Capitulo: 103 Bien, terminemos con esto

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Nos entretuvimos bastante tiempo compartiendo entre nosotros, conversamos muchas cosas y como a los chicos les bajó la nostalgia aprovecharon para mostrarme fotos suyas cuando bebés, todos se veían excesivamente tiernos, a Jonathan desde bebé le gustaba mucho utilizar el rosa, Klen como siempre era un lindo bebé dormilón, Mario con esa bella sonrisa que lograba iluminar el día de todos, Pedro en cada fotografía salía rompiendo cosas como en la actualidad y Jose junto a Tomas salían jugando y haciendo maldades dentro de la casa o a sus hermanos... por último estaban las fotos de Kevin... era un niño demasiado adorable, muy dulce y sensible, en la mayoría de las fotos salía junto a su madre o a Jonathan, aunque también en otras con su padre, verdaderamente fue un pequeño muy mimado y lleno de amor, "me pregunto si... este pequeño se parecerá al Kevin de ese entonces". No sé en qué momento, pero las horas pasaron volando, cada vez quedaba menos para mi encuentro con Adam y eso provocaba que mi ansiedad estuviese presente, necesito escuchar atentamente todo lo que tenía para decirme puesto que si era cierto y llegaba a ser que ese hijo no era de mi esposo... se armaría un enorme lió. Al ver que ya estaba en la hora le hice una seña a Mario para que se percatara que ya debía irme, al principio me costó dejar a los chicos porque no querían que me fuera, cuando conseguí explicarles que tenía cosas que hacer me hicieron un puchero, pero entendían que debía irme,Mario tomó las llaves de su auto, nos despedimos de los chicos y salimos rumbo a su auto. Durante el trayecto ninguno dijo nada y solo nos quedamos escuchando la buena música que mi compañero había puesto para pasar el rato, tenía un lio en mi cabeza respecto a todos los acontecimientos que se estaban dando hoy, una sorpresa tras otra... era impresionable, el chico siguió un par de calle aumentando la velocidad, tuvimos suerte ya que curiosamente no había tanto tráfico, de pronto hobi se detuvo en nuestro destino para estacionarse, finalmente habíamos llegado.

- ¿Estarás bien aquí sola?, puedo entrar contigo si quieres -por alguna razón entendía que le preocupara que estuviese sola aquí, por otro lado, su miedo de encontrarme con mi ex era cierto pues con él me vería en breve-.

- No te preocupes Mario, solo veré algo y me devolveré a mi Hotel.

- Lo siento Tn, prefiero esperarte en el auto, no importa el tiempo que sea.

- Oye, mírame -sujeté su cara entre mis manos- sé que estoy embarazada, pero puedo hacer mi vida cotidiana como todos los días, no necesito un guardaespaldas... -le regalé una cálida sonrisa- estaré bien.

- Bien, PERO cualquier cosa me llamas.

- De acuerdo -le di un beso en la mejilla y bajé del auto- no vemos.

Mario ya más tranquilo me dio una amplia sonrisa y arrancó el auto saliendo del lugar. Suspiré, lentamente miré el enorme edificio en frente de mí, "bien, terminemos con esto", segura caminé en dirección a la recepción, cuando me hallaba dentro de la empresa me dispuse a enviarle un mensaje a Adam para avisarle de mi llegada, como me lo esperaba él no tardó nada en responderme, al parecer se encontraba en el pequeño jardín de atrás en donde hace mucho nos juntábamos para hablar, guardé mi teléfono y me dirigí hacia ese lugar. Era casi imposible no recordar aquel tiempo atrás en este lugar, pese a lo ocurrido aún seguía molesta por lo que me hizo, sin embargo, una parte de mí no quería estar contaminada de ese sentimiento de odio por lo que poco a poco creo que voy finalmente... perdonándolo. Al salir pude divisarlo en la banca en donde solíamos sentarnos, estaba callado mirando el suelo, al parecer estaba nervioso respecto a esto, después de todo hace bastante que no nos veíamos ni cruzábamos palabras, caminé hacía él y me senté a su lado.

- Hola Adam.

- Hola Tn... -me observaba de reojo, tal parece ser que aún no se atrevía a darme la cara. Yo hace mucho me junté con Danna y pudimos conversar lo ocurrido al respecto, ahí acordé no comentar lo que vi al Señor Jonas por el posible despido y problemas que se haría el chico, ahora que estamos frente a frente puedo darme cuenta que nunca tuve un cierre final con él, Adam nunca tuvo la oportunidad de hablarme y nunca intentó buscarme luego de nuestro confrontamiento en la oficina, le había dicho que podía perdonarlo, aunque eso no garantizaba que nos llevásemos bien, sin embargo, no quiero tener resentimientos con nadie... no ahora-.

- Adam... oye, puedes verme -tragó saliva, percibía que estaba nervioso. Tardó un poco, pero logré que me viese- ¿Ves?, no es tan difícil, no muerdo -bromee-.

- Lo siento... hace mucho no te veía y no sabía si... -intentaba juntar las palabras en su mente-.

- Si iba a llegar a golpearte con una sartén al recordar lo que ocurrió -completé divertida para calmar su tensión-.

- Algo así -logré sacarle una sonrisa, vamos por buen camino- Luego de esa vez no quise molestarte, no pretendía cruzarme de nuevo en tu vida si no fuese necesario -su mirada era de culpa, no esperaba que hasta el día de hoy se sintiera así por lo que hizo-.

- Oye Adam... yo no te odio.

- ¿Q.. Qué? -se asombró por mi comentario, no se espera que le soltara algo así- ¿P... Por qué dices eso?

- Porque quiero que lo sepas, ha pasado tiempo y nuestra relación también fue buena, fuiste un buen chico y eso igualmente lo aprecio... no quita el hecho de lo que me hiciste con Danna, pero... entiendo que la historia de ustedes viniese de antes y fue algo importante para los dos...

- Aun así, no pensé en las consecuencias, ni siquiera pensé en las posibilidades que tenía... -se movió de tal modo que quedo viéndome directamente- pude haberte explicado las cosas y hubiéramos podido llegar a un acuerdo para romper... solo actué pensando en mí. Eres una mujer increíble y lamento de corazón no haber podido terminar bien las cosas contigo.

- Me imagino que el amor es fuerte, ¿no? -yo tampoco era una santa y lo sabía perfectamente- cuando amamos a alguien es imposible pensar bien las cosas, la atracción es demasiado fuerte como para pelear contra ella, uno se deja llevar y eso... termina por ser algo agradable.

- Algo así como una droga...

- Como una adicción...

- ¿Crees... que este asunto este resuelto? -apretó sus puños- lo pendiente entre tú y yo.

- Por ahora creo que si -le extendí mi mano- si quieres saludarme solo hazlo y no dudes en hablarme si nos encontramos.

- Gracias Tn... -me sonrió tímidamente, algo raro en él ya que en toda nuestra relación nunca había visto esta expresión en su rostro- No me equivoque al decir que eres una mujer increíble, en verdad gracias por perdonarme.

Me alegraba que este asunto halla llegado a un cierre, a pasado un tiempo y eso me ayudo a pensar bien las cosas, Adam se comporto como un jodido adolescente con las hormonas alborotadas, sin embargo, yo también me comporté así con la única diferencia de qué yo estaba medianamente arrepentida por haberlo engañado y él no. En sí lo perdono porque conozco el sentimiento, sé de lo que es capaz de hacer un enamorado, sé lo que es amar tanto a alguien que dejas de lado a todo el mundo solo por esa persona, Danna y él se habían enamorado en el pasado y tuvieron que separarse por causa de sus padres, ese tema no se había cerrado y claramente el sentimiento o esa llama jamás se apagó... como lo que nos pasó a mi y a Kevin con nuestro reencuentro luego de haber roto.

mi peligrosa obcecionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora