Cap 82

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Me desperté con un dolor de espalda insoportable, mire la hora las tres de la madrugada, me levante del sofá cama del hospital, que mal se dormia ahí pero peor el el sillón donde estaba Inés dormida, cada dia nos turnabamos más que nada para una estar cerca de la cama de Alex.

Estire un poco la espalda y me acerque a su cama dormia tranquilamente, ya no estaba conectado a ninguna máquina, por fin había ganado un poco de peso el cual nos permitían volver a casa aunque tuvieramos que estar más días ingresados antes de volver a casa.

Acaricie su pelo y agarre su manita dejando un par de besos en ella.

-No puedes dormir?

-Te desperté?

-No tranquila me gusta mirarte cuando tu no te das cuenta.

Sorrei ante sus palabras, siempre tenía algo bonito que decirme.

-Ven siéntate aquí en mis brazos.

Me sente entre sus piernas abrazandola Inés me rodeaba con sus brazos, escondí mi cara en su cuello, le di un pequeño beso y luego otro, un mordisquito y luego otro, la escuche emitir un pequeño gemido, mordí su oreja y luego otra vez, sus manos se colaron por debajo de mi camiseta acariciando mi espalda, haciendo que mi piel se erizara, segui con mis besos en su cuello, mi lengua lamia su oreja y escuchaba su respiración entrecortada.

-No..... Deberíamos.... Seguir... Lula...

-Debería (beso) parar (beso)....

-Creo.... Que.... Si....

-Y si (beso) no paro (beso).

-Alex..... Se puede.... Despertar....

Deje su cuello para besar sus labios, ruido de besos es lo único que se escuchaba, la manos de Inés se posaron en mi cintura, movía mis caderas buscando un roce un alivio, quería parar no era buena idea podía despertarse el niño podía entrar alguna enfermera.

Deje de besarla unos segundos cogi la manta en la que estaba tapada Inés y nos cubrí con ella a las dos hasta la cabeza, si alguien entraba por lo menos no vería nada.

Ya cubiertas en la manta seguimos con los besos desenfrenados movimientos de caderas buscando contacto sus manos buscando mi trasero y las mías acariciando sus pechos por encima de la tela, la ropa sobraba pero dentro de nuestro calentón sabíamos que no era buena idea deshacerse de ella asi que sus manos agarraban ya mi culo  apretandolo volviéndome loca, teníamos que ser silenciosas cosa difícil en nosotras, no debía dejar su boca ni un segundo para ahogar los gemidos en los besos, cole mis manos para acariciar sus pechos por debajo de la tela, notando sus pezones duros como una piedra, metí mi cabeza dejajo de la camiseta, no tenía bastante con mis manos sus pechos necesitaban de mi boca, los chupe sin parar.

-Dios.... Lula... No puedo más.

Salí de debajo de la camiseta para volver a sus labios, fue ines la primera en colar la mano por dentro del pantalón buscando mi sexo que ya estaba húmedo y bastante lubricado para sus dedos los cuales entraron sin dificultad en mi, cavalgue al ritmo que imponían sus dedos, dentro y fuera, la imite colocando la mía en ella adentrando dos dedos sin prisa, mos movíamos despacio debajo de la manta con nuestros labios pegados para que nadie nos escuchara.

Llegamos al órgasmo juntas, abrazadas recuperandonos de un calentón,.

-Joder Inés somos lo que no hay.

-Has sido tú Lula.

-Será posible, no te quejabas.

-Ahora estoy muerta de vergüenza imagina que al otro lado de la manta hay alguien.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora