Capítulo 45

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POV.CHRISTIAN

Desde la silla de mi estudio, observo los documentos que tengo que revisar.

Suspiro. 

En la mañana deje a Anastasia, en su casa, tenia planeado ir a trabajar a la empresa, pero después solo pase por los documentos y regrese a mi departamento. 

Taylor, aparece en la puerta de mi despacho lo observo y su expresión me indica que pasa algo.
—Señor, la señora Lincoln, se encuentra aquí — dice en un tono serio. Sabia que nada bueno pasaría.

¡Mierda! A que ha venido Elena.

—Está bien, aquí la espero. —mascullo mientras guardo los papeles que tenía en la mano, luego los revisare. Ahora tengo que saber para que ha venido, oh que pierda pedirá.
—Dime ¿vas a dejar el BDSM? —pregunta Elena mientras me observa

—No tendría porque decírtelo— gruño frio.

—A caso es por esa chiquilla, aquí lo único que tienes que hacer es enamorarla y quitarle todo, nada más por eso te busque. —dice dando una palmada al escritorio.

—Basta Elena, no te metas en mis decisiones— bramo.

Niega

—¿Qué ahora me apartaras así de la nada?

—Las decisiones son mía. —mascullo.

La veo sonreír, y luego se levanta de la silla.
—Claro, claro bueno por lo que veo te esta yendo muy bien con la chiquilla, he visto que has tenido varias citas. Espero no se te haga costumbre eso.

Joder ya me esta cansando esta conversación.

—Eso a ti no te debe de importar si tengo o no citas, Elena— le digo frio.

Yo tome una decisión y no pienso quitarle absolutamente nada a Anastasia y si estoy aun en esto, es lo para engañar a Elena.

—Dime acaso te enamoraste de ella Christian— me observa molesta— espero no se te olvide para que te busque.

Niego.

—No, no lo he hecho— le digo a ella, aunque la verdad que ni yo mismo lo sé.

Estoy confundido.

—Personas como nosotros no podemos caer tan bajo y enamorarnos, eso es para la gente débil e ilusa que se plantea ideas absurdas creyendo que el amor. —masculla con disgusto.

Quiero que Elena se largue de mi casa.
—YA BASTA— grito con enojo —te agradecería que no te metieras en mi vida, te estoy ayudando a mi manera, ya me advertiste de que serias capaz de hacer por el jodido dinero. —digo con disgusto.

—Yo me meto porque fui yo quien te ayudo, y ahora eres alguien respetable alguien con control y poder, que tiene el mundo a sus pies— reclama Elena severa.

Niego, las cosas se dieron como ella lo dice. No así.

—No es verdad lo único que me enseñaste fue a follar me escuchaste a follar, en verdad que fui un chiquillo tan ingenuo y tonto— digo mirándola a los ojos —Y sabes qué... pienso dejar ese mundo del BDSM.
—NO SABES LO QUE DICES CHRISTIAN, TU NO PODRÍAS DEJAR DE AZOTAR MUJERES, NECESITAS DE ESO PARA VIVIR. —dice elevando la voz, es increíble lo que dice.

—MÁRCHATE ELENA YA NO TENGO NADA QUE HABLAR CONTIGO. —grito, ya estoy harto de escucharla.
—Al menos espero que en esto no me falles— dice y se va dando un portazo. Rápidamente busco una botella de wiski y lleno el vaso. Bebo de un solo todo el contenido e intento calmarme.

Cree en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora