Capitulo: 12 Seamos realistas

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Y así pasaron las horas, Kevin me llevo en su auto a un restaurant de comida rápida a unas calles más de donde nos encontrábamos, era algo extraño, se veía que le molestaba un poco esto de la cita, pero igual ponía de su parte para que me sintiera cómoda, por lo menos me invito a comer que es un inicio, aunque si bien ponía buena cara en el fondo su mirada era fría por momentos. Terminamos de almorzar y se le ocurrió que compráramos un postre, se levantó de su asiento y fue a pedir dos helados, no tardo mucho, volvió a la mesa en la que estábamos y de pronto sonó su teléfono, estuvo varios minutos contestando mensajes y yo solo me dedique a observarle, su semblante era serio, me intrigaba su forma de ser y si soy sincera me llamaba mucho la atención, no podía explicarme como alguien de mi edad sea tan liberal como lo mencionaban sus hermanos, me pregunto si habrá algo que lo haya hecho ser así, llevaba un buen tiempo mirándolo mientras comía mi helado, de repente su mirada se posó en mí y desvié rápidamente mi vista de él, su teléfono sonó una vez más y él contesto, que irritante, nuevamente a lo mismo.

- ¿Te irás de fiesta otra vez? -pregunte mirando por la ventanilla-.

- Eso no te incumbe niña -al cortar no sacaba la mirada de su teléfono-.

- Si me incumbe, te recuerdo que soy tu prometida y no creo que sea bueno que te vean de fiesta en fiesta.

- Mi padre ya está acostumbrado, no creo que haya mayor problema.

- Puede que tengas razón -lo observe seria- pero no me gustaría verte pasado de copas con alguna chica en cada brazo, imagínate el escándalo de las revistas.

- Como no estamos casado aun ese no es tu problema, es mi vida.

- Pero no creo que sea bueno que pases tanto tiempo en esos espacios -refiriéndome a los bares y los Clubes, intente tranquilizarme- además pronto será nuestra vida, no quiero verme envuelta en farándula.

- Mira, no quiero que interfieras en mi vida, ¿está claro? -me miró desafiante- Si quiero drogas, alcohol o sexo es cosa mía, y estando o no casado contigo puedo hacer lo que quiera con quien quiera.

- ¿Sexo como con el tipo de chica de ayer? -seamos realistas, es molesto-.

- Como ese tipo de chicas y más, aun soy joven -ya se veía molesto- y hablando del tema de fiestas, probablemente no llegue a dormir hoy, tengo "asuntos" que atender.

- ¿Estás hablando en serio? -por su mirada y su forma de pronunciar esa palabra sabía perfectamente a lo que se estaba refiriendo- ¿Le pasa algo a tus hormonas o qué?

- Me estas empezando a hartar, ve y hace lo que tú quieras al igual que yo -se levantó- quizás logres que alguien se fije en ti, yo seré el problema de otra y tu sé el problema de alguien más.

- Como quieras, no serás mi problema Kevin ...-sonreí algo molesta- Quizás esas chicas si te soporten "Kookie".

No sé la razón de por qué le molesta tanto que lo llamen así, pago rápidamente la cuenta y salió del local dejándome atrás, cuando llegue afuera él ya se encontraba dentro del auto, me sonrió de medio lado, "Oh no se atrevería", corrí velozmente en dirección al auto y ya estando cerca él sin más partió dejándome sola en una ciudad que no conocía para nada, "ok estaba sola en New York , ¡¿Qué hago?!", al principio estaba histérica sin saber que hacer con mi irá hasta que recordé el dinero que me dio Jonathan y el mensaje que me envió por si algo así llegase a ocurrir, "cuánto sabe", llame a un número de taxi que me anotó, llego pocos minutos después a buscarme, me subí y nos dirigimos devuelta a casa.

Había un atasco horrible en la autopista, "esto no puede ser mejor" pensaba sarcástica, si mis cálculos eran correctos estuve metida en ese infierno como 3 horas, el sol ya se estaba escondiendo cuando llegamos a nuestro destino, pague la cuota correspondiente y salí del taxi, lo único que quería hacer era ahorcar a Kevin por dejarme sola, toque fuertemente la puerta y me abrió Jonathan , si, su cara era de que sabía que esto iba a pasar, "mala idea la que propuso", en fin, se fue a la cocina y yo me preocupe de entrar, al intentar cerrar la puerta sentí como alguien puso su pie en la entrada, ahora que lo veo mejor ¿era eso una bota de cuero?

- ¿Tu de nuevo? -esto debe ser una broma-

- Claro, para tu información yo vengo cuando se me antoja -mencionó mientras entraba a la casa- ¿Y mi Kevin ?

- ¿Y tú quién? -hice una mueca-.

- Vaya, si que eres rápida Deborah -venía bajando la escalera, ahora se encontraba a mi lado con una botella en su mano- ¿comenzamos la previa en mi auto?
: *Aquí viene a arruinarme el día* -rodé mis ojos- me voy a la cocina con Jonathan.

Ese par se me hacía insoportable y asqueroso, si ya estaba irritada por la mala jugada que me hizo Kevin en el centro ,con la llegada de esa chica lo estaba más, seguí caminando y... esperen ¿esos sonidos son de besos?, no pensé en girarme a mirar, llegué a la cocina y vi a Jonathan preparando la cena y junto a él en la mesa se encontraban Pepe y Tomas, ambos con caras de asco y trauma escuchando lo que ocurría al otro lado de la pared, no paso mucho tiempo y sentimos la puerta de la entrada cerrarse, por fin se habían marchado.

- ¡Que ascooo! -hacia muecas- que bueno que ya se fueron.

- Opino lo mismo, ¿Qué no tiene consciencia de que hay más gente aquí?

- Concuerdo con eso, prefiero mil veces escuchar lo de ayer en la noche que lo de ahora.

- Muy cierto, lo de ayer casi fue música para mis oídos en comparación con esto -reía-.

- ¿A qué te refieres con lo de ayer? -no estaba entendiendo a qué se referían-.

-¿Cómo?, pensé que habías escuchado lo que paso entre Kevin y Deborah.

- Pues a decir verdad no los escuche -lo que menos quería era eso-.

- Ayer estuvieron discutiendo como una hora, luego solo se escuchaban los gritos de ella jajaja al parecer Kevin se hartó y prefirió dormirse como siempre.

- Así que eso fue lo que paso *malditos audífonos* -mi mano llego a mi cara en un segundo-.

Esa noche paso rápido,.....

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora