Capitulo: 5 Un largo viaje

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Aquella noche fue lenta, el cielo se podía ver más oscuro que otros días y las estrellas eran bellísimas con ese brillo, quede enamorada de esa noche estrellada, cuando me dispuse a recostarme en la cama para dormir, tomé mi teléfono y abrí la imagen que había descargado, "Así que tú serás mi esposo... de verdad, espero que mañana no sea un mal día", estaba nerviosa porque mi padre dijo que él me esperaría en el aeropuerto, la situación en la que estoy es difícil pero él no se ve mala persona. De esa noche no supe más, caí rendida ante el sueño imaginando cómo sería el viaje a Estados Unidos.

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Maldición, mi maquillaje se corrió en un dos por tres al despedirme de mamá, Dios cómo llora esta mujer, sinceramente le admiro por esa cantidad de agua que almacena en su cuerpo porque ninguno de los cinco ha llorado en estos cuatro días lo que ella ha llorado en este momento, ... la extrañaré muchísimo y sé que nadie allá podrá darme tanto amor como ella lo hace. La despedida con papá fue algo fría, pero no puedo negar que se podía sentir lo triste que se encontraba por mi partida, estaría mintiendo si dijera que no lo voy a extrañar y que, aunque se comporte como un gran idiota, ama a mamá y a sus hijas, podrá ser frío, pero sé que tiene sus momentos. Finalmente partimos con Sarah a nuestro destino, el trayecto se hizo corto y ambas queríamos que el tiempo se detuviese para poder, aunque sea por unos minutos más, pasar un momento juntas.

Al llegar al aeropuerto bajamos mis maletas y caminamos hasta encontrar la cabina de mi vuelo.

-Bueno...creo que es el adiós.

- Tonta, no digas eso... -me abrazo con fuerza- te enviaré mensajes y te llamaré, quizás no sea siempre, pero todos trataremos de contactarnos apenas podamos contigo... recuerda escribir -amenazo-.

- Si, no te preocupes -reí- Eso me sube algo el ánimo, por lo menos me quedo más tranquila -una lagrima cayó por mi mejilla al mismo tiempo que a ella- Ok, queda poco para que mi vuelo salga así que mejor me voy antes de que inundemos el lugar -solté una pequeña carcajada-.

- Eres tan -rio junto a mí una última vez- de verdad, espero que nunca cambies, esperare por noticias tuyas, así que atenta al móvil -besó mi mejilla-.

- Lo tendré en cuenta -levante mi mano en señal de despedida- cuida mucho a mamá de mi parte, las amo demasiado.

- Y tú sabes que nosotras a ti -miré hacia atrás por última vez viendo esa sonrisa que siempre me regala en momentos así-.
Pasaron un par de minutos y mi vuelo despego, ya me encontraba saliendo de ____, él país en donde nací y en donde me crie, era demasiado difícil dejar mi hogar así sin más, siento un nudo en el estómago, ¿qué es lo que estoy haciendo con mi vida?, esto me estaba matando, he viajado mil veces en avión y jamás sentí todo lo que he experimentado en este maldito minuto en el vuelo, tengo dos posibles opciones, o muero por la falta de oxígeno ya que mis pulmones parece que no quieren cooperar con el plan o vomito todo mi desayuno en mi asiento, y eso que mamá junto a Nina se esmeraron en que me llenara para que estuviera sin hambre durante todo mi viaje, enserio, ¡necesito algo de apoyo!.

- Hola, mucho gusto -dijo una mujer quien venía pasando con un carrito de bebestibles- Soy una de las azafatas del vuelvo, vengo a ofrecerle algo fresco para tomar, tenemos agua gasificada y sin gas, algo de soda, jugos naturale-

-Me da un whisky -la interrumpí rápidamente con una mirada desesperada para luego agachar la cabeza-.

-E-Esta bien -pude ver los ojos de plato que puso la chica al momento de beber mi copa hasta la última gota de un solo trago- q-que tenga un buen viaje señorita.

- Gracias -devolví la copa- espero exactamente lo mismo.

"Si, creo que de verdad necesitaba algo fuerte para calmar mis nervios, dudo mucho que soporte todo el viaje desde ____ a  Estados Unidos, aish, esto será largo". Horas pasaron y el vuelvo por fin aterrizo, mire por la ventanilla y los nervios nuevamente volvieron...

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora