Cap 31

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Llegué a casa mi madre furiosa, llena de rabia, no sabía exactamente por que, si por enterarme la última de todo, que mi familia hiciera las cosas a mi espalda o el daño que le habían hecho en en pasado a Blanca lo íbamos a pagar nosotras ahora.

Abri la puerta de casa mi madre con mis llaves siempre llamaba por respeto a la intimidad igual que exigía que se hiciera la mía.

Cerré de un portazo, ente medio corriendo y gritando.

-Mamá!!! Mamá!!!

Salió de la cocina asustada con su típico delantal puesto.

-Hija que pasa?

-Tu lo sabías verdad? Por que me lo ocultarse!!!

-No se de que me hablas, y por favor no grites la niña esta durmiendo.

Estaba tan ofuscada que ni la escuche, hasta oír el llanto desconsolado de mi sobrina, entonces fue cuando mire alrededor y me di cuenta de que estaban mi hermano y Vero que cogia a la niña de la cunita que tenía mi madre para cuando se quedaba.

-La despertaste.

-Lo..... Lo siento....

-Se puede saber que coño te pasa para entrar de esa manera en casa de mamá y gritar cosas sin sentido .

La niña seguía llorando, Vero intentaba calmarla.

-Ahora has gritado tu imbécil y yo hago lo que me da la gana!

-Serás gilipollas!

-A mi no me insultes imbécil!

La niña seguía llorando y nosotros comportandonos como críos.

-Queréis para de una vez los dos, la niña está asustada y vuestra madre llorando por lo menos respetarla a ella.

Callamos los dos de golpe, mira a mi madre tenia los ojos vidriosos apunto de llorar por mi culpa.

-Coge a tu hija súbela arriba y duermela vamos.

Vero le da a la niña a mi hermano que agacha la cabeza y sube al piso de arriba sin decir una palabra.

-Y ahora te tranquilizas y cuentas de que coño vas y sin ningún grito, yo no soy tu madre pero si te tengo que dar una ostia te la daré.

Y era capaz, nos  sentamos las tres estuvimos en silencio, esperaban mis disculpas, cuando iba a hablar bajaba mi hermano, Vero lo desafió con la mirada, se sento en silencio.

-Lo siento.

Fueron mis únicas palabras antes de ponerme a llorar, mi madre me abrazo llorando.

-Lo siento.... Mamá... Soy una gilipollas....

Luego mi hermano pidió disculpas.

-Yo también lo siento, no debi gritarte me puse nervioso....

-Ahora que parece que estáis más calmados podemos hablar como a personas civilizadas y nos pones al día que es lo que ha pasado.

-He visto a Blanca...

-Pero tu eres gilipollas perdida!

-Eh eh no grites tu hija esta durmiendo.

-Malú no me vaciles.

-Pues entonces escucha antes de protestar.

-Es que no entiendo por que has tenido que ver a esa zorra!

-Veronica deja que hable.

-Me callo.

-Alberto le está haciendo chantaje a, Inés.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora