Cap 53

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La vida nos cambió en el mismo momento que gane las elecciones, pase de ser un poco anónima a la mujer del dia, y eso que aún no era la presidenta oficial para eso aún faltaban un par de semanas, investidura y la jura de la constitución, pero ya nada era igual, al dia siguiente ya tenía un coche oficial y mis guardaespaldas oficiales, no podía salir de casa sin ellos, mi vida ya no era mía, mi vida pertenecía a mi país, es lo que había elegido, no seria fácil pero dentro de casa no podía no debía cambiar nada con ella, las dos teníamos que ser pacientes, por que la suya también había cambiado, no se la llamaba la primera dama por que no estábamos casadas, ella no tenía derecho a lo mismo que yo por ser mi novia el protocolo lo decía así, ese era uno de los motivos por el cual no me iba a instalar a vivir en la Moncloa sin ella no, trabajaría ahí y nada más mis noches era con la persona que amaba.

Lorena había decidió operarse ya como le habíamos aconsejado cuanto antes mejor y ella quería estar bien en la investidura, por mucho que le dijeramos que su salud era lo primero, ella cabezota que para eso la habíamos contratado no para estar de baja, así que aquí estamos después de la resaca de las elecciones en el pasillo del hospital, su familia y sus amigos, habíamos sido muy discretos Lorena no quería que la prensa se enterara ella no era la protagonista, no queria ser el centro de atención, iba a ser difícil la íbamos a cuidar como lo habíamos hecho antes, volvíamos a ser las tres mosqueteras.

Ya habían pasado varias horas desde que Lorena había desaparecido por el pasillo dirección al quirofano, aun no habían noticias, ya nos había informado Santiago que a si se llamaba el médico y amigo que pasarían por lo menos tres horas, por mucho que intentó tranquilizarnos de que todo iba a salir bien nunca te quedas tranquila.

-Toma cariño.

Me ofreció un café a mi y otro a Irene para volver a sentarse a mi lado.

-Gracias....

Le contestamos las dos y volvió el silencio, hasta que escuche un poco de alboroto y al levantar la cabeza lo vi allí plantado, con su traje y corbata, demacrado con ojeras, había perdido algún kilo, no lo había visto desde el debate aquel día su cara era de superioridad hoy me daba lástima.

Irene se levantó iba hacia el furiosa, la cogí del brazo para pararla.

-Yo voy.

Malú se puso a mi lado cogiendo mi mano estaba temblando.

-Tranquila cariño esta todo bien.

Alberto se acerco a mi.

-Que haces aquí?

Le pregunte bastante borde.

-Saber como está?

-Quién te lo ha dicho por que dudo que haya sido Lorena.

-No ella no.... No me habla....podemos hablar a solas?

Me pregunta mirando a Malú.

-No tengo secretos para ella lo que tengas que decir lo dices delante de ella.

Alberto agacha la cabeza, no me fio de él y lo que menos me apetece es quedarme sola con el.

-Como.... Como está?

-En quirofano, no sabemos nada aún.

-Que es lo que le pasa?

-No es asunto tuyo Alberto será mejor que te vayas.

-No me voy a ir hasta que no sepa cómo está!

-No alces la voz estas en un hospital y aquí no puedes hacer lo que te pase por los huevos, además Lorena no quiere saber nada de ti, no hace falta que te preocupes ahora por ella.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora