Cap 42

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-Que queréis?

-Podemos pasar?

-Si habéis venido a burlaros ya os podéis marchar.

Lorena intenta cerrar la puerta pero soy más rápida y pongo el pie jugandomelo.

-Inés te podía haber roto el pie dejala no vale la pena, no se para que hemos venido.

-Hazle caso a tu amiga Irene y largargaros.

-Lorena solo quiero hablar es algo que te concierne es importante.

Irene resopla mientras Lorena abre la puerta, sus ojos están vidriosos luchando por no llorar.

Entramos, dos pasos cierra la puerta y se queda detrás de nosotras nos damos la vuelta y la miró.

-Estas sola?

-Tu que crees Inés!

-Tan solo preguntaba no quiero molestar.

-Si estoy sola, si preguntas por el, no esta ni estará, tampoco ha llamado.

-Y te jode que no haya llamado?

-Mira Irene... No voy a tolerar... Será mejor que os marcheis.

-Lorena por favor dame diez minutos, Irene se calla por favor Irene.

-Vale me callo.

Levanta las manos en señal de rendición.

Pasamos al salón nos sentamos cada una en una silla.

-Queréis algo?

-Café?

-Un colacao?

-Bien ahora vengo.

Lorena sale y se va a la cocina mientras nosotras dos observamos, el salón está completamente vacío, en un rincón hay un montón de cajas, en algunas pone el nombre de Alberto, me imagino que serán cosas de el que querrá devolverselas, me alegro que sea así y pase página aunque no va a ser difícil.

Lorena vuelve cargada con una bandeja con lo que le hemos pedido más unos pocos pasteles.

-Perdonar no tenía nada más.

-Tranquila esta bien.

Ella se sienta, es la primera en dar un sorbo a su café, le sigue Irene y luego yo, estamos en silencio unos minutos hasta que es ella la que rompe el silencio.

-A que habéis venido.

-Saber como estabas primero.

-Mal Inés después del espectáculo de anoche estoy avergonzada.

-No lo estés no és culpa tuya...

Irene sonríe por lo bajo, le doy una patada por debajo de ma mesa.

-Si, me lo merezco todo lo que me pasa, jugo conmigo pensé que conmigo iba a ser diferente, soy imbécil gilipollas....

-Entre otras cosas.

-Irene....

Le digo bajito y le vuelvo a soltar una patada.

-Dejala Inés si tiene razón!

-Tenga razón o no la tenga no es el motivo por el que hemos venido.

-Pues suéltalo ya y vámonos!

-En serio Irene ya!

Se calla, se que tiene razón Lorena fue nuestra amiga inseparable, dentro de mi aún me queda algo.

 Primera DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora