Capítulo 28

3.2K 217 4
                                    

POV.CHRISTIAN

Ella se recuesta en la cama, sus ojos cerrados, gimiendo, paso mi nariz por el centro de sus bragas, inhalando su excitación. Cerrando mis ojos, la saboreo. Es tan receptiva, es deliciosa.

¡Joder!

—Oh, Ana, lo que podría hacerte—susurro.

—¡Christian! —gime.

Me despierto de golpe que diablos fue eso, acaso era un sueño húmedo. No lo puedo creer, que me está pasando. Siento que en cualquier momento me volveré loco. Agache la cabeza buscando mi paz interior. Hasta que unos golpes en la puerta me distrajeron.

—Adelante —gruñí

La puerta se abrió y vi a Taylor.
—Buenos día, señor Grey— saludo.
—Buenos día, Taylor ¿Qué ocurre? — pregunte mientras me levantaba de la cama.
—Señor, llegará tarde a la cita con el señor Eduard— murmuro

¡Mierda!

—Enseguida bajo— respondí mientras me apresuraba buscando mi ropa.

Todo esto es culpa de la señorita Steele, tengo que dejar de pensar mucho en ella. Yo Christian Grey, nunca llegó tarde a ningún lugar.
Miré la hora en mi reloj y me sorprendí al ver que eran las 8:00 am jamás había dormido tanto, y ahora que lo pienso tampoco tuve pesadillas.

Una vez listo corro por el pasallo para llegar al elevador y llegar al restaurante del hotel. La reunión con el señor Eduard fue muy satisfactoria quedamos en ver algunos proyectos. Ahora lo que me interesa saber por qué Anastasia, salió corriendo ayer en la noche, será que no debí hacer eso, pero si más lo recuerdo ella si me correspondió el beso.

¡Diablos!

Porque estoy pensando en ella otra vez.

Lo mejor es enviarle un arreglo floral y pedir disculpas. Pero talvez creo que no podré dejarla de besar y peor aún cuando la tenga frente a mí no puedo controlarme Anastasia es adictiva.

¡Joder!

—Taylor vamos a un florería. —mascullo mientras paso a su lado
—De acuerdo señor.

Taylor aparca el carro al frente de una gran florería, me bajo rápidamente y entro, observo el lugar y hay cientos de flores.

Suspiro y sigo observando hasta que doy con una hermosas rosas blancas.

Me encuentro estacionado cerca del Heathman esperando que mi regalo sea entregado, pasan minutos hasta que veo que sale el señor al que le pedí que llevara las flores.

—Listo señor ya se las entregué a la señorita.

Asentí.

—Bien gracias —respondí mientras le entregaba un billete de 50 dólares.

Estoy por subir a mi auto, cuando veo a la señorita Steele saliendo del hotel con el ramo de flores que le regale. Ella se ve hermosa, veo que están subiendo una maleta eso quiere decir que ella también va de regreso a Seattle.

Eso me da una idea.

—Taylor. —lo llame
—Dígame señor Grey. —respondió
—Quiero que vallamos a la par con el vehículo de la señorita Steele, pero se discreto.

Asintió

—Está bien señor Grey.

Hemos recorrido un largo camino y aún nos queda como 3 horas para llegar a Seattle observó el bosque, esto me hace recordar el día que estuvimos todos reunidos acampando, y claro es allí donde la bese por primera vez a la señorita Steele.

Cree en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora