POV.CHRISTIAN
Es increíble cómo se dieron las cosas nunca pensé que me encontraría a la señorita Steele de esa forma. No era lo que tenía planeado, pero esto es mejor que nada. Me alegro haber estado justo en el momento indicado para ayudarla, sé que desde ya mi vida tomara un gran cambio, pero debo aceptarlo, y continuar con el plan.
Bebo mi vaso de wiski y sigo observando a la señorita Steele, se ve tan jodidamente hermosa con ese vestido, aunque para mi gusto si es muy corto.
¡Maldición!
Veo que Kate se le acerca a Ana y le entrega una fresa ella se la mete a su boca y chupa su dedo. Mi polla se retuerce en respuesta.
¿Cuántos años tengo, catorce?
La reacción de mi cuerpo es irritante. Me tiene inquieto parezco un adolescente hormonal. Mi cuerpo la desea. Pero qué diablos digo no tiene ni horas de haberla conocido y ya estoy pensando en cosas lujuriosas.
Concéntrate Grey me reto.
La veo bailar junto a Mía moviéndose lentamente no pierdo ningún gesto de ella.
Estoy cabreado viendo como otros se la comen con la mirada, malditos hijos de puta, enserio que soy un verdadero imbécil debería estar a su lado y no aquí observándola desde lejos.
Me bebo otro trago más de wiski. Volteo a mirarla y miro que le estampa una cachetada a un sujeto. No lo pienso nada y me abro paso por la gran multitud de personas que bailan.
El coraje se apodera de mi cuerpo y le estampó un puñetazo en la cara al sujeto logrando así que caiga al suelo.
¡Hijo de puta!
—Con ella no te metas me escuchaste a ella la respetas— le gruño cabreado. Juro que si le ha hecho algo a Ana me las pagara aquí.
—Seguro ya te la follaste— masculló con burla el hijo de puta. Enserio que no sabía si yo actuaba por mi voluntad o por los tragos que me cargaba encima la ira y las ganas de pelear fueron más fuertes que yo y me le tire encima de el mal parido y con toda la rabia del mundo le lance golpes por donde más podía.
Una vez que termine me acerque donde Anastasia y la sostuve de sus brazo revisaba que no estuviera lastimada
—Te encuentras bien nena, no te hizo nada aquel sujeto— pregunte con evidente preocupación.
Negó con la cabeza.
—Estoy bien Christian, muchas gracias. —susurro bajo con una sonrisa e intento caminar, pero ella se tambaleo.—No espera yo te ayudo — me ofrecí y la llevé para que se sentara.
Me agrada saber que estaba bien, pero me enojaba saber que el mal nacido la había tocado.
Dejo a la señorita Steele en un asiento mientras me voy donde Elliot a decirle que me marchó, pero antes le deseo un feliz cumpleaños. Y otras palabras más de gratitud por ser su día.
Al despedirme de Mía observe que Anastasia ya no está donde la había dejado eso me preocupo, y salí de la discoteca a buscarla mire los alrededores y la vi parada a un lado de la vereda mientras se pasaba las manos sobre sus brazos, me fastidiaba ver que no se preocupara por su salud.
Hacía mucho frío y no carga ningún abrigo.Me acerqué a ella y la cubrí con mi chaqueta.
—No debiste salir hace mucho frío— masculle serio.
—Lo siento me sentí mareada por eso salí para tomar un poco de aire fresco. —se defendió.La miré y negué. Sabía que había hecho mal al salir así.
—Segura se encuentra bien señorita Steele. — preguntéAsintió.
—Si estoy bien
—No lo parece —asevere.
Negó.
—Supongo que no —murmuro y la vi desplomarse lentamente, antes de que callera la sostuve entre mis brazos.
Su frágil y delicado cuerpo provoco que la aferrara más a mí.Llame a Taylor para que me viniera a buscar esperé unos minutos y el apareció con cuidado me subí al coche y acomode a la señorita Steele en entre mis brazos.
Ella no debía de haberse excedido con el alcohol tal vez si huera sido mi sumisa la hubiera amarrado, follado y azotado...posiblemente.
Suspiré.
Al día siguiente me encontraba observando mi reloj eran las 6:00 de la mañana, había dormido bien demasiado bien diría yo, sin pesadillas algo muy extraño en mí. Anoche cuando había llegado a mi casa le marque a Mia para avisarle que yo estaba con la señorita Steele y de que no se preocuparan por ella. Volteé a ver a Anastasia ella dormía profundamente, sus mejillas rosadas y sus labios rojos llamaban mi atención.
Me acomodé de costado y delicadamente acaricié su mejilla su piel era muy suave.
Que estoy haciendo esto no estaba bien, me detuve y de un brinco me levanté de mi cama.
Busqué una de mis sudaderas y bajé al gimnasio me entretuve en la cinta y luego alcé pesas ya me encontraba agotado.
Abrí la puerta y salí.
Fui a la cocina tome una de las botellas de agua y me la termine bebiendo toda. Recordé que la señorita Steele posiblemente despertaría con jaqueca busqué uno de los vasos y lo llene con zumo de naranja mientras buscaba las pastillas Gail entro a la cocina.
—Buenos días, señor Grey
—Buenos días, Gail por favor ayúdeme a buscar las pastillas para el dolor de cabeza —pedí
Asintió
Se acercó y dejó el periódico con unas cuantas revistas sobre la mesa. Mientras ella revisaba una caja me dí cuenta de que en una de las portadas de las revistas estaba la señorita Steele, sinceramente ella es una mujer muy hermosa, atractiva, verdaderamente atractiva.
—Aquí está señor Grey —volteé y mire a Gail ella me entregó la pastilla.
—Gracias
Tomé el vaso con el jugo y caminé en dirección mi habitación. Al abrir la puerta observé que la señorita Steele frotaba sus ojos con las manos.
—Buenos días, Anastasia. ¿Como te encuentras? — Levanta la mirada y se congela.
Me sujeta con una mirada perspicaz, estupefacta, creo, y no sé si eso es una buena respuesta o una mala respuesta.
—¿Señor Grey? —dice, susurrante.—Esa no es la respuesta que esperaba —sonrio.
Sus mejillas se enrojecen.
—Lo... lo siento estoy bien gracias por preguntar —dice avergonzada.—Tome esto —le entrego la pastilla y el zumo de naranja
Ella me mira y asiente.
—Gracias. —murmura nerviosa mientras muerde su labio
¡Joder!
Admito que tengo tantas ganas de morder ese jodido labio, pero no lo haré me controlare será lo mejor.
Es muy proto para arder en el infierno.
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Cree en mí
RomanceLa vida te enseña a seguir, adelante sin importar las circunstancias, Anastasia a pesar de ser, tan joven es dueña de una gran fortuna a ella no le interesa el amor es alguien que se dedica a su trabajo, pero el destino le tiene una sorpresa al enco...