Cree en mí

Capítulo 66

POV.CHRISTIAN

—Grey, tienes que invitarme a almorzar merecemos unos momentos de paz— dice Ros mi mano derecha en los negocios. Estoy satisfecho hemos cerrado un maldito contrato que nos dejara con buenas ganancias.

Asiento.

—Está bien, vamos no quiero escuchar tus quejas de que soy un miserable— murmuro

La veo sonreír.

Observo mi reloj y son las 12:00 del día, subimos al auto y Taylor, conduce mientras reviso algunos correos en mi celular. Al llegar al restaurante nos acomodamos en la parte de atrás ya que es un poco más privado, nos sirven nuestros platos y conversamos de la negociación que tuvimos por los astilleros.

No sé porque fijo mi vista en la puerta del restaurant me fijo que Anastasia, ha llegado, la miro fijamente y noto que busca a alguien, al parecer lo ha encontrado ya que se dirige a unas cuantas mesas de la nuestra.

¡Maldición!

No puede ser cierto ella se ha reunido con el imbécil de Thompson. No aparto la mirada de ellos el tipo no me agrada para nada, observo que Ros se ha dado cuenta.

—¿Grey si me estas prestando atención? —pregunta ella alzando una ceja.

Asiento.

—Si, por que me lo preguntas Ros—digo con indiferencia.

Niega con un ligero movimiento de cabeza.

—No, me mientas Grey, estás viendo a la chica de aquella mesa ¿acaso la conoces? — pregunta ella observando a Anastasia.

—Son ideas tuyas — digo para que no siga preguntando

—No te creo— dice ella incrédula.

Sigo observando hasta que veo que Anastasia, se levanta al parecer ya se va, pero el hijo de puta de Thompson sostiene el brazo de ella, no lo pienso dos veces y me dirijo a sus mesa al llegar le propino un golpe en la boca mandándolo al suelo. Y sostengo el brazo de Ana.

—Escúchame bien en tu puta vida le vuelvas a poner una mano encima a mi mujer... que te quede claro Thompson —mascullo resaltando la palabra mi mujer muy enojado.

Saco a Anastasia, del restaurant y reviso si ella no tiene ningún rasguño o algo porque juro que aquí le termino de moler a golpes al malnacido ese. Observo a Taylor, él ya nos espera con la puerta del auto, abierta.

Decido llevar a Ana a mi departamento tenemos que hablar y solucionar las cosas de una vez por todas yo ya no soporto seguir distanciados.

—Sube —le digo estoy muy enojado mi cara arde de la rabia. Tengo que controlarme.

—Christian — susurra ella, pero no la dejo hablar. Tengo que si o si llevarla a Escala.

—Has caso Anastasia— la reprendo y sube al carro. En el camino Ana, solo se dedica a mirar por la ventana.

Llegamos a mi casa bajamos del auto, pero observo que ella quiere marcharse.

—No iras a ningún lugar o acaso piensas volver con Thompson — le bramo, pero al instante me arrepiento debo controlar mi temperamento o esto terminara peor.

—¿Qué te hace pensar eso? —me dice Ana mirándome fijamente, pero decido evadir su pregunta.

—Vamos, tenemos que hablar —susurro

—No, yo me voy —dice dándose la vuelta.

—Ana, te he dicho que tenemos que hablar— digo me cerco a ella y la cargo en mi hombro.