POV.CHRISTIAN
Se que fui frio con Anastasia, y en verdad me siento mal, pero cuando me dijo que el hijo de puta de Thompson la había tocado la ira y todo estallo en mí. Ahora que ya me hice cargo de él me siento más tranquilo porque sé que ya no molestara a mi nena.
No quería exponer sus negocios ilícitos, sé que se dedica al lavado de dinero y a la creación de identificaciones falsas, entre otras cosas. Todo esto me sirvió para joderlo y mandarlo a la cárcel. Las pruebas de agresión contra Anastasia también las tome y espero la pase muy mal en la cárcel. Lo que si he llegado a temer un poco es la manera de actuar de Anastasia ella no lo pensó dos veces y golpeo la parte baja de Thompson.
Por lo que me comento Sawyer el papá de Anastasia, le enseño defensa personal y otro poco relacionado a las artes marciales, yo solo me conforme con el kimboxi, pero al parecer debo mejorar. No valla a ser que me meta en problemas con Ana, sonrio, ser golpeado por ella me resulta aterrador solo con imaginarlo.
—En que piensa señor Grey— Ana besa mi mejilla
Sonrio.
Miro mi reloj y veo que son las 11:30 am antes de venir le pedí a Taylor que lleve unas cosas a cierto lugar. Organice un picnic para Ana en modo de disculpa, aunque ella me dijo que no tenia de que preocuparme aun así la llevare.
—En nada —la beso y tiro de su labio—Ana vamos— le digo tomando la mano de ella me mira con cara de confusión.
—¿A dónde señor Grey? —su curiosidad me agrada.
—Es una sorpresa así que te vendare los ojos nena.
—Está bien, pero no permitas que me tropiece o que me caiga entendió señor Grey— me advierte.
Asentí.
—Tenlo por seguro que no sucederá eso— Una vez que le coloco la venda en sus ojos, pienso que debería cargarla eso evitará evitara que se tropiece.
Me agacho y la levanto suavemente en mis brazos.
—¡Christian! ¿Qué haces? —pregunta asustada.
—Señorita Steele, usted ya me advirtió, que debo tener cuidado entonces envés de guiarte mejor te llevo en mis brazos que son más seguros.
Asiente.
—Está bien —dice mientras me dirijo al elevando, ahora que veo a su secretaria creo que debería cancelar su agenda.
—Señorita Jhanna, por favor cancele la agenda de la señorita Steele— ella me mira con la boca abierta por mi arrebató de llevar a su jefa en brazo, vendada los ojos y por pedir la cancelación de su agenda.
—Si, hazlo por favor Jhanna, cualquier cosa me lo reportas en la noche— dice Ana.
—Si enseguida señorita
—Muchas gracias.
Llevo conduciendo una hora ya estamos cerca de llegar, pero Ana está muy impaciente que a cada 10 minutos me pregunta si ya llegamos, el día está muy soleado perfecto para meterse al agua por eso compre traje de baño para los dos.
Sonrio.
—¿Ya llegamos? —pregunta Anastasia, nuevamente me da risa en todo el camino solo mueve la cabeza ya que con la venda no puede ver nada.
—Si, señorita Steele, sabe que usted es una mujer muy impaciente —murmuro
Niega.
—Lo dices porque no eres tú quien esta vendado los ojos —me reclama.
Asiento.
—Tienes razón nena me disculpo—me acerco a ella y la beso.
La vuelvo a carga en brazos hasta donde está el lago con cuidado la dejo en el suelo. Me pongo atrás de su espalda y la abrazo despacio hundiendo mi nariz en su cabello.
—Christian, por favor ya retira la venda
—Espero que te guste mi sorpresa nena —susurro en su oído
Sonríe.
—Si, me va a gustar, pero no la veo señor Grey, seria amable de retirarme la venda de mis ojos —me dice entonces con cuidado busco el nudo y la desato retiro la venda.
—Abre los ojos nena— lentamente los abre mientras se acostumbra a luz.
—Christian es hermoso me encanta el lugar —dice y se tira a mis brazos escondiendo su cara en mi pecho.
—Me alegra que te haya gustado
—Si, es muy bonito me agrada.
—Bueno nena ya es hora de comer —la tomo de su mano y caminamos hasta llegar a un mantel tendido en el suelo.
—¿Tu hiciste todo eso Christian? —pregunta sorprendida
—Bueno la comida la hiso Gail, pero yo me encargue de que todo quedara bien— respondo.
—Piensas alimentar un batallón, es mucha comida— sonríe
—No sabía que te gustaba por eso pedí de todo un poco.
—Al parecer no nos conocemos del todo señor Grey— susurra ella mientras se sienta en el mantel.
Ahora que Ana, comenta eso, ella tiene razón yo no la conozco bien. No sé qué color le gusta, música, comida, pasatiempos, libros etc.
—Podríamos talvez hacernos preguntas uno del otro y así saber que nos gusta—digo.
Asiente con una sonrisa.
—Si, me parece bien. —opina.
Sonrio. Cuando la vida te regale personas y momentos increíbles, no te sorprendas eso es lo que mereces.
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Cree en mí
RomansaLa vida te enseña a seguir, adelante sin importar las circunstancias, Anastasia a pesar de ser, tan joven es dueña de una gran fortuna a ella no le interesa el amor es alguien que se dedica a su trabajo, pero el destino le tiene una sorpresa al enco...