Cap 65

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Mi cabeza era un maldito caos, corazón y mente divididos por la mitad, cansada de luchar, parecía que todos me daban la espalda, siempre había tenido apariencia de fría, yo sabía que no era así, Malú lo sabía se lo había demostrado, siempre le había dado mi amor, lo iba a dejar todo por ella por mi amor condicional, en mi vida era ella primero y ahora me tocaba volver a elegir, o me subía al avión vuelta a Madrid con las manos vacías o lo hacía con las manos llenas.

Me acerque donde estaba reposando, ella no me veía, yo sí me emocionaba verlos a los dos el amor que se daban, es un niño muy guapo lleno de amor buscando una familia una madre, la había encontrado y yo lo rechazaba.

Note mis mejillas mojadas por mis lágrimas, me las seque con la manga.

-Espiando?

-Joder que susto no te había visto, y no no estoy espiando.

-No te atreves a entrar?

-No quiero discutir más José estoy cansada, no se como manejarlo esto me queda muy grande.

-No me puedo creer lo que dices, manejas un país y no sabes manejar una familia.

-Que hago José?.

-No lo se.... Que piensas, que dice tu corazón?

-Tengo miedo, siempre he querido ser madre, con tu hermana lo he querido todo....

-Por que no lo conoces un poco y luego decides, el avión no sale hasta mañana.

-Y que le digo a Malú?

-Dejamelo a mi yo me ocupó.

Me marcho fuera, estoy nerviosa, José tarda unos minutos, lo veo salir con el en brazos, al verme esconde su carita en el cuello de José.

-Alex, es Inés, no quieres estar un rato con ella mientras Malú descansa.

Saca un poco la carita del cuello, hace una media sonrisa pero no se atreve, levanto mis manos para que venga.

-Vienes conmigo?

Cojo su manita acariciandola y de golpe se tira a mis brazos abrazándome.

-Mami Nes.....

Le escucho decirme, me abre el corazón, miro alrededor y José ha desaparecido, dejo en el suelo al niño y me agachó para quedar a su altura.

-Quieres que demos un paseo.

-Ti...

Y cogidos de la mano salimos del hospital de campaña, fuera aun reina la desolación, no nos alejamos mucho, no conozco nada y no quiero perderme, mis dos escoltas me siguen por detrás a cada paso que doy.

Encontramos una cafetería que aún sigue en pie y está abierta.

-Tienes hambre?

-Ti.

Entramos dentro  nos sentamos en una pequeña mesa observe alrededor  había sufrido desperfectos pero ahí estaban ellos intentando que su pequeño negocio no cayera.

Pedimos un par de chocolates calientes con churros, fue bonito verlo comer, con sus pequeñas manitas intentando imitar lo que yo hacía, metiendo el churro dentro de la taza para luego chupar el chocolate, se veía tan feliz con algo tan cotidiano, se puso perdido de chocolate, decidí ir algún sitio a cómprale ropa, llevaba demasiados días con la misma ropa.

Comprar con el fue igual de emocionante que comer un simple chocolate, se dejaba hacer de todo sin rechistar, salimos cargados con unas cuantas bolsas y un carrito de paseo.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora