POV.CHRISTIAN
Llego muy enojado a mi departamento, como puede ser posible que Anastasia, descuide su salud acaso no le importa enfermarse.¡Ha maldición! Tranquilízate Grey.
¿Qué hay de ti Grey? no es justo hablar si ni tu eres capaz de cuidar de tu salud. ¿Acaso ya desayunaste? Me reprende mi subconsciente que se encontraba callado.
-Buen día señor Grey- saluda Gail
-Buenos días, Gail
-¿Qué le gustaría desayunar, señor?
-Solo café, Gail -respondo ella duda, pero no dice nada
-Este bien señor- dice y se retiraMe dirijo al estudio para recoger mis papeles para la oficina. Taylor conduce a la empresa hoy no puedo dejar nada pendiente tengo que resolver algunos asuntos en la oficina que requieren de mi presencia.
Llamo a Ros desde el auto.
-Gran trabajo con el material de los Astilleros, pero el plan de negocios necesita alguna revisión vamos a ofertar- digo en voz ronca
-Christian esto es apresurado. -dice Ros.Niego
-Quiero actuar con rapidez, a tu correo envié lo que pienso del precio. -bramo con fastidio-Si estás seguro -murmura
-Estoy seguro -afirmo
-Bueno, pediré a Andrea que lo programe. -masculla
-Perfecto. -digo y cuelgo.
Me siento, meditando en la parte trasera del Audi, mientras Taylor acelera a través del tráfico. Me pregunto si Ana, desayuno espero que la señora Lupita, la obligue a comer. Solo espero que deje de saltarse las comidas Ana, suele ser terca cuando se lo propone.
Suspiro.
Andrea me observa cuando salgo del ascensor.
-Señor buenos días
-Buenos días - saludo -café por favor, Andrea, y tráigame un sándwich de pollo. -pido mientras me dirijo a mi oficina.
-Si, señor enseguida.
Ingreso a mi oficina y me acomodo en mi silla a revisar algunas hojas de cálculo, pero mi mente se distrae, me pregunto que estará haciendo mi nena ahora. Escuchó que llaman a la puerta y Andrea aparece.
-Su café y su sándwich, señor Grey.
-Gracias. -digo
-¿Algo más que desee señor? -pregunta
-Si, quiero que cancele cualquier compromiso social que tenga esta semana menos el almuerzo el resto sí. -murmuró mientras acomodo mi corbata-comunícate con Bastille para esta tarde.
-Si señor ya me pongo en eso. -dice y sale de la oficina.
Me encuentro combatiendo con Bastille su expresión es relajada mientras nos movemos en círculos enfrentándonos.
-Grey no es bueno entrenar en el ring si tus pensamientos están en otra parte- dice Claude, burlándose de mí.
Se balancea y me golpea el hombro casi me hace perder el equilibrio.
¡Maldición!
-Concéntrate, Grey. Ninguna mierda de tu sala de juntas aquí me has entendido. ¿O es una chica? -pregunta con gracia- A caso un pedazo de trasero te tiene así y él está rompiendo tu serenidad.
Me observa.
-Metete en tus putos asuntos, Bastille. -mascullo
-Uy, hemos encontrado la fuente del dolor -gruñe con triunfo.
Le empujo con un puño y una patada y salta impresionado.
-Muévete. -lo presiono.
-Cualquiera que sea la mierda que está pasando en tu pequeño mundo privilegiado, Grey porque está funcionando. -sonríe con gracia.
Jodido esta... me lanzo hacia el
Estoy en el silencio de mi departamento, la ausencia de Anastasia ha acentuado el silencio. De la sala cojo una botella de coñac y me voy a mi habitación me acomodo en uno de los asientos y me sirvo un vaso.
¿Estoy despechado?
Tomando un sorbo de coñac recuerdo los momentos que pase con Ana. La imagen de ella en esta cama aquí fue donde me adueñé de su virginidad aquí mismo la hice mi mujer.
Suspiro
Las imágenes eróticas de ella se crean en mi mente. No puedo soportarlo. Tomo otro trago de coñac y sigo recordándola. Me he acabado una botella de coñac y siento que el alcohol empieza a hacer estragos en mi sistema.
¡Joder!
Porque las cosas tuvieron que darse así, ahora lo que más quisiera es poder tener a Ana entre mis brazos y decirle cuanto le quiero decirle que siempre la protegeré.La triste realidad me golpea nuevamente. Apartando todo pensamiento positivo. Voy por otra botella y sigo bebiendo ya no soporto más mis lagrimas caen sin remedio de mis ojos. Me encuentro en la oscuridad de mi habitación, disgustado conmigo mismo.
Ya todo me da vueltas me rio por mi mala suerte. Jodida suerte la mía. Estamos follando, follando duro. La tengo contra la puerta del baño ella es mía. Me pierdo en ella, una y otra vez, en sus caricias, su aroma, su sabor.
Empuño mi mano en su cabello, sosteniéndola en su lugar. Sostengo su trasero, sus piernas envueltas alrededor de mi cintura. Ella no puede moverse, está sujeta por mí. Sus manos tirando de mi cabello.
¡Oh sí...! Estoy en casa. Ella es mi hogar. ¡Este es el lugar en el que quiero estar... dentro de ella...! ¡Ella es mía! Despierto, confundido. Mierda, era un sueño con ella.
- ¡DEMONIOS! -exclamo. Soy un desastre pegajoso. Nunca me había sucedido esto.
Me quito la camiseta y me limpio. Hay semen en todas las partes. A pesar del dolor que siento en mi corazón, el sueño erótico valió la pena. Salgo de la cama y me ducho, me cambio de ropa y nuevamente me duermo. O al menos lo intentare.
Me despierto de nuevo tengo un puto dolor de cabeza. La luz del pálido amanecer se filtra por mi ventana. Siento el agrio sabor de lágrimas en mi boca no sé en qué momento empecé a llorar mientras dormía.
Es mi culpa yo me cause este dolor. Nunca me había sentido tan miserable, es doloroso. Muy doloroso. Me ciento vacío por dentro.
Recuerdo cuando me dijo que era un acosador si Ana, soy acosador eso soy en eso me convertí y todo por ti nena.Cambie mi actitud y todo te lo debo a ti nena. Perdóname, Ana. Perdóname por favor. Limpio una lagrima que rueda por mi mejilla.
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Cree en mí
RomanceLa vida te enseña a seguir, adelante sin importar las circunstancias, Anastasia a pesar de ser, tan joven es dueña de una gran fortuna a ella no le interesa el amor es alguien que se dedica a su trabajo, pero el destino le tiene una sorpresa al enco...