Alex, Alex había aparecido, al otro lado del charco, Alba su tía lo había abandonado, en mi cabeza no paraba de darle vueltas, como pudo haber hecho esto arrebatarlo para luego abandonado.
Seguía sentada en la cama, con mi mirada perdida y mis ojos empañados en lágrimas, no se el tiempo que había pasado desde que Ricardo había llamado hasta que sus manos se posaron en mi cara.
-Lula mirame.
Levante la vista, llevaba una bata encima de su cuerpo desnudo mire el mio yo aun seguía desnuda, note subirme los colores, me cubti con las sabanas, Inés sonrió aún con sus manos en mi cara.
-Cariño ya está todo preparado nos vamos a México a por nuestro niño.
-Alex....
-Si Alex....
-Como vamos.
-Para algo tiene que servir ser presidenta de un país, hay un avión a mi servicio, ya he llamado y lo están preparando, Irene se ocupará de todo mientras estemos en México, solo falta preparar las maletas y nos vamos.
Empecé a llorar y me tire a sus brazos, no podía dejar de llorar mientras Inés intentaba calmarme.
-Tranquila Lula pronto seremos otra vez una familia pronto estaremos los tres juntos ya veras cariño, nadie nos va a separar.
Con su ayuda, que no se que hubiera hecho sin ella, me levante, nos vestimos deprisa la maleta nunca antes la había hecho tan deprisa, llamamos a nuestras familias donde volvimos a llorar, no había tiempo a despedidas queríamos salir cuanto antes, el coche oficial nos llevó al aeropuerto donde el avión ya esperaba nuestra llegada para alzar el vuelo.
Llevabamos varias horas en el cielo, se me iba hacer larguísimo el viaje, estaba recostada en su hombro, Inés estaba en su portátil encendido.
-Que te dijo Ricardo?
-Poco Lula, no quiso entrar en muchos detalles, solo lo que te dije Alba lo abandono, sabía que esa mujer no lo quería, joder fue Alberto seguro que le prometio el oro y el moro y luego con el muerto ya no le interesaba, la muy..... Esto no quedará así pienso denunciarla pagará todo lo que nos ha hecho, cada lágrima que hemos derramado te lo prometo Lula.
Asentí y me volví a recostar a su cuerpo, cerre los ojos quería dormir para que el tiempo pasará lo más rápido posible y eso que no habíamos dormido entre la boda y por la mañana la reconciliación, eran muchas horas de vuelo que al final caímos las dos.
-Presidenta hemos llegado....
Las dos abrimos los ojos de golpe miramos por la ventana del avión, estábamos ya sobrevolando el aeropuerto en unos minutos aterrizariamos, estavamos cada vez más cerca de nuestro niño.
Inés cogió mi mano durante todo el rato que duro el aterrizaje, suspiramos las dos a la vez cuando tocamos tierra, allí nos esperaba un coche el cual nos llevaría al hospital donde trabajaba Ricardo.
Por desgracia no estábamos cerca un par de horas en coche, el paisaje aún era desolador sobre haber pasado meses aún se veía todo lo que había hecho el maldito terremoto, cuántas familias rotas por la desgracia.
Ya estaba anocheciendo cuando nos dejaron en la puerta del hospital, por suerte no había trascendido nuestro viaje a México.
Caminábamos por los pasillos del hospital con los dos escoltas detrás sin perder ningún detalle, tuvimos que preguntar varias veces por Ricardo hasta que al final pudimos localizarlo.
-Ricardo!!
-Presidenta.
-Inés por favor solo Inés.
Asintió con la cabeza, luego me miró a mi.
-Tienes buen aspecto, no se te nota al caminar.
-Estoy perfecta una pequeña cicatriz y todo gracias a ti.
El sonrió agradecido.
-Alex donde está?
-Venid vamos a un sitio más tranquilo para hablar.
-Ricardo que pasa nos estás asustando.
No dijo nada nos hizo pasar a un despacho, nos hizo sentar y el al lado nuestro, su rostro era de preucupacion y el mío temblaba de miedo, Inés con su mano en la mia intentaba calmarme pero ella estaba igual que yo.
-No os conté toda la verdad por teléfono.
-Por favor Ricardo....
-Encontré a Alex de milagro, lo habían recogido de la calle solo, Alba lo dejó en la puerta de un orfanato.
-Maldita....
-Alex no está bien esta enfermo.
-Que le pasa?
-Llegó al hospital desnutrido, deshidratado, sucio, no hablaba, desorientado.
Me sentía que me ahogaba me faltaba el aire, como podía una persona hacerle eso a un niño tan pequeño con solo dos años.
-Solo os llama a vosotras, esta muy débil.
-Se salvará verdad?
-Estamos luchando por sacarlo, me costó varios días localizarlas no fue fácil, tenía miedo que cuando llegarán no pudieran verlo.
-Quiero verlo Inés....
-Si lo voy a llevar con el, en estos momentos no hay medicamentos que lo salven, solo me queda la esperanza del amor de sus madres que hagan que sus ganas de luchar vuelvan.
Volvimos a salir por los pasillos Ricardo delante, nosotras detrás cogidas de la mano y con el corazón en un puño por lo que íbamos a ver.
Tan sólo una puerta nos separaba de él, Ricardo la abrió entró, nosotras nos quedamos en la puerta, el delante de la cama miraba que todo fuera bien.
Alex apenas se le veía en la cama aún se veía más pequeño, los ojos cerrados todo piel y hueso, cables y vías por todas partes, máquinas que pitaban sin cesar, me di la vuelta no podía mirarlo me abracé a Inés llorando las dos aun en la puerta ni no nos habíamos atrevido.
Ricardo se acerco a nosotras.
-Siento que este haya sido el reencuentro, no es agradable verlo así tan débil pero solo vosotras podéis ayudarle a volver, os necesita.... Voy dejaros solas en lo que necesitéis no dudéis en llamarme.
Asentimos las dos Ricardo salió dejándonos a las dos, Inés me miró dejo un beso en mi mejilla.
-Tenemos que seguir luchando por el, tenemos que ser fuertes estar unidas.
Nos acercamos a cama una a cada lado lo mirábamos, las lágrimas corrían por nuestras mejillas, donde estaba Alex lleno de vida, en esta cama no quedaba nada de él nada, pero íbamos a luchar, iba a salvarse, ahora que lo habíamos encontrado.
Cogi su manita, no se movia, no abria los ojos, apenas respiraba, le dimos un beso a su carita y le hablé.
-Ehhh mi niño, estoy aquí mami ha venido a por ti.... Mami Nes como tu lla llamas esta aquí a tu lado esperando que sonrías, nos des la manita.
-Te hechamos de menos Alex vuelve con nosotras, Alex te necesitamos, no vamos a separarnos más te lo prometo.
-Los abuelos y los titos te hechan de menos, los primos quieren jugar contigo, todos te queremos cariño.
Nos sentamos en una silla, no reaccionaba, sus ojitos no querían abrirse pero lo harían dentro de nosotras sabíamos que el era fuerte no nos iba a dejar.
En esa misma silla con la cabeza apoyada en la cama y con su manitas entre las nuestras nos dormimos agotadas.
Las horas se hacían duras verlo tan poca cosa, tan pequeño y tanto sufrído, nadie debía de pasar por lo que el había pasado, la vida no había sido justa con el, dentro de mi me había prometido nunca le iba a faltar todo el amor que llevabamos dentro.
-Ma.... Ma... Mami... Nes...
Abrimos los ojos al escuchar su vocecita débil, el nos miraba intentaba sonreír pero ni fuerzas tenia pero fue suficiente para darnos esperanza.
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Primera Dama
FanfictionInés cansada de ser la sombra de su marido da un paso adelante en su vida de la mano de Malú el amor de su vida.