Cap 44

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Desde que habíamos abandonado el hospital no había salido una palabra de mi boca, en el coche silencio absoluto ni la música de la radio habia puesto, en mi regazo la caja sin abrir, por miedo a lo que podía encontrar dentro de ella y las palabras de la enfermera aún retumbaban en mi, que la perdonara, podría hacerlo algún día o ya lo había hecho.

Al entrar en casa subimos directas a la habitación, me sente en la cama con la caja en mi regazo, mi vista en ella.

Escuche resoplar a Inés, mientras caminaba por la habitación.

-Voy a darme una ducha por si quieres abrir la caja sola.

Luego la puerta del baño cerrarse y el agua correr.

No se cuanto tiempo paso desde que Inés volvió a salir del baño envuelta con el albornoz y el pelo mojado, yo en la misma posición de antes.

Se puso de pie delante de mi, levante la mirada.

-No piensas abrirla?

-No se....

-Que es lo que no sabes Malú?

Cuando dice mi nombre y no Lula es por que esta enfadada.
 
-Tengo miedo....

Inés se sienta a mi lado, coge mi mano y yo la miro.

-De que tienes miedo?

-De muchas cosas....

-Dimelas si callas no podré ayudarte.

-Tengo miedo de lo que haya dentro, de que nos haga daño, pero sobre todo que te enfades conmigo.

-Por que me tenia que enfadar?

-Ya lo estás y se por que?

-Por que piensas que estoy enfadada?

-Joder Inés me vas a obligar a decirtelo.

-Si no me lo dices no se si estás en lo cierto.

-Pienso que tu crees que algo se ha removido dentro de mi, que aún sigo queriendola.

-Y es cierto?

-No.... No siento nada por ella aparte de pena, me duele que haya muerto fue alguien importante pero es pasado, quiero que me creas Inés....

-Te creo, y es verdad siento celos y miedo que aún nos pueda separar.

-No, Inés no, pero si tengo miedo de lo que aquí hay, no quiero abrirlo sola, te necesito.

-Estoy aquí, lo abrimos juntas, me enfadaba que no quisieras que lo viera.

-Te amo Inés....

-Y yo más tonta.

-Bésame....

Se acerca a mis labios depositando de manera tierna los suyos sobre los míos, saboreando su sabor, al separarnos la miró.

-Abre tu.

-Tu piensas que es una bomba y quieres matarme.

-Jajaja me has pillado.

-Anda vamos a la cama y abrimos esa dichosa caja.

Así hicimos nos pusimos el pijama, sentadas apoyadas en el cabecero, cubiertas por la colcha hasta la cintura y la maldita caja delante de las dos.

-Vamos Lula se valiente.

-Que sea lo que dios quiera.

Abri la caja despacio al ver lo que allí había se me saltaron las lágrimas.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora