando Charlotte llegó, le dije que Mario estaba por llegar así que se apurara y se fuera rápido a duchar, ella riendo obedeció y desapareció por el pasillo. El tiempo paso y me quedé viendo una película que estaban dando por la televisión mientras esperaba, de repente sentí sonar el timbre de la habitación, vi a Charlotte con su regalo en mano, ya listas caminé hasta la puerta para ver quién era y al cerciorarme de lo esperable la abrí rápidamente.

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS MARIO! -ambas nos abalanzamos sobre el chico para abrazarlo-.

- ¡Muchísimas gracias chicas! -nos correspondió felizmente el abrazo y nos miró- en verdad quería verlas hoy, hubiese sido lo peor si no las hubiera visto.

- ¿Me extrañas mucho? -pregunté divertida-.

- Por supuesto que sí, quién más que tú entiende las idioteces que hago...sin cuestionarme -agregó riendo- Por cierto, puede que me hayas hecho una sorpresa ya que de aquí logro ver la decoración, pero... -me tomó de los hombros haciéndome salir de la habitación- yo también te tengo una sorpresa.

- ¿Eh? -quería llorar, no me imaginaba nada de esto-.

- ¡Hola Tn! -Tomás, Klen y Jose gritaron al unísono-.

- No puede ser, pero ¿cómo es que...?

- Creo que la sorpresa te sentó muy bien -habló mi amiga con cara de complicidad-.

- Espera -reí- ¿Tú lo sabias?

- Claro que si, a poco pensabas que yo igual sería sorprendida -rió poniendo su mano sobre el hombro de Tomas - Mario me llamó por la tarde mientras hacia ejercicio para confirmar la hora y cinco minutos después Tomas me llamó pidiéndome que por favor convenciera a Mario para que los dejara venir.

- Como ves el resultado fue que me lograron convencer.

- Oye, ¿qué es una fiesta de cumpleaños sin nosotros?

- Además tenias que tener en cuenta que celebrar con nosotros era más divertido -ante su comentario todos reímos-.

- A todo esto, ¿qué hay de los demás? -pregunté algo curiosa-.

- Jonathan está enfermo en cama, ¿recuerdas la última vez que lo viste?, pues empeoró.

- Ay no... nos vimos aquí hace tres días -me preocupé por la noticia- ¿mejorará pronto?

- Yo creo que sí, Pedro debía terminar unos informes para mañana así que aprovechó de cuidarlo mientras está en casa, como sabrás Kevkookie no tiene mucho tiempo para hacerlo él.

- Si, que lastima que no hayan podido venir, pobre Jonathan alguien debía quedarse con él.

- Por lo menos Pedro ha estado haciendo un buen trabajo, mientras no haya roto ningún plato o vaso en nuestra ausencia, creo que se habrá superado a sí mismo.

- Es una buena observación -reí y seguido me acerqué a ellos para darles un fuerte abrazo- En verdad los extrañaba muchísimos...

- Nosotros igual a ti -Klen acaricio mi cabeza- pero entendemos la situación y si la única forma de verte es juntarnos fuera del apartamento estamos de acuerdo.

- Realmente son lo mejor -limpié una pequeña lagrima que estaba por asomarse- Bueno, bueno, es el cumpleaños de Mario ¡y hay que empezar a celebrar!

- ¡SI!

Los chicos pasaron dentro de la habitación y se sorprendieron por la decoración que había en el lugar, Mario apenas vio el pequeño pastel nos agradeció por el lindo gesto que tuvimos, los seis estuvimos bastante tiempo conversando mientras comíamos, todo estaba tomando tan buena pinta que Mario dijo que era buen momento para bajar a la barra y pista de baile que había en el Hotel, todos encendidos y entusiasmados dejamos todo limpio y salimos rumbo al elevador, al bajar hasta la ultima planta caminamos por un amplio pasillo que daba con la barra, en ese sitio nos entretuvimos pidiendo una ronda de shots que Charlotte y yo les invitamos a los hermanos, de la nada la música en la sala de al lado comenzó a sonar, todos nos miramos y sin decir nada corrimos con nuestras copas hasta la pista de baile para iniciar con más fuerza la fiesta de Mario. No lo pasamos de lo mejor, no era tan tarde pero el ambiente cerrado y escuro del lugar le daba ese toqué a la pista de baile, duramos aproximadamente una hora y media metidos allí dentro bailando, cuando los chicos vieron que eran las 22:06 nos dijeron que debían irse para terminar de celebrarle a Mario en casa, me sentí muy bien y satisfecha de que se lo haya pasado de maravilla, solo quería que se divirtiera al máximo y la meta se logró, me ponía contenta ver siempre esa brillante sonrisa en su rostro, caminamos todos juntos devuelta a la habitación ya que los chicos habían dejado sus abrigos ahí, además de los regalos del cumpleañero, fue gratificante que le encantara mi regalo, me pasé hora viendo distintas tiendas pensando en un lindo regalo y saber que le acerté fue de lo mejor.

- Creo que es obvio que hay que repetir lo de hoy -habló divertido el chico abrazando sus bolsas de regalo-.

- Nunca pensé que me animaría tanto al bailar con ustedes.

- Para que veas que bailar es divertido mientras lo hagas con buenos bailarines.

- La verdad me impresionaron, recuerdo haberlos visto en la boda de Tn -estaba asombrada- nunca pensé ver unos movimientos así.

- Para que veas la suerte que tuvimos de bailar con hombres como ellos -dije riendo mientras la abrazaba- la primera vez que bailé con uno de ellos fue con Tomas, fue una buena velada la de esa vez.

- ¡Si, ya lo recordé!, ese día fue muy entretenido, nunca me había entretenido así con alguien -rió- te apruebo como pareja de baile, bueno, a ti y Charlotte.

- Si, las dos no bailan para nada mal, se mueven bastante bien -nos sonrió y nos vió de forma seductora-.

-Lindas chicas y con lindos movimientos... buena combinación ¿no? -se apoyó junto a su hermano observándonos de la misma forma-.

- ¡HEY!, ¡Ya se les subió el alcohol a la cabeza! - Mario se nos acercó a Charlotte y a mí dándonos un cálido beso en la mejilla y un fuerte abrazo- Realmente me la pasé de lo mejor gracias a ustedes, espero verlas pronto y muchas gracias por sus regalos -miró hacía atrás- Y EN CUANTO A USTEDES... NOS VAMOS, DIGAN ADIOS -pasó por en medio de sus dos hermanos y se los llevó de la muñeca-.

- Adiós Tn, Adiós Charlotte...

- ¡Adiós chicas, Gracias por la velada! -terminó de decir el último de los hermanos-.

- ¡Adios chicos, Nos vemos luego!

Con la despedida de los hermanos quedamos en el sofá agotadas, fue una lindo día que me encantaría repetir innumerables veces, amo pasar tiempo con ellos y el hecho de ser partes de sus vidas me hace ser sumamente agradecida de ello. Antes no tenía muchos amigos, le dedique mucho tiempo a mis clases en la universidad y en mis clases particulares, los amigos que tenía resultaron ser falso a excepción de Charlotte que siempre estuvo junto a mí, cuando conocí a Christopher todo en mi mundo estaba inestable, los chicos de mis clases solían decir que era atractiva por naturaleza y que no era una "mentira" como las otras chicas con cirugía, fue en ese tiempo cuando una de las más lindas comenzó a odiarme porque su novio la dejó para declararse a mí, en fin, no era mi tipo y lo rechacé, pero Isabella nunca pudo soportar lo ocurrido con su novio de años que ahora era ex novio, luego los problemas aumentaron con mis buenas calificaciones, para los hombres era una chica atractiva, esforzada y lista, por lo cual las amigas de Isabella iniciaron sus juegos sucios haciéndome la vida imposible... Chris apareció ayudándome y defendiéndome de los malos comentarios y rumores que esas chicas estaban esparciendo, él era mi fortaleza y saber que me engañaba desde el principio con esa basura me hizo sentir de lo peor.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora