Capitulo: 89 ¡Chris, basta!

91 7 0
                                    

Al llegar por fin al Club Tomas estacionó el auto y salimos de el, caminamos hacía la puerta y entramos al lugar, ya dentro vimos una enorme cantidad de personas, estuvimos deambulando por ahí cuando logramos ver a los chicos en el sector VIP con la mesa de tragos y los sofás, los tres caminamos hasta ellos, los hermanos siguieron hablando sobre sus cosas y yo por mi parte me fui corriendo hasta Klen para saludarlo.

- ¡FELIZ CUAMPLEAÑOS KLEN! -dije tirándome encima de él para abrazarlo- Espero que te lo estés pasando bien.

- ¡Tn!, me alegro mucho de que hayas venido -correspondió mi abrazo-.

- Por supuesto que iba a venir, no me lo perdería por nada -le sonreí y le pasé el regalo- ten, espero que te guste.

- Que linda, no era necesario -me abrazó aun más fuerte- Lo abriré cuando lleguemos al apartamento, no quiero que le pase algo aquí cuando todos estemos algo entonados.

- Si, lo entiendo -reí- ¡Hola chicos! -saludé a los otros tres-.

- ¡Hola Tn! - Pedro y Jonathan me dijeron al unísono dejando sus vasos sobre la mesa-.

-  ¡Hey Tn! -se me acercó José - ¿quieres algún trago para beber?

- La verdad preferiría algo más liviano, no he estado muy bien, además alcohol y nervios no hacen una buena combinación.

- De acuerdo, no es para menos -rió- se entiende, ¿te parece una soda?

- Me leíste el pensamiento Jose -le sonreí aceptando su propuesta-.

La noche pasó de lo mejor, pese a lo extrañada que estaba porque aún no llegaba Deborah los chicos sabían realmente como distraerme, haciéndome disfrutar y matarme de la risa en todo momento, Mario ya se encontraba dando jugo por la pista de baile puesto que no se moderó y tomó unos tragos demás, Tomas por su parte lo perseguía por todo el lugar para evitar que Mario metiera la pata o hiciera algún desmadre, Jonathan se encontraba sentado en la barra repartiendo chistes a las personas que se acercaban y Jose sentado junto a mí en los sofás le hacía ojitos y guiños a las chicas que pasaban por allí, pero cuando se veía que se acercaban para hablarle me abrazaba y no me soltaba por nada del mundo, "se avergüenza... será tierno", Pedro y Klen bailan al compras de la música, bueno, lo intentaban ya que Klen no entendí como se bailaba ese tipo de música y Pedro también se había pasado con los tragos por lo que se tambaleaba más de lo normal. A medida que pasaba el tiempo me animé a salir a la pista de baile, invité a José a bailar y él felizmente acepto, fuimos a la pista y nos mezclamos entre la multitud, la música estaba bastante fuerte y era buenísima, los dos nos la estábamos pasando de lo mejor, Jose es un bailarín extraordinario y en verdad cada paso que daba lograba sorprenderme a mí y a las demás chicas, me sentía suertuda teniendo un compañero como él, estábamos en la mejor parte de la canción hasta que por motivos de fuerza mayor tuvimos que separarnos ya que... Mario comenzó a bailar sobre una mesa y para Tomas era difícil bajarlo solo de allí. Reí de sobre manera al ver a la distancia aquella escena, creo que era lo más gracioso que había visto hasta ahora, me volteé para calmar mi risa y seguí bailando esperando a mi compañero, estaba en eso cuando sentí una mano sobre mi hombro, contenta de que los chicos pudiesen con Mario me di vuelta para ver a Jose, sin embargo, no era él el hombre que tenía en frente.

- Christo... pher... -me quedé boquiabierta, ¿qué estaba haciendo él aquí?-.

- Lamento si te asusté, pero como te lo dije en la mañana debo hablar contigo.

- Tú... espera, ¿cómo supiste que estaba en este lugar?

- Viene con Deborah, le dije que me vendría bien salir -apuntó hacia donde estaba la mesa en donde Mario se encontraba bailando y a Jose, Deborah y Tomas intentando bajarlo- Le preguntó a Klen y por eso tardamos, debía traerle algo.

- Bien, ahora lo entiendo -fue imposible no sonreír al ver nuevamente esa escena- Supongo que viniste para hablar sobre Deborah y lo que tuvimos.

- Si, no podía esperar, necesito que resolvamos las cosas ahora.

- ¡Chris, basta!, ya te dije que no tengo tiempo para eso ahora -esté chico es verdaderamente insistente- Tengo cosas más importantes en las que pensar ahora y lo único que quiero es pasarla bien hoy.

- No habrá otro momento, lo mejor será resolver esto ahora -tomó mi brazo-.

- Maldita sea -maldecí por lo bajo y me solté de su agarre- Qué no entiendes lo que es un NO.

No había venido al Club para tener que tener y soportar una conversación estresante, al contrario, vine para poder despejarme y para celebrar al cumpleañero. Sentí que me comenzaba a sentir mareada con tanta gente y no era para menos, tenía a mi ex en frente de mí, razón suficiente para que estar estresada, sentí que el aire me entraba con dificultada, a penas vi la oportunidad salí corriendo mezclando entre las personas, necesitaba salir del Club, quería respirar aire puro, todo con tal de salir de allí. Cuando estuve fuera del Club caminé hasta cierta parte y me apoyé sobre la pared, no quería más problemas y cosas en mi cabeza, solo quería estar tranquila...

- ¿Tn estás bien? -me siguió hasta afuera del Club- Te veo muy... tensa.

- Déjame ver, en la mañana mencionaste a Kevin Jonas... -me volteé a verlo con los ojos llorosos- ¿conoces la historia?

- Si... Deborah me comentó algo sobre eso... -ese "algo" claramente era un todo-.

- Entonces debes saber que no me lo estoy pasando para nada bien.

- Tn yo solo quería hablar porque siento que te lo debo, no quiero que mi relación con Deborah se vea afectada, cometí muchos errores, pero hice cambios en mi vida y por fín encontré a una mujer a la cual quiero amar y proteger... no quiero perderla por mis errores del pasado.

- ¡En ese caso quédate tranquilo porque no sabotearé tu relación! -bajé mi mirada y un par de lágrimas empezaron a brotar de mis ojos- Solo... Solo quiero que no causes problemas y que de verdad la cuides, es mi amiga y no es fácil para mi saber que tu eres su pareja, por favor -lo miré a los ojos- N.. No dejes que nuestra historia se repita de nuevo, sé más empático y siempre piensa en ella.

- Sé lo que hice y aunque es demasiado tarde te pido perdón -me abrazó- nunca quise que las cosas acabaran así, fui un idiota de primera.

- Si lo fuiste -me separé de él- confiaré en ti, solo no la cagues sino te juro que lo primero que haré es hacerte llorar.

- Prometo no ser el mismo idiota que conociste, cuidaré con mi vida a Deborah -dijo tomando mi muñeca para indicarme que volviéramos dentro-.

No sé cómo, pero en ese instante vi como alguien apartaba bruscamente la mano de Chris de mi muñeca y ponía la suya sobre la mía dejándome detrás de él, esa silueta la pude reconocer de inmediato, fue entonces cuando medité en la escena que se dio entre Chris y yo, el agarrando mi muñeca y yo llorando por alguna razón, cualquier persona que no supiera lo que hubiese pasado pensaría que él me estaba atacando. Me interpuse en medio de los dos chicos antes que Kevin le reventara un puñetazo en la cara al pobre chico, le dije a Christopher que volviera dentro y que yo estaría bien, al principio no quiso dejarme sola, sin embargo, cuando oyó el nombre de Kevin salir de mi boca no dudo ni un segundo en irse de allí. Ya ambos a solas y viendo a Kevin algo perdido al darse cuenta de que conocía al chico decidí que lo mejor era hablar para calmarlo.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora