Cree en mí

Capítulo 29

POV.ANASTASIA

No, yo creo que escuche mal acaso Christian dijo que tenía miedo de perderme, será posible estoy muy confundida y mis mejillas están ardiéndome.

¿Es normal que un hombre te diga eso? Para ti sí Anita, no te lo habían dicho antes murmura mi subconsciente.

Me incorporo y sin darme cuenta la mano de Christian me acaricia la mejilla y me pasa sus largos dedos por debajo de la mandíbula, que sujeta con el pulgar y el índice.

Se inclina hacia delante y me da un rápido y casto beso.

Me quedo impactada.

¡Joder!

Acaso quiere matarme.

—Nena respira —me dice estando muy cerca de mi rostro.

Lo miro y el acaricia mi labio que había estado mordiendo.

—Christian— pronunció su nombre nerviosa.

Él me sonríe.
Tocan la puerta y Christian se aleja rápidamente de mí y veo que entra Sawyer.

—Anastasia ¿cómo estás? — pregunta mientras me revisa.

Esto es incómodo por un instante casi somos descubiertos.
—Estoy bien— respondo con una leve sonrisa.

Asiente y gira a ver a Christian.

—Señor Grey muchas gracias por ayudarnos—dice Sawyer.

Miro a Christian quién me mira igual y me sonríe.

¡Maldición!

Rápidamente mire para otro lado.

—No es necesario puede estar tranquilo. —murmura.

Lo regrese a mirar.

—Si es necesario agradecerle por su ayuda brindada— dije sin apartar la mirada de sus ojos— gracias.

Asintió

—Está bien —murmuró y le sonreí

—¿Sawyer como estas tú y Alex?

Me miró.

—Estamos bien solo fueron unos golpes— dice mientras camina a la ventana— los cinturones de seguridad ayudaron mucho.

—Ya veo y ¿dónde está Alex? —pregunto.

—Él se está encargando de unas cosas, más tarde vendrá. —responde.

Asentí.

—Bueno yo me retiro para que la señorita Steele descanse.

Me mira un instante con cautela y luego, se dirige a la puerta.

—Nuevamente muchas gracias, señor Grey — hablé en voz baja y entrecortada. El corazón me late muy deprisa.

El asiente y sale de la habitación. Me quedo mirando la puerta por un instante hasta que regreso a ver a Sawyer él me sonríe.

Fruncí mi ceño.

—No me mires así, ustedes dos se gustan verdad —murmuro con cierta diversión.

Negué

—No sé de qué hablas —me hice la desentendida.

Me miro y negó mientras tocaba su frente.

—Oh, vamos no puedes mentir, cuando ingrese estabas muy roja— murmura

Trague saliva.

—Y eso que tiene que ver —reclame.

—Está bien, sé que no te ganare, será mejor que descanses

Asentí

—Si, creo que es lo mejor —murmure rápidamente ya que me sentía incomoda por su comentario.

Necesitaba dormir y dejar de pensar en Christian.

¡Mentirosa! Grito mi subconsciente. ¡Ya basta!

—Estaré cerca por si me necesitas —murmuro Sawyer sacándome de mis pensamientos.

—Bien.

Me tape con las cobijas, el dolor en mi cuerpo era leve, pero al menos podría dormir tranquila y me deje llevar por los brazos de Morfeo.

Al día siguiente me encontraba en mi habitación Lupita, había estado muy triste que cuando me vio llegar sus lágrimas descendieron como cascadas de sus ojos.

Me dio mucha tristeza preocuparla.

Respiré profundo y un quejido salió de mi boca, me dolía un poco el abdomen. La puerta se abrió y era Lupita, que traía una bandeja.

—Cariño te preparé una sopa de pollo— dice mientras acomoda una pequeña mesa sobre mis piernas.

Sonreí

—Gracias nana.

Cogí la cuchara y empecé a tomar la sopa estaba muy deliciosa. Ya me hacía falta la comida de mi nana.

—Agradezco a Dios, que el señor Grey, los haya ayudado— sonríe mi nana.

Asentí.

—Si tuvimos mucha suerte. —metí otro poco de sopa a mi boca.

No sé porque todos me tienen que estar recordando al señor Grey.

Ya había terminado de comer y Lupita, me había dejado para que descansara, pero no tenía ganas de dormir ya estaba aburrida de estar en la cama.

En este momento estaba extrañando a mis padres.
Como pasa el tiempo ¿no? Pregunté mirando al techo.

Suspiré.

La vida sigue Anastasia, sin importar que ya no estén tus padres, sé que ellos siempre estarán en mi corazón  y eso es lo que importa. Siempre se extraña a las personas que uno ama.