Capítulo 82

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POV.ANASTASIA

Me comenta la doctora Ariana, que estoy evolucionando muy bien después de haber estado dormida por 10 días. Yo ya me siento mejor, aunque si me duele por ratos la cabeza. Agradezco a Dios, que mis bebes estén en buen estado. Ahora solo depende de mí, alimentarme saludable, no aturdirme por nada o disgustarme. Mi prioridad en la vida es mantenerme sana. 

Suspiro.

Hay un golpe en la puerta, y Taylor entra llevando una caja de cartón en sus manos, con un logo de unos de los restaurantes más nombrados en Seattle.

—¿Acaso es comida? —pregunta la doctora mientras observa la caja.

—La señorita Steele, tiene hambre, es sopa de pollo— comenta Christian.

La doctora asiente y me dedica una sonrisa.

—Está bien, pero solo el caldo, por el momento que no coma nada pesado— dice y sale por la puerta.

Christian acomoda la mesa con ruedas y coloca la sopa delante de mí.

—Es un gusto verla despierta señorita Steele. —dice Taylor

—Hola, Taylor. Para mí también es un gusto poder verlo, Gracias— le digo sonriendo.

—Es todo un placer señorita Steele.

Lo miro y niego.

—Taylor, habíamos quedado de acuerdo, de que nada de señorita Steele, dime Ana, por favor— duda un instante, pero lo miro muy seria con la mirada. El asiente con la cabeza.

—Está bien se... Ana —sonrio, solo espero que se acostumbre.

—Huele deliciosa esta sopa— digo alegremente

—¿Eso es todo? —pregunta Taylor a Christian.

Christian, asiente mientras me observa.

—Si, gracias —dice Christian, despidiéndose de él.

—¿Algo más que dese Ana? — pregunta observo a Christian, y veo que su camisa esta toda arrugada y se lo ve cansado.

Sonrio.

—Si, algo de ropa limpia para el señor Grey, y también un café —digo. Taylor sonríe

—Claro Ana.

—No, todo menos café por favor sí. —dice rápidamente Christian horrorizado.

Lo miro confundida.

—¿Qué ocurre Christian, no eres amante del café? —pregunto.

—Si, lo soy, pero por ahora no. Ahora come antes que se te enfrié—dice Christian ahora serio. Un gran cambio de emociones. Bueno que se le puede hacer.

Entonces me llevo la primera cucharada a la boca probando la sopa, tiene un buen sabor esta exquisita. Taylor, se retira y yo sigo comiendo. Observo a Christian con su teléfono en mano él está llamando a su padre, a su madre a Mia, Elliot, Kate, Sawyer y les dice que ya desperté. Termina sus llamadas y se acerca a mi observándome.

—Ana, es bueno verte comer.

Asiento.

—Claro es porque tengo hambre— comento.

Lo observo mirarme con ilusión.

Cuando terminé de comer aparecieron todos los chicos, Mia y Kate lloraban de la emoción de que ya haya despertado. También estaban muy contentas porque ya saben que serán gemelos los que vienen en camino.
Estuvimos conversando de todo un poco, y hasta ya estaban planeando el baby shower. La pase muy bien con ellas. Me sentía muy contenta y satisfecha por la compañía que me brindaron. 

Hace poco se terminaron de marchar. Christian, salió a arreglar los papeles del alta. Aburrida, desde la cama del hospital miro por la ventana y noto que está brizando, el cielo esta gris, debe de hacer mucho frio. Un suave golpe me distrae de la ventana, y es Carrick, quien se asoma por la puerta.

El resplandece cuando me ve despierta.

—¿Puedo entrar? — pregunta

Sonrio.

—Por supuesto que si Carrick —respondo el camina dentro de la habitación y hacia mí, sus dulces ojos azules suaves me evalúan con astucia. Lleva un traje oscuro a su medida.
Se detiene frente a mí y me sorprende inclinándose y besando mi frente.

—¿Puedo sentarme? —pregunta suavemente

—Si, claro. —respondo y se posa al borde de la cama, tomándome de la mano.

—Me alegra saber que despertaste pronto todos nos llevamos un gran susto, ¿Y dime como te sientes?

Muevo un poco mi cabeza al costado.

—Mejor, y un poco adolorida —digo honestamente.

Asiente observándome.

—¿Te han dado medicamento para el dolor?

—Si.

—Bueno ¿Dónde está Christian?

—Él está resolviendo unos documentos para el alta—respondo

Sonríe.

—Ya veo. Felicidades por tu embarazo. Me alegra que seas tú la madre de mis futuros nietos— dice alegre. Sus ojos brillan.

—Umm. Gracias.

—Dale tiempo a Christian, por favor. Esto es lo mejor para él —dice al parecer han estado hablando. Asiento.

—Lo are— suspiro.

—Y referente a la empresa no te preocupes Eleanor, se está haciendo cargo de todo, yo también lo estoy haciendo, preocúpate por mejorarte y cuida de ti y de los gemelos. Cielo.

—Gracias y lamento dar tantos problemas— susurro apenada.

Niega.

—No, nada de eso les prometí a tus padres que siempre estaría para ayudarte, así que no te disculpes por favor. Ahora me retiro. Estoy en el tribunal— se inclina y me besa una vez más en la frente —Lo digo enserio no debes de preocuparte no es ninguna molestia ayudarte— ya saliendo por la puerta.

—Gracias —susurro nuevamente.

Minutos más tardes asoma Christian, diciendo que ya podemos retirarnos del hospital, es un gran alivio saber que ya me puedo ir, detesto estar en los hospitales.

Christian, sostiene la maleta y me observa.

—Vamos nena ¿estas listas? —me pregunta

—Si, vamos. —digo y arrastra la silla de ruedas.

Suspiro.

Este es un capítulo que se cierra en mi vida luche y ahora estoy aquí lista para luchar por las vidas que llevo dentro de mi vientre. La vida tiene diferentes capítulos un mal capitulo no significa el final de la historia. Mientras más fuertes sean tus pruebas, más grandes serán tus victorias.

Cree en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora