Cap 11

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Ya no duele, o eso pensaba yo, dolía recordarlo, claro que si, me hizo mucho daño, hacia bastante tiempo que no pensaba en ella, igual era el momento de abrirse, contarle a Inés esa parte de mi vida, cerrar heridas para poder empezar una nueva vida con ella  sin que nuestros pasados molestaran, en el que solo contará el presente y el futuro juntas.

Me volví a recostar en su pecho, Inés me abrazo cuando escucho mi suspiro, creo que una lagrima cayó en su pecho desnudo, si lo noto no dijo nada.

-Blanca.... Así se llamaba mi primer amor y mi primer dolor......

Tiempo atrás.

Había acabado de cumplir mis dieciocho años, hacía unos días que mi segundo disco estaba en el mercado, con tan solo diecisiete años una cría aún que no sabía nada de la vida aunque yo pensaba que si, me quería comer el mundo, mi primer disco fue un éxito, y el segundo se decía que iba por el mismo camino, yo tan solo era un pollito y ya me llamaban la gallina de los huevos de oro, una niña a la que ya le querían sacar la sangre, exprir hasta la última gota.

En la discografica trabajaba Blanca, uno de los peces gordos, una de las jefazas, la gente le tenía miedo, allí por donde pasaba dejaba huella y los comientos temblaban, era fuerte con mucho carácter, un bellezon de mujer, tenía treinta años ya ves me llevaba doce años, que pedazo de mujer, elegante donde las hubiera, era preciosa pelo negro largo, unos labios que todos igual daba mujer o hombre morían por besarlos y por supuesto yo era una de ellas.

Yo aun estaba en el que no sabía que que quería me sentía confundida, había tenido algún rollo con algún chico de mi edad nada serio, pero ella me atraía, en mis sueños me la imaginaba en su cama, alguna vez hasta incluso me tocaba pensando en ella, con Blanca lo descubrí todo lo bueno y lo malo.

Yo también era de las que le tenía miedo, me imponía, nunca había cruzado una palabra con ella, hasta el día de mi dieciocho cumpleaños, al cabo del tiempo pensé que espero a que yo fuera mayor de edad para seducirme y evitar problemas aunque yo no hubiera tenido ningún problema en caer en sus redes.

La discografica me había preparado una pequeña fiesta de celebración, nada del otro mundo, unas quince personas todas mayores, nadie de mi círculo, ni mi familia, también descubrí con el tiempo que todo estaba pensado, nada era casualidad, había que seducir a la gallina de los huevos de oro.

Ese día cuando todos se fueron, Blanca me llamó a su despacho era la primera vez que se dirigía a mi, la segui como un perrito a su despacho ella de espaldas a mi con ese vestido corto, sus piernas largas su cuerpo de infarto y yo pequeña detrás temblando cagada de miedo, pero sin poder dejar de mirar su culo.

-Te gusta lo que ves?

Se dio la vuelta y me miraba y yo no podía hablar las palabras se me atragantaban me volví tartamuda.

-Yo.... Yo....

-Tranquila no pasa nada estoy acostumbrada a que me miren así y me deseen me gusta, tu también eres muy guapa Malú.

Yo seguía parada, muda, sudando, Blanca sacó de su bolso una cajita y esparcido encima de la mesa un polvo blanco, hizo con una gran maestría dos rayas una más grande y otra más pequeña, ella consumió la más grande sin vergüenza que yo estuviera delante  luego me miró señaló la otra raya y me dijo.

-Es para ti no tengas miedo.

-Yo.... Yo no.....

-No me digas que no lo has probado?

-No.....

-Siempre hay una primera vez Malú, además no sabes lo bueno que es el sexo con esto, es increíble follar te vuelves grande poderosa el mundo en tus manos, y yo la verdad Malú yo quería follar contigo.

Se sento en el sofá, el pequeño vestido se le subió hacia arriba, no llevaba bragas su sexo brillaba ante mi y yo me atragante con mi propio oxígeno, creí que me moria ahí mismo, lo que tanto deseaba lo tenía ante mi, dude unos segundos y pensé una no hace daño, me hice esa maldita raya, Blanca sonreia maliciosamente caí en sus redes.

Me arrodille entre sus piernas, me comi si sexo  Blanca gemia y gritaba, movía sus caderas, mientras sus manos agarraban mi cabeza para que no saliera, tuve un órgasmo sin tocarme, solo dándole placer a ella, me sentía grande poderosa, estaba cumpliendo mi fantasía a lo grande, me estaba follando a mi jefa.

Que engañada estaba, tan solo era una mas pero yo no veía nada estaba ciega por ella, así fue como comenzó todo, empecé a tontear con las drogas y con el sexo con ella.

El ambiente en mi casa no era el mejor mis padres se estaban divorciado, todo eran discusiones y esa fue mi manera de rebelarme contra ellos.

No duro mucho lo mio con Blanca apenas un año contado lleno de altibajos y discusiones, me volví celosa, la creía mía y ella tenía muchos yo no era nadie, se fue cansando de mi posiblemente cuando consiguió lo que quería de mi, yo tenía un cuaderno lleno de canciones mías me gustaba componer, pero nadie la veía, Vero y José fueron los únicos pero a mi me daba vergüenza enseñarlo, mi autoestima no era mucha, siempre he sido muy timida.

En algún momento le debí hablar del cuaderno a Blanca pero este un día desapareció, lo pasé mal a no encontrarlo culpe a mi madre de tirarlo, un día en la reunión para elegir las canciones para mi proximo disco, quisieron venderme mis propias canciones ,  y a otros cantantes sin decir que eran míos, allí estaba mi cuaderno en las manos de Blanca riéndose de mi en mi propia cara.

-Ese cuaderno es mío!!

No se como lo grite, Blanca dio un golpe en la mesa.

-Eres una niñata!!de que vas!! Nos llamas ladrones!!! Tu eres algo gracias a mi y si quiero tu carrera termina aquí!!!

Salí de allí corriendo, llegué a casa llorando, mis padres discutían y ni me vieron entrar, me desmaye, cuando volví abrir los ojos estaba en la cama de un hospital, mi madre y mi padre llorando, les habían dicho que consumía drogas, se culpaban oír no estar atentos, les conté todo, mi padre salió furioso, lo único que se es que mi padre y mi tío fueron a la discografica y a los pocos días cuando ya estaba bien estaba firmando en Sony.

Ahora.

Inés me abrazaba fuerte, cuando termine de contarle.

-Lo siento amor, lo siento.

-Ya ha pasado.... Valió para que mis padres se divorciaran sin guerras, estuvieron pendientes de mi, mi madre viajaba conmigo.

-Y ella que es de Blanca?

-No la volví a ver, no se que pasó con mi tío y mi padre, desaparecio, hubo un tiempo que la busque, la mandaron fuera, la olvidé hasta ahora.

-Y tu cuaderno?

-Desaparecio con ella, hubo un tiempo que escuche mis canciones en la voz de cantantes, dolía luego pensé que tampoco eran tan malas como creía, ahora voy intentandolo.

-Son preciosas, no debe de darte vergüenza Lula.

-Dejemos el pasado y con centrémonos en este fin de semana, es tu cumpleaños y pienso gastar tu cuerpo, empezando por ahora mismo.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora