Cap 14

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Estaba en una pequeña habitación, unos cuantos armarios, estanterías con toda clase de aceites un sillón,  la camilla de los masajes, en el techo un gran espejo, el cual me daba un gran morbo.

Malú había salido de la habitación dejando un beso en mis labios y dando unas pequeñas instrucciones.

-Ahora vengo, dame unos minutos, quítate la ropa y acuéstate en la camilla.

Un tierno beso y me quede sola, empecé a quitarme la ropa la doblé, yo era bastante maniática del orden todo lo contrario que Malú, la dejé encima del sillón bien puesta, me acosté en la camilla boca abajo.

Intente relajarme, incluso estuve a punto de dormirme cuando escuche abrir la puerta, sabía que era ella no hacía falta verla pero me di la vuelta para verla y me quedé petrificada al verla, iba desnuda solo un cinturón en su cintura, con varias cremas y aceites y sobre todo su eterna y perfecta sonrisa,llevaba puesto el colgante, toque el mio, mordi mi labio viendo como se acercaba a mi.

-Te gusta lo que ves?

-Buffffff tengo ya unos calores, y lo mejor de todo te queda perfecto ese colgante.

-El tuyo es perfecto en tu cuerpo desnudo, pero basta de charlas, tengo un masaje que dar a la chica más guapa a la que hoy ha cumplido años.

Sonrei y volví a la posición de antes, lo primero que note fueron sus labios recorriendo mis espalda, besos los cuales erizaban mi piel, besos humedos, los cuales ya me volvían loca, luego note caer por mi espalda un líquido caliente y después sus manos restregando con delicadeza el aceite por toda mi espalda, cuando ya estaba todo esparcido, sus manos fueron masajeando mi espalda, empezando por mis hombros, paseando por mis brazos hasta mis dedos, tenía unas manos increíbles.

Fue hechando más aceite este tenía una fragancia muy agradable y acompañada por sus dedos jugando desde el cuello hasta el nacimiento de mi trasero.

Dejó mi espalda para llegar a mis muslos y mis pies untado aceite para que sus manos pudieran trabajar mejor, cuando menos me lo esperaba sus manos estaban en mi culo masajeandolo entrando peligrosamente, excitandone cuando se acercaba demasiado, ya se notaba mi respiración bastante agitada, algún pequeño gemido cuando sus labios besaron mi cuello.

-Te gusta mi amor?

-De.... Dasiado...

Ya me costaba hasta hablar.

-Ponte boca arriba.

Me susurro de manera muy sensual,, le hice caso me puse como ella me dijo.

-Arriba hay un espejo no dejes de mirar.

Mire, vi mi cuerpo desnudo, me entró vergüenza verme ahí expuesta vulnerable, pero a la vez excitada, era mucho morbo imaginar lo que iba a, pasar.

-Eh amor no tengas vergüenza tienes un cuerpo de escándalo, disfruta y déjate llevar.

Fue hechandome el aceite por mis hombros abdomen y mis pechos, yo no dejaba de mirar hacia arriba, Malú fue directa a mis labios besandolos como si no hubiera un mañana, paso por mi cuello.

-Inés no sabes aún lo que te amo.

-Si es como yo lo hago me lo estoy imaginando.

-Entonces me alegro de que lo sepas, ahora eres toda mía, felicidades amor.

Sus manos hacían milagros miraba hacia arriba con sus manos untadas en aceite se resbalaban en mis pechos , los masajeaba con cuidado de todas las maneras posibles, levante mis manos para acariciar los suyos, solo fue un tímido contacto, cerró los ojos y suspiro, tenía las mismas ganas que yo.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora